Homicidio en La Movediza
El vecino que mató a un joven en medio de un feroz enfrentamiento recibirá el arresto domiciliario
La defensa lo solicitó y desde el Juzgado de Garantías ya se evacuaron todas las citar procesales en pos de habilitar la morigeración de la prisión de Fabián Aribe, imputado por el homicidio de Axel Brown Sánchez, ocurrido el 15 de agosto.
Los graves como fatales sucesos reportados a mediados de agosto en el barrio La Movediza siguen sumando fojas al expediente judicial, por el cual hay un detenido acusado de homicidio que, próximamente estaría recibiendo la notificación de un arresto domiciliario, a pedido de su defensa.
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Como oportunamente se detalló en estas páginas, el 15 de agosto, pasadas las 19.30, Fabián Aribe, portando un arma de fuego, sobre el frente del domicilio de calle Paseo de los Niños 1871, disparó al menos en dos oportunidades contra un grupo de jóvenes que habían irrumpido en su casa con amenazas, armas blancas y de fuego en mano en busca de represalias para con un hijo del nombrado.
Dichos disparos dieron contra la humanidad de Axel Brown Sánchez, quien falleció, mientras que otra joven, Brisa Noelia Aribe –novia de éste y sobrina del agresor- resultó herida, sin mayores consecuencias físicas.
La calificación penal que se le otorgó al violento hecho que conmovió a la ya de por sí convulsionada barriada de La Movediza fue por la comisión del delito de “homicidio agravado por el empleo de arma de fuego y portaciónilegal de arma de fuego de uso civil en concurso ideal en los términos de los arts. 54, 41 bis, 79 y 189 inciso segundo párrafo tercero del Código Penal”, tratándose de un delito detenible.
Efectivamente Aribe quedó arrestado y en la actualidad sigue tras las rejas, aunque su situación variaría en las próximas horas, de acuerdo a lo que se conoció de la instrucción penal preparatoria.
A más precisiones, la defensa del acusado peticionó formalmente la morigeración de la prisión, léase arresto domiciliario, para lo cual se aguarda la respuesta del Ministerio Público y, consecuentemente, el juzgado de Garantías 2, quien en definitiva resolverá el entuerto.
Según trascendió, ya se propiciaron distintas diligencias de rigor en pos de cumplimentar los requisitos para la citada morigeración, por caso un informe socio ambiental de dónde residirá el procesado, las garantías para que no se entorpezca la causa (no existiría peligro de fuga de acuerdo a la conducta hasta aquí adoptada por el imputado), y ya se elevó la petición para dotar de una pulsera de monitoreo que realice el control del cumplimiento de la medida a efectivizar.
De cumplimentarse los pasos procesales al respecto, en las próximas horas Aribe quedaría bajo arresto domiciliario (en una propiedad a consignar) al aguardo de un futuro juicio oral y público. Más precisamente un juicio por jurados, dada la característica del trágico suceso, donde la defensa incluso confía en revertir la carga de la prueba y apostar en que un jurado de civiles dicten un veredicto absolutorio al acusado, dada las características particulares como sensibles que tuvo el hecho, alegando una legítima defensa o, en todo caso, un exceso en la legítima defensa.
La hipótesis
Con dichos elementos ya volcados al expediente, cobra cada vez más vigor la hipótesis que no sólo levantó la defensa, sino también admitió la fiscalía, sobre cómo ocurrieron los incidentes que derivaron en los disparos de muerte.
Como se detalló en ediciones pasadas, la investigación del caso tendría ramificaciones penales, para con otros actores, incluso aquellos que en la incipiente instrucción se presentaron como testigos podrían pasar a ser imputados.
Amenazas de venganza y de más muerte, versiones mentirosas y miedo, mucho miedo de los vecinos (hay testigos bajo identidad reservada), formaron parte de una sensible causa que a la hora de arribar a un juicio deberá tomarse todos los recaudos de seguridad, ante tamaña virulencia explícita.
Es que la versión más confiable hasta aquí se condice con lo que el propio acusado declaró, acerca de la desesperación por tener que repeler a tiros (con una escopeta no declarada) a un grupo iracundo de jóvenes que ingresó a la casa a golpes y balas en pos de vengarse de uno de los hijos.
Lo que se conoce
Tal se ventiló de la pesquisa, los investigadores lograron hacerse de filmaciones de la zona que apoyarían a la reconstrucción de cómo ocurrieron los hechos que terminaron con un vecino saliendo de su casa y disparando contra la humanidad de un grupo de jóvenes que no solo vandalizaba su propiedad, amenazaban con matar a los suyos.
En efecto, a partir de los testimonios y más elementos probatorios, se corroboraría como más certera la hipótesis que dio la familia Aribe. Aquella que aludió a un incidente previo que derivó en que un grupo de no menos de diez personas, entre las que estaba Alexis Brown Sánchez y Brisa Aribe, arribó a la propiedad cuyo lote se levantan tres viviendas. Una de al frente, una detrás y al fondo la restante que es donde reside el ahora detenido. En las de adelante, viven sus hijos.
Allí, los gritos, insultos y amenazas pasaron a las agresiones. Lanzaron piedras, rompiendo vidrios de ventanas, dispararon con armas de fuego “tumberas” y fueron copando las viviendas. Así fue que los hermanos Aribe acechados por las agresiones se fueron corriendo de casa en casa, hasta llegar al patio, donde saltaron la medianera y se protegieron en la casa lindera, donde vive su tío.
Entre los integrante de la familia que huía de las agresiones había al menos dos niños que no superan los cuatro años de edad, nietos del acusado. Bajo esa circunstancia fue cuando salió Fabián Aribe (herrero de oficio y sin antecedentes penales) de la casa del fondo con carabina en mano y efectuó los disparos para defenderse de aquella invasión violenta.