CRIMEN EN LA MOVEDIZA
Las manchas de sangre en un pantalón y los rastros del palo de amasar, las claves para confirmar las sospechas del detenido
En el allanamiento en Mar del Plata donde se detuvo al sospechoso del homicidio en La Movediza se secuestró un pantalón salpicado con manchas presuntamente de sangre. La prenda será sometida a un peritaje químico para certificar la hipótesis y cotejar con el grupo y factor sanguíneo de la víctima. También se envió a peritar el palo con que se aplicó el golpe letal, en procura de rastros con un patrón genético.
A medida que transitan las horas y avanza la pesquisa en torno al homicidio de Carlos Vicente Martínez (60), asesinado de un palazo en lo que se presume una disputa vecinal, los investigadores mantiene un cauteloso optimismo a la hora de poder confirmar las sospechas para con el detenido el pasado domingo en Mar del Plata.
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Tal se vino detallando en ediciones pasadas, Guillermo Nahuel Beherán (24) fue aprehendido en la ciudad vecina, de donde es oriundo, al día siguiente del hallazgo mortal en La Movediza, donde residía desde hace un tiempo ocupando lotes cercanos a la escena del crimen, junto a otras tantas familias vulnerables.
Su salida de la ciudad, como el recogimiento de varios testimonios de vecinos inclinaron las miradas inquisidoras para con el ahora detenido, quien, por consejo de su defensor, se negó a declarar, hasta nuevo aviso.
Pero además, la investigación cuenta con otros elementos de prueba que, con peritajes mediante, permitirán despejar dudas y encaminar la imputación para con el único apresado.
Rastros y manchas de sangre
Uno de los datos relevantes de la diligencia en el domicilio de Antártida Argentina 429 de Mar del Plata, donde fue apresado el acusado, fue que la comisión policial secuestró una prenda de vestir que sería de singular trascendencia para la causa. Se trata de un pantalón que sería del implicado, que a priori se especula que presentaba salpicado con muchas manchas de sangre.
En ese tren, trascendió que la prenda ya fue remitida a la Asesoría Pericial donde se cotejará si efectivamente las manchas se corresponden a sangre a través de un peritaje químico. Una vez corroborada la especulación, se hará el estudio en pos de determinar si el grupo y factor tiene coincidencia con el de la víctima.
Lo propio se oficiará con el objeto con el que se cree que le pegó a Vicente Martínez que terminó en su deceso.
Según se confió, se trata de un palo de amasar, el cual fue hallado al lado del cuerpo sin vida de la víctima. El elemento también se le practicó un hisopado y será sometido al mismo proceso pericial en pos de determinar algún rastro que permita más luego cotejar con patrón genético del apuntado como victimario. De corroborarse algún patrón genético serán diligenciados a La Plata para que los especialistas analizan eventuales rastros de ADN.
Dichas diligencias procesales ya cuentan con fecha de iniciación. A más precisiones el venidero 8 de octubre se pautó la fecha para realizar los estudios. Una vez consustanciado el informe, de resultar positivos al interés de la investigación, serán remitidos a un nuevo proceso pericial en pos de determinar algún patrón genético. Para el citado proceso quedará sujeto a los complejos tiempos con que actualmente se manejan las pericias requeridas.
Como se informó, el procedimiento que derivó en la detención ocurrió en horas de la mañana del domingo pasado, luego del trabajo de investigación realizado se dio con el paradero de Beherán que fue inmediatamente aprehendido y luego trasladado a la ciudad para ser alojado en la comisaría Primera, donde quedó a disposición de la Justicia.
Horas más tarde, fue llevado por la fuerza de seguridad a la fiscalía a cargo del doctor Marcos Eguzquiza, quien lleva adelante la investigación, donde se le informó del delito que estaba siendo investigado, caratulado como “Homicidio”.
En dicha entrevista, con el asesoramiento del defensor oficial Diego Araujo, se optó por no prestar declaración, aunque al decir de trascendidos en los pasillos judiciales no se descartó que la intención del detenido sea declarar a la brevedad. Dependerá, claro está, del consejo y la estrategia que mejor disponga la Defensa a cargo de velar pos sus garantías procesales.
El hecho
Vale reseñar que desde las primeras horas de anoticiarse del fatal suceso, los investigadores pudieron trazar la principal hipótesis y reconstruir cómo se desencadenó el hecho y el posible móvil de la agresión letal.
Vicente Martínez, padre de tres hijos, vivía solo en la propiedad ubicada entre La Movediza y Cerro Leones, en la que también se dedicaba a la elaboración de ladrillos. Su mujer actualmente residía en Buenos Aires.
Por lo que se desprende de la escena del crimen, la agresión se produjo afuera de la casa. Martínez salió de vivienda por causas que se desconocen y se vio sorprendido por el sospechoso que, tal vez discusión mediante, le aplicó un garrotazo en la cabeza con un palo de amasar.
La hipótesis agregó que tras la agresión (la víctima no presentó signos en su cuerpo de una pelea o haberse resistido en medio de un eventual forcejeo), el hombre, tendido en el piso, logró reincorporarse y destilando sangre de la herida sufrida intentó ingresar a la casa, donde finalmente cayó tras desvanecer y morir.
En tren de especulaciones sobre las razones de la agresión fatal, en principio quedó descartado el móvil de un robo. En la casa no se observaron faltantes y la víctima llevaba consigo dinero.
Frente al descarte de dicha posibilidad, cobró fuerza el móvil de una agresión por cuestiones personales que hacían a una mala convivencia de relativa larga data entre el núcleo familiar del sospechoso y la víctima.
Al decir de varios testimonios que se recogieron en la marginalidad barrial, se cuenta con un par de antecedentes que podrían explicar las causales de una relación virulenta entre víctima y presunto victimario.
Uno versa sobre un suceso delictivo. Al parecer, Vicente Martínez hace unos 20 días atrás habría sufrido el robo de algunos elementos de su propiedad, entre ellos un televisor. Dicho artefacto se lo vio días posteriores en manos del sospechoso, quien lo ofrecía para la venta en la vecindad.
El segundo episodio reviste características privadas que hacen a la integridad física de una menor, sobrina del sospechoso, que habrían motivado la reacción violenta del que ahora es señalado como posible autor del crimen.