Inseguridad
Forzaron la puerta principal y robaron en un comercio gastronómico del centro
El atraco ocurrió este lunes por la madrugada, en Calabaza Centro, ubicado en Mitre 578, y el ladrón quedó registrado por las cámaras de seguridad. Se llevó una computadora, un teléfono y dinero. Emilio Pardo, titular del emprendimiento, lamentó que Tandil se distingue por su tranquilidad, pero “es una lástima que se opaque por este tipo de cosas”.
Este lunes por la madrugada, un solitario delincuente forzó la puerta de acceso principal del comercio Calabaza Centro, ubicado en Mitre 578, y cometió un robo que quedó registrado por las cámaras de seguridad del salón. El hecho fue confirmado por el titular del emprendimiento, Emilio Pardo, quien no ocultó su “rabia” al sufrir el segundo hecho de inseguridad en el año.
Recibí las noticias en tu email
Pardo, quien se enteró del lamentable episodio ayer por la tarde porque estaba de viaje, le dijo a La Tarde de El Eco (104.1 Tandil FM) que le avisaron por Instagram que le habían entrado a robar en la sucursal céntrica.
“Rápidamente fui a ver las cámaras, porque las tengo en el teléfono, y lamentablemente, una persona forzó la cerradura, entró y nos robó una computadora, un teléfono y plata”, expuso.
Al revisar las imágenes, observó que a las 3.55 un hombre rompió la cerradura de la puerta principal del local. “Se nota que pasó un auto, se asustó, salió del local, y a las 4.20 y volvió a ingresar”, señaló.
Siempre de acuerdo a la filmación, la primera vez que entró al comercio, el intruso no se llevó nada y en la segunda incursión, se alzó con los aparatos tecnológicos y el dinero.
“Rompió la puerta de aluminio que tiene una cerradura tambor que, evidentemente, si le hacen un poco de fuerza, con algo de maña, las abren”, dijo e infirió que, por la facilidad con la que actuó, pudo haber contado con experiencia previa en hechos similares.
El chef contó que les dijo el cerrajero que las cerraduras de esas puertas son bastante fáciles de violentar, “pero más allá de todo eso, ya lo tomo diciendo gracias a Dios que no había nadie; gracias a Dios que no salió lastimado nadie. Lo material se repone, pero no me deja de preocupar porque en esta ciudad vivo y antes no pasaba esto; también acá viven mis hijos y todo eso que nos preocupa a los que somos padres”.
Entregó las imágenes
En paralelo, el damnificado expresó que “me avisó la policía, así que estuve en contacto permanente” y añadió que ni bien regresó a Tandil, ayer por la tarde, se dirigió a la Seccional Primera a hacer la denuncia.
“La verdad que la policía muy bien predispuesta y con ganas de que se resuelvan las cosas. Yo sé que es difícil, pero también hay que hacer la denuncia porque quedan aún más en la nada y toda esa gente sigue con su mismo modus operandi si nadie denuncia y si nadie toma los caminos de la vía legal”, alentó en relación a los hechos de inseguridad.
En tanto, confirmó que el rostro de la persona que le robó fue captado por las cámaras. “Entró con una capucha, pero en un momento se distrae y se le cayó la capucha, y se le ve la cara. Esas imágenes ya se las pasé a la policía para que las tenga como prueba y por ahí, le resulta una cara conocida”, dijo.
Pardo agregó que “aparentemente ayer también hubo algún otro hecho en el centro porque lo primero que me pidieron es si tenía la cámara; donde les dije que sí, me pidieron si había alguna imagen de la cara. Así que evidentemente debe haber pasado alguna otra cosa”.
“Impotencia y rabia”
Pardo confirmó que a pesar del robo, se disponían a abrir el comercio con normalidad. “Nos complica”, reconoció y mencionó que la computadora la usaban para trabajar, al igual que el teléfono con el WhatsApp que iban a conectar en otra máquina. En cuanto al dinero, dijo que se alzaron con el cambio del día.
Más allá del botín, “da impotencia, rabia, porque uno trabaja todos los días y quiere vivir tranquilo y te pasa una cosa así, ya por segunda vez en el año. Los dos robos bastante similares, aunque en dos sucursales diferentes; robos que entra una persona, se lleva cosas y se va rápidamente. Eso da un poco de rabia, porque nosotros le ponemos un montón de onda al trabajo, pero nadie está exento de que le pueda pasar una cosa así”, reflexionó.
En relación al impacto de estas situaciones, confió que “yo elegí vivir en Tandil porque es una ciudad tranquila y la elijo por mis hijos, que son felices acá, les gusta hacer deportes, y uno como padre siempre tiene esa tranquilidad. Pero cuando empiezan a pasar cosas feas como esta, uno enseguida se replantea que al final, lo más lindo que tiene la ciudad es una lástima que se opaque por este tipo de cosas”.