El hombre atropellado continúa en terapia con pronóstico reservado
Roberto Luis Vila, de 79 años, fue atropellado el jueves a la tarde por un auto y debió ser internado de urgencia en el Hospital Municipal Ramón Santamarina.
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El hecho sucedió pasadas las 18, sobre la avenida Marconi, cuando el transeúnte se disponía a cruzar de una vereda a otra de esa calle. La conductora de un Peugeot 208, Sofía Rivera, de 19 años, que doblaba desde Buzón no lo vio e impactó contra él.
Si bien no habría transitado a alta velocidad, el golpe de vehículo dejó graves lesiones en Vila. Como prueba del virulento impacto, el parabrisas quedó astillado.
Luego del choque, el hombre debió ser trasladado inmediatamente por una ambulancia del SAME al nosocomio local, donde le diagnosticaron politraumatismo, con traumatismo de cráneo y desprendimiento de masa encefálica. El paciente debió ser internado en terapia intensiva, y hasta el cierre de esta edición, permanecía con asistencia respiratoria mecánica y pronóstico reservado.
El accidente
Cabe recordar que el desenlace del hecho involucró a un Peugeot 308 con dominio OFD 549, dirigido por la joven, que circulaba por avenida Buzón. Cuando el semáforo le dio verde para doblar, la conductora giró hacia la izquierda tomando Marconi y fue justo ahí cuando atropelló al hombre mayor que daba los primeros pasos para llegar al otro lado de la acera. Según las fuentes policiales, el reflejo del sol podría haber sido la causa de que no distinguiera la figura.
Tal como indicaron el padre de la joven y los testigos que presenciaron el accidente, la mujer iba a muy baja velocidad, por lo que el golpe debería haber sido leve. Sin embargo, el impacto generó lesiones de gravedad principalmente en la cabeza de Vila, de hecho sobre el asfalto quedaron rastros de sangre, que en un principio sospechaban que podrían haber sido de la pierna.
Ni el auto ni la chica sufrieron daños significativos, solamente el parabrisas quedó astillado.
En el lugar intervinieron los oficiales de la comisaría Primera que cortaron el tránsito y realizaron las actuaciones, como así también relevaron los datos de la conductora, que quedó en estado de shock nervioso.
Ella iba sola en el vehículo, pero ni bien avisó de lo ocurrido, su padre acudió con urgencia y minutos después, su madre. No solamente para resolver las cuestiones burocráticas sino para contener y calmar a la joven que no paraba de llorar.
Los efectivos procedieron con la rutina de pericias correspondientes a este tipo de accidentes, que incluyeron el croquis del accidente, fotografías del lugar y, además, el test de alcoholemia a la conductora.
De acuerdo a las palabras del papá, el problema fue que su hija no llegó a ver al transeúnte porque “hay un punto ciego en los autos modernos” que generan este tipo de confusiones. De hecho, aseguró que también esto le ocurre a las personas con más experiencia, pero es más probable en una chica con menos práctica en el manejo, como era el caso. De todas formas, insistió en que no transitaba a más de 20 kilómetros por hora.