Desde la Policía aseguran que es común aprehender a menores robando en el Depósito Judicial
El viernes por la mañana atraparon a cinco menores in fragantti. En el lugar se depositan vehículos secuestrados por todas las dependencias policiales y el Municipio, pero sólo lo custodia personal de la Segunda.
Luego de que vecinos de Cerro Leones alzaran sus voces para reclamar una solución a los serios trastornos que les provoca el Depósito Judicial y Municipal de vehículos que funciona en la zona aledaña a los campos en los que residen, desde la Jefatura Distrital de Policía aseguraron que es muy común que aprehendan a personas robando en el lugar, pero como son menores, en pocas horas la Justicia los deja en libertad.
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El jefe distrital de Policía Rubén Frassi explicó que la custodia del predio se realiza con efectivos de la comisaría Segunda y se refuerza, en algunos casos, con personal de otras dependencias. No obstante, los hechos delictivos de la zona, como el abigeato denunciado por los vecinos o el corte de alambrados, corresponde a la Patrulla Rural.
Frassi indicó que es muy común aprehender a personas que sustraen motos o partes de vehículos en el predio y que de hecho, el viernes por la mañana, detuvieron a cinco menores que estaba robando allí. Sin embargo, como son menores, los ponen a disposición de la Justicia, que los deja en libertad y los entrega a sus progenitores, ya que es lo que legalmente corresponde.
Se trata de un predio en el cual se depositan vehículos correspondientes a todas las dependencias policiales de la ciudad, Patrulla Rural, Policía Federal, María Ignacia, Gardey, DDI, Policía Local, y también del Municipio por orden de la Justicia de Faltas, que es de grandes dimensiones, por lo cual su custodia no es sencilla.
Las quejas
De acuerdo al planteo de los vecinos, la vigilancia con la cuenta el predio es escasa y en ciertos horarios directamente nula. A raíz de eso, todos los días llegan personas al lugar y sustraen motos para luego pasar por los campos de la zona rompiendo todos los alambrados que se interponen en sus caminos. Aseguran que es un permanente tránsito de motos robadas y que no hay ningún tipo de control.
José Andraca, uno de los damnificados, manifestó que “yo creo que mientras funcione ese depósito ahí, a nosotros se nos acabó la tranquilidad, porque va a ser imposible en el lugar que está y del modo en que se maneja el sistema de control últimamente que eso sea controlado”.