EL CRIMEN DEL CINEASTA
Ofreció su cuerpo por dinero, mató y fue a hacer las compras al súper
Tras cumplirse 15 días del asesinato del productor de cine Bruno Vergagni, la pesquisa avanzó en nuevos elementos que comprometen aún más a los dos detenidos. Detalles sobre los movimientos de los sospechosos previo y posterior el asesinato. Los imputados quieren declarar y contar su versión. No se descarta posturas encontradas entre la pareja a la hora de endilgarse los golpes mortales.
A pesar de los contratiempos de tener que investigar en medio de restricciones sanitarias y aislamientos obligados por contagios de Covid, la pesquisa por el crimen del cineasta Bruno Vergagni sigue su derrotero procesal y a medida que se avanza van trascendiendo detalles de una causa que formarán parte de la hipótesis acusatoria como de los respectivos defensores, según sus intereses a cuestas.
Recibí las noticias en tu email
A poco de cumplirse 15 días del homicidio, se confirmó que el fiscal Damián Borean pidió una prórroga para elevar el pedido de prisión preventiva de los detenidos José Luis Anriquez y Juan Cruz Dante Álvarez, sindicados como los responsables del crimen hasta aquí tipificado como “homicidio en ocasión de robo”.
La extensión del tiempo solicitado responde a la necesidad de aguardar por el resultado de mucho material probatorio que debe ser peritado.
Cruzamientos de llamadas telefónicas, rastros de distintas huellas detectadas en la escena del crimen, estudios de cotejos ADN y demás elementos, hacen a una batería de diligencias que aún no han sido reportadas.
A la par, trascendió de la causa algunos detalles que llevan al convencimiento de la acusación a mantener, como mínimo, la figura de un homicidio en ocasión de robo, aunque no se descarta que con el correr del expediente y nuevas pruebas conlleve a una imputación más gravosa.
Las defensas de los imputados conocen de ello, y por eso analizan la estrategia a encarar, con el aditamento que ambos letrados saben por los dichos de sus pupilos que quieren declarar.
Si bien no se puede adelantar el tenor de los dichos que ambos detenidos quieren exponer ante el fiscal, se descarta que buscarán plantar la idea de que no hubo intención homicida, incluso la del robo, como así también se aguarda por la posibilidad de que haya intereses contrapuestos entre ambos señalados.
A más precisiones, no sería de extrañar que a sus modos y sus formas, busquen desligarse de la autoría material del homicidio, acusándose recíprocamente. Algo de ello dejó entrever el nuevo abogado de José Anriquez (ver aparte).
Sobre cuándo ocurrió la agresión mortal, al decir de los médicos forenses, la muerte data de unas 13 horas al momento del hallazgo. La amiga encontró la macabra escena a las 15 del lunes, por lo que se estima que el asesinato ocurrió en las 3 y las 5 de la madrugada.
La conducta delictiva
Independientemente de las coartadas que ensayen las defensas, desde la fiscalía confían en la contundencia de la prueba recogida y las por las que aún restan recolectar para endilgarle a los acusados el asesinato y, a partir de la reconstrucción de la escena violenta, incluso ubicar el rol de la pareja de detenidos.
En el caso de Alvarez, ya se corroboró a través de un resultado pericial que estuvo en el departamento donde mataron a Bruno. Se confirmó que una de sus huellas dactilares estaba en un vaso de la propiedad donde víctima y victimarios departieron una cena que luego, por razones aún no descifradas, terminó en un suceso tremendamente violento y mortal.
Respecto a la participación de la agresión y en especial sobre las sospechas para con Anriquez, se le constataron lesiones compatibles con un forcejeo o pelea, factiblemente con la víctima, cuyo cadáver advierte reiterados y salvajes golpes en el cráneo, descartándose –al paladar acusador- que se trató de una agresión sin intención de matar, más bien todo lo contrario.
Salir de compras
Si bien se especula que las defensas irían por un suceso íntimo que terminó de manera violenta porque “se les fue de las manos”, constan detalles en el expediente que llevan a pensar a la fiscalía que claramente se acordó una cita con fines delictivos como también letales, de acuerdo a la magnitud de los golpes propinados.
