Dictaron la prisión preventiva para los acusados del crimen del cineasta
Ayer, el Juzgado de Garantías decretó que la pareja acusada de asesinar al productor audiovisual el pasado 14 de septiembre siguieran arrestados, ahora bajo la prisión preventiva, continuando así hasta se sustancie el juicio en el que sólo quedará por develar la calificación del trágico suceso delictivo.
En nada varió la situación procesal de la pareja imputada por el homicidio de Bruno Vergagni, a pesar de la versión que dio uno de los acusados. Más bien todo lo contrario. Su presente ayer fue ratificado por el juez de Garantías José Alberto Moragas, que confirmó la prisión preventiva para los sindicatos del brutal asesinato el domingo 13 del pasado mes en su departamento de calle Alem 1259.
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Consecuentemente, José Luis Anriquez y Juan Cruz Dante Álvarez seguirán tras las rejas hasta tanto se sustancie la instrucción penal a cargo del fiscal Damián Borean, rumbo a un futuro juicio en lo que quedará por dilucidar la calificación penal que pesará en sus respectivas espaldas.
Si bien Anriquez dio su versión de los hechos, responsabilizando a quien era hasta esa noche criminal su pareja, Álvarez, de la brutal agresión seguida de muerte, no sin después robarse pertenencias de la víctima cuando yacía en el piso bajo un profuso charco de sangre, en nada conmovió su confesión para el instructor judicial, quien tras contar con un profuso caudal probatorio en contra de ambos implicados, antes que expire el plazo que había pedido de prórroga para solicitar la prisión preventiva, elevó la pretensión procesal al Juzgado de Garantías, cuyo magistrado avaló ayer.
Cruzamientos de llamadas telefónicas, rastros de distintas huellas detectadas en la escena del crimen, estudios de cotejos ADN y demás elementos, forman parte de la prueba recolectada por la pesquisa para convencerse de la participación de los dos acusados en el homicidio, más allá que se ventilaron y ventilarán intereses contrapuestos entre ellos a la hora de ubicarse en el rol frente al sangriento suceso delictivo.
Como oportunamente se informó, más allá de las coartadas que ensayen los acusados con sus respectivos defensores, la fiscalía está convencida del material que se pudo recolectar como prueba como para endilgarles el hecho hasta aquí tipificado como “homicidio en ocasión de robo”.
Cabe consignar que al decir del informe forense, la muerte de Bruno data de unas 13 horas al momento del hallazgo. La amiga encontró la macabra escena a las 15 del lunes, por lo que se estima que el asesinato ocurrió en las 3 y las 5 de la madrugada del lunes 14.
En el caso de Alvarez, ya se corroboró a través de un resultado pericial que estuvo en el departamento donde mataron a Bruno. Se confirmó que una de sus huellas dactilares estaba en un vaso de la propiedad donde víctima y victimarios departieron una cena que luego, por razones aún no descifradas, terminó en un suceso tremendamente violento y mortal.
Respecto a la participación de la agresión y en especial sobre las sospechas para con Anriquez, se le constataron lesiones compatibles con un forcejeo o pelea, factiblemente con la víctima, cuyo cadáver advierte reiterados y salvajes golpes en el cráneo, descartándose –al paladar acusador- que se trató de una agresión sin intención de matar, más bien todo lo contrario.
Salir de compras
Si bien se especula que las defensas irían por un suceso íntimo que terminó de manera violenta porque “se les fue de las manos”, constan detalles en el expediente que llevan a pensar a la fiscalía que claramente se acordó una cita con fines delictivos como también letales, de acuerdo a la magnitud de los golpes propinados.
Una prueba relevante que en las primeras horas llevó a los investigadores a virar sus sospechas sobre Anriquez fue que un testigo, conocido de la víctima y que también sabía sobre el victimario, supo informar que en Instagram el imputado había subido una historia registrada en el interior del departamento de Bruno. Tras el homicidio, dicha historia fue borrada por el sospechoso.
Igualmente, como oportunamente se consignó, Anriquez fue identificado por otra imagen en las redes sociales por su “famoso” tatuaje, lo que permitió dar con él.
A propósito de publicaciones en redes sociales, consta en el expediente que días previos a la cita con Vergagni con final luctuoso, Anriquez había posteado sobre su apremiante situación económica, incluso difundiendo que estaba dispuesto a ofrecer su cuerpo por 8 mil pesos. Dicha circunstancia fue desmentida por el propio Anriquez en su declaración.
Según la hipótesis fiscal, post mortem Anriquez y Alvarez tras guardar lo sustraído de la casa de la víctima en su departamento, no sin antes descartarse de algunos elementos en el arroyo cercano a su casa, pernoctaron y al día siguiente, mientras los investigadores procuraban dar con sus paraderos, ellos estaban haciendo compras en el supermercado de Carrefour (consta registro de las cámaras), llenando un changuito del hiper con mercadería, por un valor aproximado a los 8 mil pesos.
Lo mataron con el premio de Tandil Cine
Según reza la acusación fiscal , en la noche del domingo 13 la pareja ingresaron Al departamento 7 del segundo piso del complejo habitacional de calle Alem 1259 con el permiso de Bruno Vergagni Sobral.
Una vez adentro, con la intención de robarle los acusados asumieron, con pleno dominio de su actuar conjunto, diferentes roles para emprender el objetivo delictivo, para el cual le aplicaron golpes a la víctima en diferentes partes del cuerpo, la tiraron al piso y la maniataron con el uso de cinta de empapelar en sus piernas con tres vueltas circulares completas. También, la golpearon e impactaron en numerosas oportunidades con un elemento de gran peso (un elemento duro con brazo metálico dorado que impresiona bronce con base de madera maciza y placa dorada que reza “Bruno Vergagni mejor productor 2° Tandil Cine…”) en el sector de la cabeza y en su brazo derecho. Así, le causaron las lesiones letales.