El niño que habría sufrido abuso declaró, en Cámara Gesell, acorde a la primera denuncia
La diligencia judicial tuvo lugar ayer, por la mañana. El pequeño de 4 años contó la presunta agresión sexual de parte del profesor de teatro, el 2 de julio pasado en el Jardín de Infantes 901. Los padres del menor adelantaron que a fin de mes, el niño tendrá otra evaluación psicológica en el marco de la causa.
Ayer, en Cámara Gesell, declaró el pequeño de 4 años que habría sufrido un abuso sexual en el Jardín de Infantes 901. El niño se expresó en los mismos términos de la denuncia penal, que fue radicada durante la madrugada del 3 de julio pasado, en la Comisaría de la Mujer y la Familia.
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El turno para la declaración del menor fue otorgado con celeridad, circunstancia que fue valorada de manera positiva por el fiscal Marcos Eguzquiza, teniendo en cuenta la edad de la víctima y la posibilidad de que pudiera olvidar rápidamente los hechos sucedidos en el baño del jardín.
Ante el psicólogo Andrés Burgardt, el niño se mostró tranquilo, fue elocuente y ratificó las versiones que sus padres habían expuesto ante la policía y que luego le contaron El Eco de Tandil.
De la diligencia también participó el defensor oficial Leonel Calles, en representación del imputado, quien transmitió que el profesor no había querido estar presente en la Cámara Gesell, derecho que le asiste según el Código Procesal Penal.
Nuevas medidas
A partir de la versión de la víctima, el próximo lunes el fiscal solicitará turnos para que declaren en Cámara Gesell tres compañeros de la sala de 4 años del Jardín 901. Se trata de una nena, que es hermana melliza del niño presuntamente abusado, y dos varones que habrían estado en el baño en el momento del ultraje.
En principio, el fiscal decidió esperar los resultados de la declaración del pequeño, para no someter a los otros tres niños a la instancia judicial sin contar con indicios firmes sobre la verosimilitud del hecho.
Por otra parte, instruyó a la Comisaría de la Mujer y la Familia que citen a declarar como testigo a la docente a cargo de sala de 4 y a la directora del Jardín de Infantes 901, para que den cuenta de lo ocurrido en la institución con el menor que estaba a su cuidado.
Resta esperar
Eliana y Andrés, los papás de la víctima, confirmaron que, tal como estaba previsto, el niño fue escuchado por las autoridades judiciales a través de la Cámara Gesell. Adelantaron que declaró “acorde a la denuncia” y señalaron que “ahora queda todo en manos de la fiscalía, con todo el procedimiento que sigue”.
Por otra parte, contaron que cumplidas las pericias más importantes para la causa, ahora deberán esperar a que la Justicia avance con la investigación y se cumplan los plazos procesales previstos. Por eso, expresaron que es cuestión de tiempo y que vivirán con “incertidumbre” este lapso hasta que las autoridades judiciales tomen alguna resolución.
Además, indicaron que el niño tendrá unas semanas de descanso, teniendo en cuenta que recién deberá presentarse a fin de mes, cuando le realizarán una evaluación psicológica en el marco de la causa.
La familia no cuenta con un abogado que la acompañe en este proceso, pero aceptó el asesoramiento del Centro de Atención a la Víctima que depende de la provincia de Buenos Aires y que oficia de nexo con la fiscalía.
“Ahora viene el tiempo de paz, de tranquilidad en casa, ya se acaba todo este movimiento tan fuerte. Vamos a estar con la familia, unidos”, expresó Andrés.
El caso
Horas después de radicar la denuncia, los padres del pequeño le relataron a El Eco de Tandil lo que le habría ocurrido a su hijo de 4 años, el martes 2 de julio pasado, en el baño del Jardín de Infantes 901.
El relato del pequeño surgió a la noche, después del partido entre Argentina y Brasil por la Copa América, cuando lo mandaron a lavarse los dientes. “Mi marido nota que se tocaba la cola. Le preguntamos qué era lo que le había pasado, si le picaba la cola o le dolía. Entonces, lo llevo a revisar a la habitación. Viene mi marido enseguida. Él dice que le dolía la cola, y cuando le preguntamos qué era lo que le había pasado, nos comentó que un profesor nuevo le había metido el dedo adentro de la cola”, relató Eliana.
En tanto, cuando siguieron interrogando al pequeño, le pidieron que les mostrara de qué manera lo habían tocado. “Se baja el calzoncillo y se intenta meter el dedo de su mano adentro del ano”, confirmó la mamá, con angustia.
Enseguida, llamaron al 911 para saber qué tenían que hacer y les indicaron dirigirse a la Comisaría de la Mujer para radicar la denuncia. A partir de entonces, se cumplimentaron distintos trámites judiciales tendientes a esclarecer el hecho.
En principio, Andrés llevó a su hijo a revisar al Hospital de Niños, aunque no quedó registrada esa primera visita y luego surgió un informe que fue anexado a la causa judicial.
En paralelo, padres de distintas salas de la institución educativa acompañaron a la familia en una marcha para exigir justicia que se realizó el miércoles pasado. Allí los recibió el intendente Miguel Lunghi, junto a buena parte de su equipo, quien les brindó su apoyo, les ofreció un abogado a través del programa Acceder y acompañamiento psicológico.