Juicio y castigo tras un alocado raid delictivo en Tandil y Mar del Plata
Se fugó de la casa de contención donde residía, asaltó a punta de pistola a una familia. Con el dinero robado fue a la escuela. Al día siguiente, huyó a Mar del Plata, donde terminó hospitalizado con un coma etílico. Se escapó de la internación, no sin antes robarle a un compañero de sala de guardia. Terminó apresado por comerciantes cuando intentaba otro atraco con la sonda intravenosa colocada. Ahora recibió su condena.
Los alocados días delictivos de un joven cesaron en Mar del Plata, cuando un grupo de particulares lo capturó mientras intentaba sustraer elementos de un local comercial de la Galería Cristal. Hasta allí acudieron efectivos policiales que una vez retenido el caco, advirtieron que tenía colocada una vía intravenosa, sospechando que se había escapado de alguna internación.
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Efectivamente, tras llamar al Hospital Interzonal confirmaron las sospechas. Se había fugado del centro asistencial sin el alta cuando estaba internado por un coma etílico, no sin antes robarle a otro paciente con quien compartía la guardia.
Para mayor asombro, los uniformados confirmaron más luego que el muchacho en cuestión tenía un pedido de detención por una fuga de un Hogar de Tandil, ciudad en la que se lo sindicaba por un grave ilícito.
El raid delictivo había terminado de la peor manera para Fabián Kevin Terán (19), quien finalmente fue juzgado por el TOC 1 local, cuando el juez Gustavo Agustín Echevarría lo sentenció a cuatro años de prisión de efectivo cumplimiento.
Fue considerado autor penalmente responsable del delito de “Robo agravado por el uso de arma cuya aptitud de disparo no pudo ser acreditada”, por el hecho cometido en Tandil y el “Hurto”, perpetrado en Mar del Plata.
Los hechos
Al decir del fallo ventilado, se acreditó que aproximadamente entre las 5 y las 6.15 del 16 de mayo de 2018, Kevin Fabián Terán junto a un cómplice, previo forzar la persiana de madera de una de las ventanas laterales, ingresó a la vivienda de calle Colombia al 1000 portando un arma de fuego, con la que intimidó a un joven que residía en la casa, propinándole un golpe de puño en la cara, para luego obligarlo a que atara a sus dos hermas de 12 y 10 años. Una vez maniatadas, obligó al chico a recorrer la casa en busca de dinero y demás elementos de valor.
Así, se alzó de celulares, televisores, consola de Xbox, joyas y unos 300 mil pesos. Ya con conformes con el botín, ataron a la víctima con los cables de teléfono, una bufanda y un cinto que se encontraba en el lugar, para así darse a la fuga.
Al día siguiente del atraco, Terán concurrió a la escuela, donde los docentes notaron con extrañeza el estado en que se encontraba el alumno, además de llamarle la atención que andaba con fajos de dinero en billetes de quinientos pesos. Dicha circunstancia motivó a los preceptores para que dieran inmediato aviso al director del Centro de Contención donde el joven residía; desde donde se notificó que él como otro menor se habían fugado del hogar el día anterior.
El director del establecimiento acudió a la seccional policial para hacer la denuncia del suceso y se encontró con que el menor de los fugados había regresado al Hogar y fue al encuentro del responsable que estaba en la comisaría, donde estaba realizando la denuncia por las fugas.
Allí, el joven la manifestó que Terán lo había amenazado para que se fugara con él, pero que luego logró zafar y decidió regresar. Asimismo, delató a Terán, señalando que había cometido un robo grande, donde había sustraído mucha plata.
A las pocas horas del hecho, se practicó un allanamiento en el Hogar, donde se hallaron algunas de las pertenencias de la familia que había sufrido el atraco, elementos secuestrados precisamente en el compartimiento donde Terán guardaba sus pertenencias.
En Mar del Plata
A los tres días de aquel suceso delictivo, el profugado sería aprehendido en la ciudad de Mar del Plata, portando una importante suma de dinero y luego de escaparse del hospital donde había quedado internado por un coma etílico.
En efecto, a media mañana del 19 de mayo de 2018, en la Guardia del Hospital Interzonal General de Agudos, sito en calle Juan B. Justo 6701 de la ciudad de Mar del Plata, Kevin Fabián Terán se apodero ilegítimamente de un celular marca IPhone de color plateado y una campera de cuerina de color negra; elementos que le pertenecían a otro joven que estaba también en la guarda hospitalaria, víctima de un accidente de tránsito.
De la probatoria volcada al expediente, se acreditó que Terán y el otro joven hospitalizado tuvieron un ocasional encuentro en la guardia. Que en dicho lugar y luego de una breve charla, el lesionado le prestó a Terán su celular y su campera para que el mismo pudiera dar aviso a la familia de su estadía en dicho hospital, circunstancia que éste aprovechó para huir del lugar muñido de ambos elementos. También el testigo víctima del hurto supo relatar que antes de salir de la guardia, Terán tenía colocado un catéter de vía intravenosa que intentaba sacarse por sus propios medios.
Finalmente, su alocado raid culminaría media hora más tarde, cuando Terán fue aprehendido por particulares cuando intentaba sustraer elementos de un local comercial de la Galería Cristal.
Ya apresado en la ciudad, recientemente Terán fue notificado de la sentencia en su contra, tras el acuerdo que arribaron las partes para sellar un juicio abreviado.
El joven fue condenado a la pena de cuatro años de prisión de efectivo cumplimiento, considerado autor penalmente responsable del delito de “Robo agravado por el uso de arma cuya aptitud de disparo no pudo ser acreditada”, por el hecho cometido en Tandil y “Hurto”, por el suceso protagonizado en Mar del Plata.