El detenido por el crimen en La Movediza implicó a la mujer que también estuvo en la casa de la víctima
Fue arrestado el sábado pasado por el delito de “Homicidio en ocasión de robo”. El jueves pidió declarar ante el fiscal de la causa para dar su versión de los hechos. Contradijo el testimonio de la mujer y dijo que fue él quien salió a comprar a un comercio del barrio, lo cual quedó registrado en las cámaras de seguridad. Continúa la investigación tendiente a determinar qué sucedió la noche del viernes en la casa de Chubut al 2000.
En el marco de la investigación por el crimen de Roberto Rafael Molina, el hombre de 73 años que fue golpeado en su casa de La Movediza, este jueves la causa por “Homicidio en ocasión de robo” sumó la declaración indagatoria del detenido, que pidió presentarse ante el fiscal para dar su versión de lo ocurrido en la noche del viernes 29.
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Luego de negarse a declarar el domingo pasado, haciendo uso del derecho que le asiste, Edgar Marcelo Carabajal (32) fue trasladado a la sede judicial, donde hizo un relato de lo sucedido en la vivienda de Chubut al 2000, ante el titular de la UFI 3 Luis Humberto Piotti.
Según lo indicado por fuentes judiciales, este jueves, tras una rueda de reconocimiento de personas, el imputado pidió declarar y en la indagatoria apuntó contra la mujer con la que estuvo la noche del viernes en el domicilio de la víctima, a quien sindicó como la presunta autora del hecho.
Sostuvo que fue él quien salió de la casa de Molina para ir un comercio a comprar bebida y no su compañera, lo cual habría quedado acreditado en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del local, pero también sumó otros elementos que obligarán a ampliar la investigación para determinar qué fue lo que sucedió en el interior del domicilio.
Sin desestimar ninguna hipótesis, se esperan avances que se enfoquen también en el rol de la mujer.
La declaración
Tal cual se desprende de sus dichos, el detenido estuvo junto a la mujer en el interior de la propiedad. Si bien la sindicada por el detenido había declarado que, en un determinado momento, salió a comprar una cerveza a un mercado del barrio y que, al regresar, se encontró con la escena, una prueba incorporada a la causa contradice este punto. El material captado por una cámara de seguridad ubicada en el comercio permite observar a Carabajal.
En ese contexto, el sospechoso expuso que, al regresar a la propiedad de Chubut al 2000, vio a la mujer en la escena donde también estaba Molina ya herido.
Sobre las manchas de sangre que tenía la remera que utilizó ese día, secuestrada por la policía durante el allanamiento en su casa, el detenido sostuvo que se las hizo al intentar auxiliar al herido y agregó que incluso le habría dicho a la mujer que debían llamar a una ambulancia para que recibiera asistencia médica, pero ella se habría negado.
En ese contexto también refirió que en un momento le dijo que se retiraba del domicilio y que si él quería que se quedara, pero que eligió salir detrás de ella.
En tanto, el detenido también relató ante el fiscal que la sospechosa aparentemente no tenía dinero y que, después de lo sucedido, sacó un monto significativo de efectivo con el que habría realizado una compra de mercadería en la noche del viernes, cerca de las 22.
El caso
Tal como se precisó en esas páginas, en la madrugada del sábado pasado la policía fue alertada sobre un violento suceso que se desencadenó en el interior de la vivienda ubicada en Chubut, a pocos metros de la esquina de Azucena, donde el morador, Roberto Rafael Molina (73), recibió un fuerte golpe en la cabeza que le produjo el deceso, horas después, en el Hospital.
El hombre fue encontrado por su nieta tendido sobre la cama. Visiblemente herido, la víctima relató quiénes serían los responsables del ataque, lo que permitió un avance en la investigación para dar con los posibles autores.
Junto a los testimonios de vecinos y familiares, más la confesión clave de la mujer que acompañaba al agresor por esas horas del trágico hecho, los investigadores pudieron dar con el sospechoso, que no era ajeno a la vida cotidiana de Molina e incluso, solía visitarlo en su vivienda.
Dicha circunstancia también fue corroborada de inmediato por las primeras impresiones de la escena del crimen, siendo que no había puerta o ventana forzada alguna, en lo que podría suponer un ingreso violento a la vivienda con fines de robo. Se estaba frente a gente conocida entre víctima y victimario, hipótesis que rápidamente quedó al descubierto.
Con órdenes de allanamiento en mano, funcionarios policiales ingresaron a cuatro domicilios, en los cuales secuestraron elementos con valor probatorio y parte del dinero que sería de la jubilación del atacado. Asimismo, se procedió a la aprehensión de Edgar Marcelo Carabajal (32), el señalado por los testigos.
El imputado fue alojado en los calabozos de la comisaria Primera y quedó a disposición de la Justicia por el delito de “Homicidio en ocasión de robo”.
Reconstrucción
De acuerdo a lo indicado por fuentes judiciales, Molina fue hallado por una nieta en los primeros minutos del sábado, tendido sobre la cama, aún con signos vitales.
En ese breve contacto, y mientras se aguardaba por el traslado en ambulancia hacia el Hospital Municipal “Ramón Santamarina”, la víctima habría aportado algún dato sobre la presencia en su domicilio, instantes previos, de dos personas. En concreto, informó sobre un hombre y una mujer con quienes había compartido la noche del viernes.
Alertada la policía sobre lo acontecido, comenzó la reconstrucción del caso, sumando el testimonio de vecinos y familiares, hasta que dieron con la mujer a la que habría hecho referencia Molina.