Juicio
El rápido accionar policial para apresar a los ahora condenados
Los sentenciados cuentan econ frondosos antecedentes. Actualmente están alojados en la Unidad Penitenciaria de Barker.
En un reciente juicio abreviado, desde el Tribunal Oral Criminal 1 se avaló el acuerdo arribado entre acusador y defensa para sellar la condena de dos jóvenes sindicados de varios robos.
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A más precisiones, el fallo del juez Guillermo Arecha señaló que se acreditó que aproximadamente a las 6 del 14 de febrero de 2022, al menos tres sujetos, entre los que fue identificado Velázquez, interceptaron a un joven en la calle Yrigoyen al 1600 -entre Avenida Del Valle y Machado-, y lo redujeron mediante el uso de la fuerza, para lo cual uno de ellos lo tomó por la espalda, inmovilizándolo mediante la maniobra comúnmente conocida como llave, mientras los restantes se apoderaron de dos teléfonos celulares, siete mil pesos en efectivo, más documentación de la víctima, no sin antes propinarle golpes a la víctima tendida en el suelo.
Por el hecho, minutos más tarde al atraco Velázquez fue aprehendido en inmediaciones del lugar, vistiendo ropas descriptas por la víctima como testigos y, además, en su poder tenía uno de los celulares robados.
Cabe consignar que el damnificado pidió ayuda a unas jóvenes que estaban en la cuadra de enfrente, quienes le prestaron el celular para llamar a la policía y ésta, una vez en la zona, rápidamente dio con uno de los sospechosos, a la postre el imputado ahora condenado.
Otra causa
En otro orden de delitos, en el mismo juicio abreviado el Tribunal dio por probado que el 19 de enero de este año, entre las 13.45 y las 17, Tomás Valentín Velázquez y Hernán Fernando Valderrey, escalaron la reja de acceso perimetral y rompieron la puerta de ingreso para acceder a la vivienda de calle Figueroa 1278, donde se apoderaron de dos televisores, una licuadora, una procesadora, una valija de viaje y una pava eléctrica.
Sobre la responsabilidad de los sentenciados, se detalló que ese día y a esa hora, el oficial ayudante Cristian Maugere, de la comisaria Tercera, circulaba en vehículo particular por calle Figueroa desde Pujol hacia Doering, cuando visualizó a dos jóvenes corriendo. Observando que uno de ellos llevaba entre sus brazos un elemento de gran tamaño, tapado por un cubre cama color blanco, sospechando que se trataba de un televisor.
Asimismo, el policía vio como el otro joven que también corría cargaba entre sus brazos una valija color azul y sobre esta colgaban dos parlantes.
El policía los siguió durante el periplo de huida e incluso los filmó con su celular en el trazado hasta que llegaron hasta Lisandro de la Torre y girando por Pujol, a mitad de cuadra, se metieron en una casa.
Además de filmarlos, el oficial llamó al oficial Walter Lazarte para que se constituya al lugar en vehículo particular y de civil, y así entre ambos realizaron vigilancia del domicilio.
En plena vigía, el oficial consultó a la fuerza si se estaba al tanto de algún hecho delictivo en la zona, pero no había novedades al respecto. Empero, Lazarte realizó un relevamiento en las zonas aledañas, a fin de dar con alguna posible víctima de un eventual robo, lo que efectivamente luego se confirmó, en un domicilio de calle Figueroa.
Certificado el robo domiciliario, Maugere seguía con la vigilancia de la casa donde se recluyeron los presuntos ladrones, de los cuales uno de ellos salía y entraba varias veces de la propiedad, como que estuviera esperando a alguien.
Ante la sospechosa actitud descripta y por miedo que se retire del lugar con algún vehículo, el policía pidió apoyo a la Seccional Segunda, desde donde enviaron más refuerzos para la diligencia procesal.
La presencia de los uniformados advirtió al par de sospechosos, que intentaron escaparse, saltando la medianera de la propiedad, lo que provocó el alerta de una vecina acusando la intromisión de intrusos en su patio.
En medio de la frenética escena, uno de los efectivos interceptó a uno de los huidizos ladrones y le dio la voz de “alto policía”, aunque el sospechoso hizo caso omiso e intentó fugarse por calle Lisandro de la Torre en dirección a Doering. Al estar descalzo fue alcanzado rápidamente por el oficial Lazarte, quien lo sujetó con ambas manos e intentó reducirlo en el suelo, mediante “la utilización de la fuerza mínima e indispensable”, para luego colocarle esposas de sujeción en sus muñecas.
Una vez apresado, fue identificado como Tomas Velázquez, quien al decir de la policía ya era muy conocido por sus frondosos antecedentes penales.
Más luego fue apresado Valderrey, bajo las mismas circunstancias.
Otro hecho
En el tercero de los hechos delictivos endilgados, el juez acreditó que el 10 de diciembre de 2020 aproximadamente a las 3, Tomás Valentín Velázquez ingresó en el domicilio de calle Casacuberta 2101, forzando la cerradura del portón de ingreso del garage, lo que le ocasionó pequeños daños. Una vez adentro se apoderó de un televisor, un Smart TV, una cartera de jeans de dama con documentación personal de los hijos de la víctima, tarjetas de créditos, DNI de los damnificados, 10 mil pesos, dos moto guadañas, un cajón de herramientas, una aspiradora completa, dos bicicletas.
Para vincularlo con este robo ocurrido tres años atrás, se contó con el aporte del acta de Levantamiento de Evidencias Físicas realizada en el domicilio damnificado, procedimiento que logró identificar a través de las huellas dactilares halladas la participación del sospechoso en el atraco.
”Rastros de origen papilar” positivo y “rastros huellas indiciarias” positivo…”, subrayó el citado informe.
La sentencia
Frente a los sucesos delictivos descriptos, el juez Arecha resolvió condenar a Tomás Valentín Velázquez, actualmente alojado en la Unidad 37 de Barker, a la pena de tres años y seis meses de prisión, como autor penalmente responsable del delito de “Robo agravado por ser cometido en poblado y en banda”, cometido el 14 de febrero de 2022; “robo agravado por ser cometido por efracción y escalamiento”, del 19 de enero de 2023 y el “robo” del 10 de diciembre de 2020.
En tanto que Hernán Fernando Valderrey, también actualmente alojado en la Unidad 37 de Barker, fue condenado a tres años de prisión por el delito de “Robo agravado” por el ilícito ocurrido en el domicilio de calle Figueroa.