Investigación por el siniestro en el comercio de avenida Brasil
Peritos de la Federal confirmaron la manipulación de las instalaciones de gas en el local explotado y se investiga un estrago culposo
Los expertos inspeccionaron el local de Brasil y Serrano y se aguardan las conclusiones oficiales. A priori, se confió que se ratifica que hubo manipulación en las instalaciones de gas habilitadas por Camuzzi. La fiscalía procura establecer los deberes de cuidado y el círculo de eventuales responsabilidades en la negligencia que podría configurar el delito de “estrago culposo”.
A casi dos semanas de la explosión, una unidad de la División Siniestros de la Superintendencia de Bomberos desembarcó ayer en Tandil para realizar peritajes, junto a personal de Camuzzi Gas Pampeana, sobre el local ubicado en Brasil y Serrano donde funcionaba un local gastronómico, en el marco de la instrucción que inició de oficio la UFI 12.
Recibí las noticias en tu email
Desde la mañana temprano, peritos pertenecientes a esa rama de la Policía Federal desplegaron tareas con miras a contar con los elementos necesarios que permitan arribar a las conclusiones definitivas sobre las causales de la explosión y, a partir de allí, evaluar eventuales responsabilidades penales.
La Justicia ya cuenta con informes preliminares de los peritos de Bomberos de la bonaerense y de la propia empresa distribuidora de gas, incluso con el testimonio del gasista matriculado que tuvo la primera intervención en las instalaciones.
Sin embargo, solicitó colaboración a otros especialistas que aportarán su experiencia para cotejar si se arriba a las mismas conclusiones primigenias que esgrimieron los expertos intervinientes, por lo que ahora esperará los resultados de dicha inspección para avanzar en instrucción.
Con la presencia en Tandil, los efectivos de la División Siniestros de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal aportarán su hipótesis sobre lo que pudo haber provocado la explosión.
La figura penal
Sobre los informes preliminares de los peritos que ya intervinieron en la escena, las primeras impresiones aluden a una posible negligencia ya que, presuntamente, los artefactos declarados para lograr la correspondiente habilitación por parte de Camuzzi y luego constatado por Habilitaciones municipal, no serían los que se encontraron en la dantesca escena de la que solo hubo que lamentar daños materiales.
Se trazó como hipótesis, que se habría declarado una cocina anafe y la caldera como artefactos a utilizar en el ahora destrozado local y, sin embargo, en las fotos publicadas por El Eco de Tandil se puede observar una plancha a gas para cocinar lomitos y hamburguesas, que, especulan, podría ser lo que habría originado la pérdida de gas.
Se confió sobre el proceso de habilitación que para poder habilitar un lugar de atención al público, se pasa por dos inspecciones finales para finalmente colocar el medidor, siempre y cuando el responsable del local respete con lo que solicitó el gas con la planilla que le entrega Camuzzi.
Dicha presunción, ayer fue confirmada por los investigadores. Tras la inspección de los peritos federales, se adelantó que se ratificó la hipótesis sobre una manipulación de la instalación del servicio de gas. Léase, lo que había sido aprobado por la firma Camuzzi fue cambiado sin el debido consentimiento.
Los peritos arribados ayer, realizaron mediciones y analizaron pormenorizadamente el lugar siniestrado, trabajo que se volcará en un informe oficial cuyo tiempo de elaboración no fue precisada.
A partir de las conclusiones de los peritajes, la investigación avanzará en si dichas negligencias se configuran en el delito del “peligro de la seguridad común”, cual reza el artículo 189 del Código Penal bajo lo que se llama “estrago culposo”, una pena en expectativa que no supera el año de prisión, pero que evidentemente podría tener mayores consecuencias en el fuero civil a la hora de mensurar los daños de los potenciales perjudicados por la citada manipulación que provocó la explosión.
A más precisiones, el artículo citado reza: “Será reprimido con prisión de un mes a un año, el que, por imprudencia o negligencia, por impericia en su arte o profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, causare un incendio u otros estragos”.
En ese contexto, deberá definirse el eventual círculo de responsabilidades, como así también desentrañar el deber de cuidado, a la hora de endilgar una eventual imputación.
El hecho
Tal se informó, el hecho ocurrió a los pocos minutos del miércoles 29 pasado. El llamado ingresó a las 0.30 al Cuartel de Central de Bomberos, que envió una dotación para trabajar en el lugar.
La pastelería había abierto sus puertas en un edificio que estaba sin habitar y, por ello, no hubo que lamentar lesionados, ya que los todos los departamentos del inmueble se vieron afectados, e incluso también viviendas e instituciones linderas.
En la planta baja, donde funcionaba el local, las pérdidas fueron totales ya que la explosión provocó daños en paredes, ventanales de vidrio, mesas, sillas, cielorraso, un equipo de aire acondicionado, tres heladeras exhibidoras, una freidora, una cocina, un baño en su totalidad, cañerías de gas, una computadora, la mampostería en general, vajillas y elementos varios de cocina.
En el resto del edificio se evidenciaron roturas de puertas de madera, de ventanales y de puertas de los balcones, que eran completamente vidriadas. Los deterioros alcanzaron hasta el cuarto piso del inmueble.
El espacio gastronómico no estaba en funcionamiento ya que había cerrado sus puertas a las 22, como lo hace en sus otros dos locales, y por fortuna no había clientes ni personal al momento de la tragedia.
Aunque hay una primera estimación de lo sucedido, que revela una detonación por escape y acumulación de gas, todavía quedan peritajes e informes para determinar correctamente las causas del evento.