Tras varios días sin conocerse su paradero, el hombre señalado por su expareja por violencia y violación se presentó en las últimas horas en la policía. Ahora se “puso a derecho” y aguarda por definiciones procesales ante el grave hecho que se le endilga.

Se trata del acusado de protagonizar escenas de extrema gravedad y dramatismo que sufrió una mujer que denunció haber sido sometida sexualmente por quien fuera su pareja, quien una vez consumada la agresión y ante la intervención de un circunstancial automovilista, se fugó de la escena.

Efectivamente, tras días sin conocerse su paradero tras el hecho, y luego de concretarse una serie de allanamientos en propiedades donde se lo ubicaba como residencia, en las últimas horas el buscado se apersonó espontáneamente en la sede policial de la Sub DDI junto a una asesora legal.

Una vez dispuesto a derecho, el acusado, identificado como Luis Hernández, fue notificado del delito que se le imputa: “Abuso sexual y privación ilegal de la libertad”, figura delictiva que podría inferir próximas decisiones judiciales sobre su estado procesal.

Hasta aquí, la justicia ordenó una restricción de acercamiento, como así también una custodia para la víctima.

En el mismo acto, el acusado dejó también el auto en el que habría circulado y trasladado a la víctima para cometer el abuso sexual, en un descampado del paraje La Porteño, zona de La Elena.

Asimismo, dejó a disposición de la Justicia los dos teléfonos celulares. El suyo como el de la expareja al que le habría arrebatado cuando la privó de su libertad para acometer el aberrante suceso sexual, en medio de golpes y forcejeos.

Tanto el auto como los aparatos celulares serán sometidos a peritajes, en pos de acreditar la versión de la víctima sobre las agresiones padecidas dentro del rodado, como así también posibles llamadas, mensajes que permitan determinar la relación violenta en un contexto de violencia de género, con la salvedad que dichos elementos de prueba pudieron ser manipulados por el acusado frente a los días que pasaron desde el hecho hasta su presentación.

El hecho

Como oportunamente se informó en éstas páginas, el grave episodio fue denunciado alrededor de las 16 del jueves pasado, cuando una mujer visiblemente golpeada y acongojada por lo padecido en manos de quien hasta hace unos meses era su pareja, logró reproducir ante las autoridades policiales y judiciales después, el aberrante abuso sufrido.

La escena comenzó desde las primeras horas de la mañana del día citado, cuando el hombre concurrió al domicilio de la mujer a recoger al niño menor de edad del que son progenitores para llevarlo al jardín, como lo hacía prácticamente todos los días cual rutina.

En dicha circunstancia, el hombre observó a su exmujer y la indagó por una supuesta salida que había tenido la noche previa, consignándole que había notado que aún su rostro evidenciaba maquillaje, entre otros detalles.

La mujer, sin interés en darle mayores explicaciones atinó a negarle la versión que elucubró el sujeto, quien desistió de su interrogatorio y llevó a su hijo al establecimiento educativo.

A media mañana, el hombre volvió al domicilio de la mujer, a quien le dijo que el hijo estaba enfermo y que requería su presencia para llevarlo a un centro asistencial, según le habían avisado del jardín. A lo cual la mujer subió al auto del exmarido sin dudarlo y sin especular sobre el infierno que más luego iba a atravesar.

Privación de la libertad y abuso

Una vez ambos en el auto ya en marcha, la mujer advirtió que se conducían a toda velocidad, pero hacia otra dirección, no al encuentro de su hijo. Sobre lo cual la mujer empezó a notar la virulencia del hombre quien empezó a recriminarle una presunta nueva relación con otro sujeto, a lo cual la mujer le pidió que la dejara bajar, cosa que él se negó e incluso le sacó el teléfono celular.

Si bien contó que intentó saltar del coche, ella señaló que resultó imposible ante el temor por la velocidad que había emprendido el irascible sujeto que condujo hacia la zona de La Elena, más precisamente en el paraje La Porteña, donde detuvo su marcha.

Una vez el auto detenido, la víctima logró abrir la puerta y salir del auto, pero tras sus pasos el violento la siguió y la interceptó, obligándola entre forcejeos y empujones a volver a ingresar al rodado, ahora en el asiento trasero.

De acuerdo a la denuncia de la víctima, esta buscó resistirse, pero el exesposo empezó a golpearla con las manos abiertas e incluso la tomó del cuello, cuando ella ya estaba echada boca.

“Si tenés relaciones conmigo te dejo ir”, le ofreció perversamente en medio del forcejeo en el cual la mujer no podía zafar del violento acoso y abuso, hasta que finalmente con extrema violencia le sacó las prendas y la violó.

Una vez consumado el abuso, la mujer logró reincorporarse y, como pudo, salió del auto, descalza y con los vestigios de la ropa arrancada, corriendo en busca de un auxilio que, casualmente llegó, mientras que detrás la venía siguiendo el agresor a bordo del auto.

En dichas circunstancias circulaba una pick up cuyo conductor advirtió la situación desesperante de la mujer que pedía socorro y llamó a la policía. Cuando intervino el vecino solidario, el abusador se dio a la fuga, que al cierre de esta edición aún tenía paradero desconocido.

En tanto, la mujer fue socorrida primero por un móvil policial que arribó al lugar y más luego el servicio ambulatorio, que trasladó a la víctima al Hospital Santamarina, donde se corroboraron las lesiones padecidas y se la atendió según rige el protocolo de rigor bajo las detalladas sensibles circunstancias.

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