“Lo planificaron, lo hicieron y ahora lo van a tener que pagar”, clamó el hermano de Bruno Vergagni
Desde Mar del Plata, Luciano Vergagni describió el impacto que causó en su familia el asesinato del productor de cine. Destacó la celeridad con la que actuó la Justicia y el apoyo que recibió de los amigos de Bruno, de los propios y los de sus padres. “Queremos que paguen por lo que realmente hicieron”, dijo al referirse a los dos imputados y confió en que las pruebas conducirán a un cambio en la carátula.
Cincuenta días después de la muerte de Bruno Vergagni, su hermano Luciano aún no logra verbalizar la palabra asesinato. Amable, cálido y pausado, contó cómo vivió su familia la inexplicable tragedia, pero no se refiere a los hechos como un crimen. Salta a la vista que aún está procesando la densa información. Sin embargo, asume la enorme tarea de enarbolar el pedido de justicia y de honrar la memoria del cineasta.
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Desde las primeras horas del atroz suceso, Luciano se convirtió en un investigador de oficio. Con ayuda de los amigos de Bruno, mantuvo una búsqueda activa de elementos que aporten a la instrucción. “Te enterás de cosas que no querés enterarte. Te empezás a formar esa película en la cabeza de cómo ocurrieron las cosas, que no está bueno. Para la causa está espectacular, porque obviamente queremos que paguen por lo que realmente hicieron, pero en el punto de imaginarme a mi hermano ahí, sin ninguna duda es súper duro”, expresó en una entrevista desde de Mar del Plata, su ciudad de residencia.
El 14 de septiembre pasado, después de varios intentos fallidos por contactarlo, una amiga encontró la macabra escena en el departamento ubicado en el segundo piso del complejo de Alem 1259. En cuestión de horas, la Justicia logró esclarecer los hechos y detuvo a José Anriquez (22) y Juan Cruz Dante Álvarez (18), imputados por el asesinato del integrante de la productora de contenidos de la Unicen.
A partir de entonces, la vida de la familia Vergagni Sobral cambió de modo abrupto. Los padres de Bruno y Luciano viven en Lobería, donde criaron a sus hijos hasta que éstos dejaron el nido para seguir la formación universitaria en Tandil y Mar del Plata.
“Mi mamá quería que Bruno vaya a estudiar a Tandil porque era una ciudad tranquila. Y Bruno no quería ir por el mismo motivo, porque era una ciudad tranquila. Después se enamoró de Tandil y estaba convencidísimo de que era su ciudad, y a nosotros nos gustaba mucho Tandil. Siempre que íbamos a visitarlo, él nos hacía recorrer todos los lugares que conocía, nos llevaba a las sierras, y a nosotros nos encantaba. Ahora ya, nada, es una ciudad súper triste para nosotros y no queremos ni pisarla en algún punto”, confió el menor de los hermanos, quien asumió la difícil tarea de mantener el caso en agenda en pos de justicia.
Vértigo y shock
La tarde del lunes 14 de septiembre, Luciano Vergagni estaba en una reunión de trabajo, cuando su madre lo llamó porque algo malo había pasado con Bruno, en Tandil. “Atendí, y ella ni siquiera podía transmitirme la noticia. Por la desesperación, infería que había pasado algo grave. No imaginé nunca que podía haber sido eso. Si bien imaginaba algo grave, nunca algo tan grave”, contó Luciano en una entrevista telefónica.
En modo piloto automático, tomó lo necesario y partió con destino a Lobería. “Lo que más quería era acompañar a mi familia y estar en ese momento todos juntos. Salí de Mar del Plata. No me importaban ni los permisos, ni nada. Llegué a Lobería y ya habían hablado todos para que me dejaran pasar. Me encontré con la situación que imaginaba. No podíamos viajar a Tandil porque no había nada para hacer”, repasó sobre estas primeras horas de total confusión e incertidumbre.
En esos momentos, el departamento de Bruno estaba cerrado para preservar la escena del crimen y relevar pruebas para la investigación. Desde la fiscalía, les brindaron el asesoramiento de un abogado de Atención a la Víctima, con quien se comunicaban a cualquier hora del día y los mantenía informados sobre los avances de la instrucción.
