En Cerro Leones volvieron a alzar su voz por los trastornos que ocasiona el depósito municipal
Viven en la zona aledaña al depósito municipal de vehículos. Delincuentes sustraen motos de allí y les rompen los alambrados permanentemente, lo cual les traen múltiples gastos y trastornos porque se escapan los animales de los campos. José Andraca, uno de los vecinos, aseguró que se roban entre 10 y 15 motos por semana.
Vecinos de Cerro Leones volvieron a reclamar respuestas a las autoridades por la compleja situación que viven ante los permanentes robos de motos del depósito municipal de vehículos. José Andraca, uno de los vecinos, consideró que al no tomar medidas “están propagando la delincuencia infantil porque son todos menores” y aseguró que se roban entre 10 y 15 motos por semana.
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Explicó que a fines de julio cuando El Eco de Tandil publicó un reclamo sobre este mismo tema, por cinco o seis días “estuvo tranquilo” pero desde ese momento hasta ahora “es algo inconcebible, torturante, invasivo”.
“A la policía yo realmente no la llamo porque ellos siempre dejan uno de campana, por lo cual es muy probable que siempre me vean, y si yo los llamo van a tomar medidas en contra de mis caballos, entonces la parte de inteligencia la tiene que hacer la Policía”, afirmó.
Y señaló que uno de los campos donde rompen los alambrados es el que él alquila porque les queda de pasada y porque evitan los caminos transitados.
“Continuamente van pasando, vienen con una tijera, un alicate o algo práctico porque es muy fácil cortan los alambres. Pasa uno y corta en un lugar y en otro distinto y así sucesivamente hasta que llegan donde quieren. Las dejan escondidas en el monte de la cava, que es donde yo soy inquilino también”, indicó.
Asimismo, puntualizó que “ese trabajo lo hacen desde las 9 hasta las 17. Y a la noche impactan otra vez. Las van a buscar de día, las dejan ahí porque muchas no andan, algunas son una porquería, no sirven para nada”.
Sin vigilancia
“Me enteré el otro día que llegué a la seguridad del depósito, que me explicaron que hay una parte que es judicial, que es lo que cuida la policía y la parte municipal debe estar a 150 metros de la casilla de vigilancia de la policía y eso es municipal, no tiene custodia, yo entré y no hay seguridad, nada”, afirmó.
Y agregó que “el problema que pueden tener los chicos que sacan las motos es que los vean en el camino, aparte el cerro está sucio con retamas, porque yo no fumigo porque tengo un jardín en frente, pero me está jugando en contra porque al estar tan sucio el cerro vienen caminando por entre las retamas lo más tranquilos, y cuando llegan a los alambres los cortan”.
“Nos afecta en el sentido de que los caballos andan en la calle, es algo constante. La policía cuando ve los alambrados rotos o los caballos afuera deberían darse cuenta de que algo pasó, y hacen caso omiso, porque no tengo otra cosa para decir. Agradezco mucho a todo el vecindario porque me llaman y me avisan que hay caballos en la calle. Es desgastante”, confió.
Propagar la delincuencia
Admitió que lo que más le molesta es “la despreocupación ante las autoridades que no se hacen cargo de eso porque están propagando la delincuencia infantil porque son todos menores”.
“Algunas motos se venden como repuesto, en este momento es un medio de vida porque si se están robando de 10 a 15 motos por semana quiere decir que hay un mercado negro de motos afuera y son todos nenes, así que se está propagando la delincuencia, aprenden lo que es vender una rueda, carburadores, entrás al Facebook y todos venden repuestos de moto por todos lado”, señaló.
Y planteó que “hay una problemática grandísima, preocupante, falla Tránsito falla la Policía, el Municipio”.
“La policía no tiene como vigilar eso, no tienen luz, no tienen señal, están en una casa de planchones que si se les meten tres o cuatro chicos les rompen todo a pedradas. A veces queda una policía sola, en la parte judicial, entonces no pueden salir y dejan que se lleven las motos”, indicó.
A su vez, consideró que “van a buscar motos como quien va a pescar a un arroyo. El otro día encontré unos hombres de Olavarría que habían venido a buscar motos porque era fácil, como gente de Juárez, es desgastante y preocupante”.
“A mí no me interesan las motos pero se me está haciendo imposible vivir así, rompen por todos lados. El municipio han hecho un corralón de planchones en una parte pero los pibes los rompen con ladrillos, le pegan una patada y sacan las motos o los repuestos de los autos”, sostuvo.
Y aseguró que “los días de lluvia es insoportable como van a buscar motos, creo que la Policía al único que agarró con la moto sin papeles fue a mí, porque tengo una motocross que hago unos recorridos rápido con eso y un día estaba saliendo sin ningún papel porque estaba trabajando y andaba arreglando alambres”.
“Eso es un colegio de delincuentes. Hay una despreocupación total. Si no pueden pagar vigilancia que lo lleven más lejos”, concluyó.