El doctor Cardoso a juicio, por el aborto clandestino realizado a una joven que terminó en el Hospital
El 3 de julio de 2018, la Justicia ordenaba un allanamiento en el consultorio del “doctor aborto”, cuando estaba realizando la práctica médica clandestina a una joven que tenía un embarazo de 16 semanas. Afuera, un grupo Pro Vida, rezaba y había intentado convencer a la mujer de que desistiera de su decisión. El dramático suceso tuvo su final investigativo y el controvertido médico va a juicio.
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Cuando el debate por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo estaba en plena ebullición, con la aprobación de la Ley por parte de la Cámara de Diputados pero al aguardo de la decisión de Senadores -que finalmente daría marcha atrás al proyecto-, en la cuidad sucedía una dramática situación sanitaria y con derivaciones policiales que ahora tuvo su correlato judicial.
Más precisamente, una denuncia motorizaba un procedimiento policial y un allanamiento en el consultorio de un médico mientras se encontraba practicando un aborto clandestino.
No se trataba de cualquier médico, sino de uno muy conocido dentro y fuera de esta localidad. Es sabido por todos que en el consultorio situado en 4 de Abril al 1100 se llevaban adelante abortos hace años. Y de hecho, el 26 de marzo de este año en una entrevista con el suplemento dominical La Vidriera de El Eco de Tandil, el médico en cuestión, Germán Cardoso, habló sobre las prácticas abortivas que llevaba adelante con total naturalidad. Tiempo atrás, más precisamente en el año 2011, el canal televisivo Telefé le realizó una cámara oculta a raíz de lo cual estuvo algunos días detenido por ese mismo motivo.
En esta oportunidad, es una denuncia “anónima” al 101 derivó en el allanamiento al consultorio, y la posterior aprehensión del médico.
En el procedimiento, se encontró a una joven a la que le habían practicado un aborto y se encontraba sedada.
Por aquellas tensas horas, desde la Policía no se dio a conocer de dónde provino la denuncia, pero en un primer momento se comentaba que la misma podría haber surgido de un grupo de personas que estaba rezando el rosario en la puerta del consultorio.
De acuerdo a la información que se pudo obtener más luego, era habitual que ese grupo de personas, que pertenecen a distintas iglesias de la ciudad, se encontraban en la puerta del consultorio rezando, sobre todo desde que se dio inicio al debate para la legalización de la práctica.
En ese delicado contexto, aquel mediodía de julio de 2018, estaban rezando cuando llegó la joven que tenía turno para realizarse el aborto, en ese momento se acercaron a ella antes de que ingresara al consultorio e intentaron convencerla de que no interrumpiera su embarazo. No obstante, la joven continuó con su decisión e ingresó al consultorio mientras que las personas siguieron rezando en la puerta.
El allanamiento
El allanamiento llevó varias horas, se secuestró medicación, dinero, aparatos e instrumental médico, que a la postre fueron peritados para determinar si se utilizaban para efectuar abortos clandestinos.
La joven fue trasladada al Hospital Ramón Santamarina, donde se la examinó y quedó internada en el piso común del área de ginecología. Según el parte médico, estaba estable y lúcida y quedó asentado en el expediente judicial que efectivamente había secuelas de un aborto.
El acusado en libertad
Tal se preveía de acuerdo a lo que marca el Código Penal respecto a la pena en expectativa por el delito endilgado (de 1 a 4 años de prisión), el médico Cardoso recuperó su libertad al día siguiente, tras ser notificado del delito endilgado y negarse a declarar.
Por el hecho, el fiscal Damián Borean le imputó el delito de “Aborto consentido”, figura que contempla una pena en expectativa de uno a cuatro años, lo que resulta excarcelable. Una vez anoticiado de la imputación en su contra, y pasadas las horas, se resolvió la libertad del acusado. Entre las medidas solicitadas, se peticionó que el médico no pueda irse del país, que conforme un domicilio y acuda a la sede de fiscalía al momento de ser citado. Además de continuar procesado por el delito citado, también el ministerio público ordenó que se libren actuaciones al Colegio de Médicos, ente que podrá evaluar y consecuentemente resolver sobre la conducta del matriculado. Incluso se diligenció que se verifique la habilitación del consultorio donde Cardoso trabaja y realizó la práctica abortiva.
Sobre la libertad al médico cuestionado, también se sopesó el estado de salud. Según trascendió, Cardoso es insulino dependiente, lo cual requiere un seguimiento farmacológico, al igual que padecer un colesterol alto.
Ya sustanciada la causa, el fiscal ahora solicitó la elevación a juicio de las actuaciones respecto del imputado German Pablo Cardoso, como así también se pidió el sobreseimiento total de la joven involucrada.
