Policiales
"El techo crujió": el relato de la caída del cielorraso de la cafetería
El hecho ocurrió minutos antes de las 17 del sábado. Clientes y empleados advirtieron la posible escena y lograron resguardarse. Una mujer que se encontraba en la delantera del salón debió ser rescatada por Bomberos y trasladada al Hospital junto a su pareja, que salió por sus propios medios.
Momentos de pánico y desesperación se vivieron ayer, en pleno centro de la ciudad. Minutos antes de las 17 del sábado, colapsó el cielorraso del local gastronómico de Pinto 674, donde funciona Havanna, y dos circunstanciales clientes fueron trasladados al Hospital con heridas de diversa consideración, mientras que los trabajadores y otros asistentes resultaron ilesos.
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El hecho generó gran alarma. El desprendimiento de la estructura cubrió gran parte del salón comercial y un denso polvo impidió en un primer momento evaluar las consecuencias.
Los testigos dieron aviso al Sistema de Emergencias 101 Mejorado y advirtieron sobre la presencia de personas atrapadas, por lo que rápidamente una dotación del Cuartel Central de Bomberos y móviles policiales llegaron al lugar y desplegaron tareas para corroborar el impacto del incidente.
Una clienta ocasional que se encontraba con un hombre en las mesas más cercanas a la vidriera fue rescatada por los servidores públicos, mientras que los empleados y una familia tandilense ubicada hacia la el sector posterior alcanzaron la salida de emergencia al notar que la estructura podía desplomarse.
La policía montó un amplio operativo que incluyó el corte del tránsito vehicular en Rodríguez y en 9 de Julio para impedir la circulación de peatones para facilitar el trabajo de los servicios de emergencia en la cuadra.
Una vez trasladados los heridos al Hospital, los empleados y el dueño del local permanecieron en las inmediaciones mientras una cuadrilla de Camuzzi Gas Pampeana interrumpió el suministro y retiró el medidor para evitar mayores inconvenientes, y poco después la Usina cortó la energía eléctrica.
Con la situación controlada, peritos de Policía Científica reunieron los elementos correspondientes para incorporarlos a las actuaciones que dieron paso a una causa por “Lesiones leves culposas”, con intervención de la UFI 12.
El caso, que se suma al historial que acumula el sector gastronómico en el último tiempo, acaparó la mirada de curiosos, que transitaron por la cuadra durante la jornada sabatina para conocer lo que había sucedido en el local que lleva 15 años con la franquicia de la empresa marplatense.
El parte de los heridos
El reporte policial indicó que María Isabel Fernández y Pedro Daniel Fernández fueron trasladados en ambulancia al Hospital Municipal “Ramón Santamarina”.
Horas más tarde, desde el Sistema Integrado de Salud Pública informaron que la mujer sufrió un traumatismo de cráneo moderado y una herida cortante en la pierna derecha, por lo que quedará internada en observación en el servicio de emergencias médicas, mientras que el hombre presentó escoriaciones leves y recibió el alta con pautas de alarma después de los estudios de rigor.
El testimonio de empleados
Consternados, los empleados que cumplían con su turno en el local contaron a este Diario cómo fueron los instantes previos a presenciar la escena.
El relato coincidió en cuanto al tiempo en que sucedió la secuencia. “Fueron segundos”, dijeron. La primera señal fue un ruido proveniente del techo y poco después “vimos como una curvatura, avisamos a los clientes y salimos. Dudamos en volver a entrar y después se cayó”.
El propietario, por su parte, indicó que el inmueble tiene techo de chapa en la parte superior, después un cielorraso hecho hace varios años y “abajo toda la estructura nueva”.
Por causas que los peritos deberán establecer, “el techo viejo cayó sobre el nuevo”, dijo en un breve contacto con la prensa.
El relato, en primera persona
Pasado el susto, pero aún con la imagen reciente de la experiencia vivida, una familia que estaba en el interior del salón en el instante en que se desprendió la estructura relató lo sucedido.
La primera referencia fue el sonido que sintieron del techo. “Crujió”, y enseguida llegó la advertencia de los empleados del local para que se movieran hacia la zona posterior donde se encuentra la salida de emergencia.
Casi en simultáneo, el techo comenzó a mostrar las primeras señales al permanecer unos segundos con una curvatura antes del desprendimiento.
“Salimos con dos de los empleados, un chico y una chica, y cuando nos dimos vuelta sentimos cómo se desplomó todo”, contó el hombre que estaba junto a su mujer e hijo compartiendo la tarde en el inicio de sus vacaciones.
Un denso polvo cubrió todo el interior por lo que fue imposible ingresar nuevamente a buscar sus pertenencias, que además quedaron cubiertas por todo el material que cayó sobre la mesa. “Nos quedaron las mochilas, los celulares, la llaves de nuestra casa, todo nos quedó ahí”, expresaron.
En simultáneo, en la parte delantera del salón comercial, los desesperados pedidos de ayuda y las señales de advertencia sobre lo sucedido se mezclaron con el accionar de los efectivos policiales que evaluaron la escena mientras contenían la situación.
Finalmente, pudieron salir a la vereda una vez que los uniformados rompieron la cerradura de la puerta exterior del pasillo utilizado como vía de escape y que une el local gastronómico con un comercio de venta de ropa contiguo.