“La verdad, una situación que uno no se imagina vivirla y no sabe qué hacer en el momento. Uno por ahí, cuando ve en un noticiero que ocurre algo de este estilo, dice ‘si me pasa eso, hago tal cosa’, y la realidad es que en ese momento no sabe qué hacer. Pensás un millón de alternativas, pero no podés ejecutar ninguna. Estás atado de pies y manos, no podés hacer prácticamente nada”, describió.
En busca de datos
“Cuando llegué a Lobería era todo un shock. La noche iba a ser durísima, nadie iba a poder dormir, obviamente. Automáticamente nos pusimos en contacto con amigos de mi hermano y empezamos a tratar, en algún punto, de empezar a hacer una investigación. En ese momento ni siquiera sabía bien qué era lo que había ocurrido, pero sí intentamos entrar a las redes sociales, tratar de sacar la mayor cantidad de claves posible, de hacer una investigación propia, enterarnos cómo había sido, quién podría haber hecho eso”, agregó.
Cerca de las 4 de la mañana, con datos aportados por los amigos del cineasta, ya habían logrado identificar a los autores, con ubicaciones y números de teléfono. La prioridad era que nadie se enterara para que funcionarios judiciales y policiales pudieran sorprenderlos y dar con pruebas.
“En la primera entrevista, el fiscal nos contó lo que había sucedido, obviamente no con todo el detalle del mundo porque era una situación súper desagradable. Nos pusimos totalmente a disposición para poder colaborar con lo que podíamos. Ya teníamos algo de información. Después recopilamos algo más y se la mandamos”, expuso sobre el primer contacto con el doctor Damián Borean, a cargo de la instrucción penal preparatoria.
La carátula
Al entrar en el terreno de la investigación, aseveró que “la verdad que la Justicia, en este caso, actuó súper rápido. El fiscal Damián Borean me transmite bastante seguridad. Siento que se están haciendo las cosas bien. Por eso esa confianza que él me transmite hace que nosotros estemos tratando de investigar y de pasar toda la información directamente a él para poder formar bien qué es lo que sucedió esa noche”.
Hoy, los hechos están calificados como homicidio en ocasión de robo. En ese sentido, el hermano de la víctima confió en que “con esta carátula que está actualmente es como se inició todo el hecho, sin tener toda la información que hoy se tiene. De haber tenido todas las pruebas que hoy hay, en teoría existe la posibilidad de cambiar a una carátula con la cual la condena sea mayor. Sin ninguna duda es lo que más queremos. Realmente el hecho se merece una pena mayor por cómo ocurrieron las cosas. Eso obviamente nos lo vamos enterando con el tiempo y cuando van apareciendo más pruebas”.
Por otro lado, realizó una lectura de cómo pudo comenzar el vínculo de su hermano con los victimarios. “Siento que Bruno era una persona súper buena, y él era incapaz de pensar que una persona podría llegar a hacer lo que hicieron estos dos –no sé bien cómo llamarlos para ser franco-. Creo que viene más que nada por ese lado. Era una persona confiada que no se imaginaba que iba a suceder todo esto”, estimó.
En cuanto a los detalles de la mecánica del asesinato, relató que “sin dudas todo esto que le ocurrió fue durísimo. Trato de no pensar demasiado cómo sucedieron las cosas. Sin ninguna duda estas personas lo que querían hacer era lo que hicieron. Voy directo a la conclusión: planificaron hacer algo, lo hicieron y ahora la van a tener que pagar”.
En medio de la pesquisa, se especulaba con que pudiera haber grabaciones de las conversaciones que transcurrieron esa noche en el departamento de Alem. “Bruno era súper tecnológico. Tenía muchísimos mails, agendas por todos lados; tenía muchos teléfonos y en general de alta gama, eso permitió llegar a la localización donde encontraron a estas personas. Tenía tecnología que sirvió muchísimo para la investigación”, dijo Luciano y agregó que “los audios eran una posibilidad, que los equipos de domótica que él tenía en su departamento estén grabando las conversaciones, pero de eso todavía no se pudo extraer nada”.
“La Justicia funcionó rápido”
Luciano Vergagni destacó dos cuestiones fundamentales en estos días aciagos, de lucha constante por salir adelante. En principio, expresó que “la Justicia, más allá de que uno tenga una imagen horrible, en este caso funcionó rápido y fue clave, porque si no se hubiese ocultado la mayoría de las pruebas”.