Una prueba relevante que en las primeras horas llevó a los investigadores a virar sus sospechas sobre Anriquez fue que un testigo, conocido de la víctima y que también sabía sobre el victimario, supo informar que en Instagram el imputado había subido una historia registrada en el interior del departamento de Bruno. Tras el homicidio, dicha historia fue borrada por el sospechoso.
Igualmente, como oportunamente se consignó, Anriquez fue identificado por otra imagen en las redes sociales por su “famoso” tatuaje, lo que permitió dar con él.
A propósito de publicaciones en redes sociales, consta en el expediente que días previos a la cita con Vergagni con final luctuoso, Anriquez había posteado sobre su apremiante situación económica, incluso difundiendo que estaba dispuesto a ofrecer su cuerpo por 8 mil pesos.
Efectivamente, según la hipótesis fiscal, post mortem Anriquez y Alvarez tras guardar lo sustraído de la casa de la víctima en su departamento, no sin antes descartarse de algunos elementos en el arroyo cercano a su casa, pernoctaron y al día siguiente, mientras los investigadores procuraban dar con sus paraderos, ellos estaban haciendo compras en el supermercado de Carrefour (consta registro de las cámaras), llenando un changuito del hiper con mercadería, por un valor aproximado a los 8 mil pesos.
Poner en crisis la imputación
Como se detalló, está la intención de ambos imputados de dar sus versiones de los hechos, en lo que se conoce como el pedido formal de ampliación de la audiencia del 308.
Contando con el contexto de la pandemia y las consecuentes restricciones que hay a la hora de traslados y audiencias presenciales, habrá que aguardar bajo qué modalidad la fiscalía concederá el derecho que les asiste a sendos detenidos.
Consabido el material probatorio que resulta contundente a la hora de ubicar en tiempo y lugar a ambos acusados en la escena del crimen, tanto el defensor oficial Diego Araujo, a cargo de tutelar los intereses de Álvarez, como del defensor particular de Anriquez (recientemente asumió el doctor Sergio Roldán) procurarán poner en crisis la hipótesis acusatoria y pugnar por una eventual pena más benigna a la hora de calificar el trágico hecho que se les endilga.
Las preguntas redundan en la “torpeza” con la que se manejaron previo y posterior al crimen, instalando en el imaginario colectivo que tal vez no hubo intención homicida y, si la hubo, no fue de los dos, más buen de uno de los acusados.
En tren de conjeturas, el interrogante redunda en si acudieron al departamento con la excusa de la cita sexual para cometer el crimen y así robar, o se trató de una situación violenta precipitada en medio de una noche de excesos.
De tratarse de una premeditación homicida, no hubieran dejaron “tantas marcas”, incluso fotografiarse en el lugar del crimen y no descartarse de esas imágenes, argumentan las defensas.
Tal se consignó en ediciones pasadas, constan en el expediente contactos previos a la noche del domingo y una relación que se cimentó a través de la red social Grindr (un chat y citas de la comunidad gay).
Qué ocurrió para que la presunta cita íntima acordada terminara en un homicidio será tarea de los investigadores descifrar. Si se trató de una emboscada que perseguía el robo y “se tropezaron” con la obligación de agredir hasta la muerte; si la intención asesina ya estaba pergeñada o hubo otra situación hasta aquí no develada que podría acomodar la historia trágica, de acuerdo al interés de los detenidos.
El nuevo defensor y otra mirada sobre el hecho
Por lo pronto, el pasado martes tomó oficialmente vista del expediente tras aceptar el cargo como defensor particular del imputado José Anriquez, el letrado olavarriense Sergio Roldán.
El jueves se entrevistó con su flamante representado, quien al transcurrir los días desde aquella detención y consiguiente encierro carcelario, confió sus intenciones de prestar declaración en la causa frente al investigador y dar su versión de los hechos que terminaron con la vida de Bruno Vergagni.