La acusación
Se desprende de la acusación que Cardoso, previo acuerdo y recibiendo la suma de 30 mil pesos, aproximadamente a las 9 del 3 de julio de 2018, en el interior de su consultorio de calle 4 de abril 1188, realizó prácticas abortivas sobre una joven con el consentimiento de ésta. Que así causó a interrupción del embarazo y la consecuente muerte del feto gestado.
Como segundo hecho imputable, se detalló en la acusación que en el interior de dicho consultorio médico, en circunstancias en que la policía llevaba adelante el allanamiento y secuestro (entre otras cosas, de teléfonos celulares del imputado), el doctor intentó sustraer al menos uno de sus dos teléfonos celulares personales, los que -con su contenido y sus comunicaciones estaban destinados a servir de prueba en la citada causa ante la fiscalía y tribunales competentes y, en ese momento, estaban confiados a la custodia de los mencionados funcionarios policiales intervinientes que debía secuestrarlos en cumplimiento de la orden judicial aludida.
Cardoso no pudo consumar su cometido ilícito por causas ajenas a su voluntad, habida cuenta de que, a instancias de personal policial -que había advertido su actuar ilícito- y de la fiscalía, debió restituir el aparato celular que había tomado para sí y colocado en su morral.
Los hechos que se tienen por demostrados y endilgados a Cardoso, encontraron basamento probatorio en lo aportado por los testigos oportunamente incorporados al expediente, más los informes médicos y demás elementos que oportunamente se secuestraron en el procedimiento en el consultorio.
El relato de una escena dramática
Del expediente al que este Diario tuvo acceso, se detalla el testimonio directo e incriminante del hermano de la joven, quien ratificó lo vivido con el médico acusado y de cierta manera detalló los dramáticos momentos vividos junto a su hermana.
Él supo relatar ante los judiciales que hacía una semana que había tomado conocimiento por propios dichos de su hermana que estaba embarazada y que llevaba 16 semanas de gestación.
Contó que su hermana estaba muy desesperada ya que no quería tener ese bebe en virtud de que la misma se encontraba sin trabajo y no iba a poder mantenerlo bajo ningún punto de vista. Que es así que ella misma a través de la red social de Facebook se contacta con un grupo de mujeres llamadas “Mujeres Unidas”, las que están a favor del aborto, para posteriormente contactarse con una página llamada “Médicos por el derecho a decidir” y es en ese lugar es donde pudo contactarse con un médico de esta ciudad llamado Cardoso.
Que revelaron a través de internet que efectivamente existía un médico con esos datos y por ello que posteriormente telefónicamente su hermana se contactó con éste médico, quien para prestarle sus servicios le solicitaba una tarifa de 40 mil pesos para realizarle el aborto.
El hermano detalló que al día siguiente él se contacta con Cardoso y le manifiesta que no llegaban a juntar ese dinero, y es por ello que se ponen de acuerdo en que debían abonarle la suma de 30 mil pesos en efectivo. Tal es así que le realizaron una transferencia bancaria desde su provincia de origen la que formalizó un amigo depositándole la suma de 5 mil pesos y el resto se lo entregaron en mano cuando llegaron al consultorio.
El testigo reseñó que arribaron en colectivo a esta ciudad y tomaron un café en la Terminal, y siendo aproximadamente las 8 ambos fueron hasta el consultorio de Cardoso. Al llegar a la puerta observaron la presencia de dos hombres que estaban en la puerta, lo que les llamó la atención ya que ambos se encontraba rezando.
Su hermana comenzó a hablar con uno de ellos y estos se ofrecieron desinteresadamente a llevarlos tomar algo, ya que lo mismos pertenecen a una agrupación llamada “Salvemos las dos vidas”.
Estando a la espera reciben un llamado por parte del médico que les informa que ya se encontraba en el consultorio y ante ello unas de la chicas perteneciente al grupo Pro Vida decidió llevarlos hasta el lugar donde ingresó él junto a su hermana y siendo recibido por Cardoso.
La joven, previo diálogo que mantuvieron con el doctor, le hizo la entrega de los 25.000 pesos, discriminados en dos billetes de pesos para luego ser trasladada hasta una sala contigua, mientras él permaneció en la sala de espera, ya que Cardoso le ordenó que no entrara.
Añadió que desde el interior el médico cerró con llave y puso la música más fuerte, pero a pesar de ello quién habla comenzó a escuchar gritos de dolor de su hermana, cuando en un momento sintió que golpearon desde la vereda y es por ello que salió el médico y abrió la puerta de calle siendo que estos eran policías.
El testigo reseñó que antes de abrir la puerta, el médico le dijo que había terminado con su hermana y que solo tenía que esperar que se despertara.
En ese instante fue que ingresó la policía y cuando observó que su hermana se despertó pero estaba como ida y “balbuceaba”, decidió llamar a la ambulancia para que su hermana fuera trasladada hasta el Hospital porque no se la veía bien.
El hermano dijo desconocer quién pudo haber llamado a la policía para que concurra al consultorio al momento de practicarse el aborto.