La familia Rosso celebró la absolución tras la batalla librada y la querella intentará apelar el fallo
Familiares y amigos se acercaron a acompañar al docente y festejaron el veredicto. luego de un largo derrotero que incluyó múltiples manifestaciones públicas y una campaña para defender la inocencia de Juan Rosso. El particular damnificado espera conocer los fundamentos del fallo para presentar un recurso ante Casación, con la esperanza de revertir la sentencia. Sostuvo que los padres del menor tenían expectativas en una condena.
La causa judicial que lo tuvo como protagonista a Juan Martín Rosso llegó ayer a su fin, con un veredicto favorable para el profesor que había resultado acusado.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLas muestras de alivio tras casi tres años de tensión e incertidumbre se hicieron palpables tanto en la sala como en el exterior de la sede del Poder Judicial, donde aguardaban expectantes los allegados al joven.
La algarabía fue en aumento y pasó de los suspiros contenidos a gritos y aplausos. Cuando el presidente del Tribunal dio por finalizado el juicio y se retiró junto a sus pares del lugar, las muestras de alegría y afecto se multiplicaron por mil en el reducido recinto.
En contacto con El Eco de Tandil, la codefensora Mariana Fardín –asistente letrada de la doctora Patricia Perelló- expresó su satisfacción por el trabajo realizado y señaló que ambas tenían confianza en el veredicto absolutorio.
“Estamos muy conformes con la labor desempeñada y no puedo decir más porque no conocemos los fundamentos, pero demostramos que no había prueba suficiente porque el hecho no existió. Cumplimos con nuestra labor”, sostuvo.
“Todos contra Juan”
Si bien Juan Rosso eligió no dar notas por el tratamiento que, a su entender, los medios le dieron al caso y a su persona, sí se expresó su padre, el también docente Martín Rosso, que encabezó durante todo este tiempo la cruzada por la inocencia de su hijo.
“Sabíamos de la inocencia de Juan pero se hizo muy largo, tardó mucho todo el proceso, fueron casi tres años desde la denuncia hasta hoy y lo vivimos con mucha tensión, muy angustiados. Lo que vivió Juan no lo tiene que vivir ningún docente más”, expuso.
Sobre el tratamiento mediático del hecho, observó que en algunas ocasiones se hablaba del “abusador del jardín” y no de supuestos, condenándolo de antemano. “Poner el sello de abusador a una persona inocente es terrible, esto no tiene que durar tanto tiempo pero sí creo que hay que ser prudentes en cómo nombrar”, consideró.