Y describió que “vamos viviendo el día a día. La realidad es que se hace todo muy duro. La parte de la Justicia es un factor más de todos los que hay. Estamos viviendo el día a día, cuando sale la preventiva y la aprueban, es un motivo para ponerse un poquito contento, y después, los tiempos son los de la Justicia en Argentina que no se puede asegurar nada”.
En cuanto a los plazos del proceso judicial, adelantó que “el fiscal es muy cauto en ese aspecto porque no depende de él. No tenemos fechas para lo que va a ser el juicio, pero día a día nos van informando y vamos tratando de ver cómo va a seguir avanzando todo”.
En simultáneo, agradeció la contención que recibió la familia, que fue “increíble”, tanto de los amigos de Bruno como de los suyos y los de sus padres, además del apoyo por parte del municipio de Lobería.
“En Lobería no tuvimos que preocuparnos por nada más que el hecho que había ocurrido”, señaló y contó que les llevaban desde la comida hasta los medicamentos o cualquier cosa que necesitaran. “Lo mismo cuando llegamos a Tandil”, destacó y destacó la calidez de los amigos de Bruno y el apoyo de la empresa Nikro, con la que tiene una relación laboral y se puso a entera disposición.
El arribo a la ciudad que amaba
“Siempre digo que Bruno, para sus 34 años, todo lo que ha hecho ha sido increíble, y más nos damos cuenta hoy, con lo que nos escribió la gente de él”, subrayó Luciano Vergagni en otro tramo de la entrevista. También puso en valor la gran cantidad de mensajes que recibió de sus amigos, de los compañeros de Abra de la Unicen, de la socia en su propia productora de contenidos audiovisuales y de los amigos.
Bruno nació en Lobería, en una familia pequeña y muy unida. Allí vivió junto a sus padres y su hermano Luciano hasta que se mudó a Tandil para estudiar en la Unicen. “En un principio iba a estudiar Ingeniería de Sistemas, pero era más que nada por una ocurrencia de mis viejos más que de él, que no sabía bien qué estudiar. Cuando se fue, rindió el ingreso y ahí se enteró que abría la carrera de cine, así que se anotó. En un principio no había dicho nada, y empezó”, repasó.
También confió que “él se fue a Tandil sin estar súper convencido de la ciudad en sí, porque era chica; él pensaba más en Buenos Aires, Mar del Plata, y se terminó enamorando de Tandil. De hecho, en algunas entrevistas dice exactamente eso, que es una ciudad que terminó amando”.
Ya recibido y en actividad, Bruno viajaba mucho a Buenos Aires y a Mar del Plata, porque tenía muchos vínculos en el mundo del cine y del espectáculo. “Como siempre digo, tenía un contacto muy particular con cada persona y, por lo general, lo mantenía en el tiempo. Era una persona muy querida, a quien realmente todos apreciaban, que nunca tenía momentos de bajón. Era siempre un signo más”.
El fiscal destacó la labor de la policía
El titular de la Unidad Fiscal de Instrucción 12 de Tandil comunicó al Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de Sergio Berni, su conformidad con la labor de los efectivos policiales en la investigación del crimen de Bruno Bergagni.
Desde el descubrimiento de la escena, bajo la dirección del fiscal, los efectivos de distintas áreas intervinientes llevaron adelante una labor profesional, coordinada y rápida que derivó en la detención de los dos imputados, a casi 24 horas del descubrimiento del hecho.
Posteriormente, las pruebas incorporadas a la investigación también sirvieron para que se dictara la prisión preventiva de los encausados.
A pesar de los problemas de recursos y material que evidencian las distintas dependencias policiales y del contexto particular que plantea la pandemia, se señaló que los uniformados trabajaron sin descanso.
En la pesquisa trabajaron Jefatura Departamental y Jefatura Distrital, comisarías Segunda y de la Mujer y la Familia, Subdelegación de Investigaciones Tandil, Delegación Azul y Tandil de Policía Científica, y División Criminalística de Azul.
Secretaria de Redacción de El Eco de Tandil. Licenciada en Comunicación Social orientación Periodismo (UNLP)