ABORDAJE DE DELITOS
El fiscal Molinero expuso que "no tenemos que salir de Tandil para ver que hay menores víctimas de la prostitución"
El representante del Ministerio Público con competencia en Estupefacientes y Trata, sostuvo que a nivel local hay menores viviendo en situaciones de marginalidad y explotados sexualmente. Reparó en la necesidad de investigar el lavado de activos -delito directamente vinculado al narcotráfico- y en contener el consumo problemático, más allá del narcomenudeo.
El fiscal Fabio Molinero, titular de la Ayudantía Fiscal de Estupefacientes y Trata de Tandil, ofreció una entrevista al ciclo “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM, la radio de El Eco) para exponer la realidad con la que trabajan a diario en el Ministerio Público.
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El letrado remarcó que el tema drogas debe ser prioritario para la gestión política y para todos los ámbitos, para “después ir sobre los demás delitos. Si se pierde de vista se comete un error, a mi criterio", valoró.
Asimismo, reparó en que se registran en la ciudad diferentes niveles de conflictividad ligados a la trata de personas con fines de explotación sexual, en perjuicio de menores de edad. Ambos ejes, aseguró, tienen su anclaje social, sobre el que hay que intervenir con premura a partir de una multiplicidad de abordajes, que muchas veces fallan o no llegan a tiempo.
Molinero viene desde 2014 denunciando las falencias que existen a la hora de abordar el consumo problemático de sustancias y otras cuestiones, situación que genera un circuito cerrado que no logra romperse porque, en este escenario, la venta y el consumo siguen retroalimentándose y aumentando.
“Hace años que hablamos del mismo tema y trabajamos sobre lo mismo: quien vende estupefacientes queda detenido pero no hay penas altas y la posibilidad de reincidir es altísima”, subrayó.
Lavado de activos
Además, el fiscal hizo foco en que no se investiga el lavado de activos, un delito directamente vinculado al narcotráfico, sobre el que pesa cierta “desidia” a la hora de centrar los esfuerzos judiciales, que se dirigen más hacia el narcomenudeo.
“Caen las personas que venden en poca cantidad, que cometen el delito y terminan privados de su libertad, pero deberían caer quienes lavan dinero con esto y son los menos investigados. ¿Cuántas personas hay condenadas por lavado de activos? Tenemos más el foco sobre el narcomenudeo. ¿Cuánta lesión al bien jurídico hay de una persona que vende en escasa cantidad? Se debería menguar esa situación e intervenir sobre quienes hacen más daño, desde el punto de vista de la salud y el económico, porque obtienen réditos”, cuestionó.
En este sentido, amplió que “un joven vende drogas y lo tenés privado de su libertad, pero tenés un sujeto que lava dinero y no tiene control del Estado, quizás está inscripto como monotributista, pero es evidente que no le dan los números porque tiene más de lo que declara y no pasa absolutamente nada” y sostuvo que “tenemos que bajar el consumo y no se baja solamente tratando de investigar a personas que venden droga, se baja tratando de manera adecuada a la gente”.
Explotación sexual
En otro orden de cosas, el fiscal tocó un tema espinoso, que aunque parezca lejano, tiene su correlato a nivel local; la trata de personas con distintos fines, fundamentalmente la explotación sexual.
Desde su lugar, aseveró que es un delito que también se ha incrementado en el distrito y “tiene mucho que ver con la situación de marginalidad que se vive, no hay que salir de Tandil para darse cuenta de que hay personas que viven en situaciones extremas”.
Aunque estadísticamente la trata registraba números a la baja desde 2013, Molinero explicó que en el último año aumentaron las denuncias e investigaciones sobre el tema, y señaló su preocupación por ciertas situaciones que requieren de una ardua labor de trabajo coordinado por parte de la Justicia y los diferentes organismos estatales.
“Hay menores de edad viviendo en situaciones de marginalidad, víctimas de conductas de facilitación y promoción de la prostitución, que son delitos vinculados a la trata, delitos conexos”, dijo, en tanto describió que la mayoría de las veces son casos que se registran al interior del seno familiar, más que situaciones de esta índole en manos de proxenetas o redes.
“Hay mucho aprovechamiento, personas con poder sobre otras y se reproducen patrones culturales en medio de un importante quebrantamiento del tejido social. El delito se empieza a manifestar y preocupan los distintos niveles de conflictividad, por eso hay que tener los ojos abiertos y no perderlo de vista, porque se complica actuar después. Expongo estos temas para que se trabaje sobre ello, desde 2014 planteo muchas cuestiones que todavía están sin resolver”, cerró.