“El tiene intenciones de hacer su acto de defensa y declarar, porque más allá de la gravedad del acto luctuoso y la celeridad con que actuó la policía, hay ciertos temas y cuestiones procesales que quiero que él las declare, le cuente a la fiscalía y partir de ahí, esquematizaremos una estrategia procesal en la cual si bien no puedo dejar de reconocer que murió una persona, la calificación que optó el acusador (Homicidio en ocasión de robo) no será tan fácil de probar en virtud de la hipótesis que nosotros manejamos”, describió el abogado en declaraciones al programa radial “Dos a las siete” (104.1 Tandil FM).
El abogado reconoció que los investigadores trabajaron bien y con la celeridad que el hecho merecía, pero confía en que se presentará una buena estrategia para demostrar que no hubo una intención homicida, discusión que finalmente quedaría develada una vez sustanciado un debate oral y público, factiblemente a través de un juicio por jurados dada la gravedad del caso.
Roldán ya presentó el pedido para que su pupilo declare, solicitud que pretende concretarse de manera presencial, aunque todo está supeditado a la coyuntura sanitaria de la pandemia.
“Más allá de los cuidados que debemos tener frente al Covid, la idea es que la audiencia sea presencial, sobre todo porque el tenor y sensibilidad de lo que llegue a expresar José Luis –Anriquez- debe ser de forma presencial frente al fiscal y sus colaboradores, por lo que se deberá procurar el traslado a la sede judicial desde su actual estadio, en la unidad penitenciaria 2 de Sierra Chica”.
Amparándose en el secreto profesional, prefirió no adelantar detalles de lo que resultará la versión de su defendido, sobre todo a la hora de echar por tierra la calificación endilgada por el fiscal, acerca de que se trató de un homicidio en ocasión de robo. Sí dejó entrever que lo que se pondrá en discusión es sobre la autoría material del crimen.
Asimismo, apeló a que para la figura de robo el sentido común apunta a que debía haber un acceso forzado en la casa de la víctima, o tocaron timbre y sorprendieron con un arma determinada, dejando en claro un dolo directo, lo cual a priori, al decir de las actuaciones y la versión del imputado, no habría ocurrido de esa forma.
“Estamos hablando de un arma impropia –una estatuilla de la propia víctima- de una reunión previa, de gente que se conocía, que se había consumido alcohol, y demás. La verdad que restan dilucidar un montón de cuestiones que obviamente responderán a una estrategia procesal y que pondré el tela de juicio porque es lo que corresponde al rol que me toca. Hay que esclarecer qué fue lo que ocurrió ahí dentro y que terminara como terminó”, espetó.
Consternación
El abogado detalló que los padres de su cliente están sumamente consternados. “Se trata de dos personas jóvenes, con un hijo joven, que no cuentan en su haber con antecedentes delictivos de ningún tipo. Dos personas de bien, trabajadores que han criado a su hijo de la mejor manera, pero bueno, el chico se había independizado y jamás se esperaron estar transitando lo que hoy les toca vivir. En lo que a mí respecta les trato de dar tranquilidad de que haremos lo que esté a nuestro alcance para que se garantice todo el proceso de defensa y demostrar, dentro de la gravedad del hecho ventilado, la real situación por la que atravesó su hijo en este suceso y qué grado de responsabilidad tuvo”, adelantó.
Respecto al pupilo, aludió a un chico muy joven, al cual lo vio “por supuesto consternado y preocupado por lo que está viviendo, quebrado emocionalmente por lo que ha pasado, y por supuesto por su familia y la familia de la víctima”.
“No se trata de un chico que estaba preparado para protagonizar un hecho de semejante gravedad”, agregó.
A preguntas sobre la responsabilidad criminal, Roldán aseguró que su defendido “no se considera autor del homicidio, pero bueno, eso lo tendremos que probar en el expediente. Lo que él diga y yo sostenga lo tendremos que acreditar en un escenario nada fácil, muy delicado frente al delito que estamos hablando. La intención es, entonces, que él pueda contar su verdad y así demostrar sobre la autoría, es decir, demostrar que él no fue el responsable del homicidio”, cerró.