Buscan a una tandilense de 40 años que desapareció en Cancún hace seis meses
Lorena Esther Balsamo fue vista por última vez el 11 de octubre pasado, en Quintana Roo, Cancún, donde vivía. Subió a un taxi en dirección a un banco, donde iba a depositar dinero de la venta de una camioneta. Desde Tandil, su hermana Patricia relató el derrotero para que le tomaran la denuncia y se activara el protocolo de búsqueda. “Es una locura, parece que estuviera viviendo una película. No lo puedo creer”, expresó con angustia.

Desde el 11 de octubre pasado, se desconoce el paradero de Lorena Balsamo. La tandilense de 40 años, que estaba radicada hacía 9 en Cancún, fue vista por última vez cerca de su casa en Quintana Roo, al abordar un taxi, un Chevrolet negó, rumbo al Banco Azteca, en la Plaza de las Américas. Tras seis meses de búsqueda infructuosa, su hermana Patricia decidió hacer público el caso, lo que permitió que en sólo horas la fiscalía mexicana incluyera a la mujer desaparecida en el Protocolo Alba, que coordina acciones para intentar dar con paraderos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn diálogo con El Eco de Tandil, Patricia contó que su hermana Lorena Balsamo lleva 9 años viviendo en México, de manera legal. Se radicó allí para trabajar, iniciando una empresa dedicada a instalar equipos de aire acondicionado que se llamaba Aires del Sur, junto a un socio mexicano.
“Hace aproximadamente 1 año y medio o 2, la empresa ya no funcionó más, y ella comenzó a hacer delivery”, contó la hermana, quien confirmó que “Lorena se casó acá, hace dos años, con un argentino también y él se fue hace aproximadamente un año a vivir con ella” en Quintana Roo, Cancún.
Preocupada, indicó que el último contacto que tuvo con Lorena fue el 5 de octubre pasado, una semana antes de que desapareciera. “Lo único que sé, según me comentó su marido, es que ella pidió un taxi para ir a la Plaza de las Américas y también iba a ir a un banco que está en la Plaza de las Américas, el Banco Azteca, para depositar la plata de la venta de la camioneta, que habían vendido esa semana”, reseñó.

Nacida en Tandil, Lorena Balsamo se radicó en la zona de Cancún hace 9 años.
Relató que “ella jamás llegó” al banco, mientras que al marido “le empezaron a llegar mensajes de que habían secuestrado a mi hermana. Él hace la denuncia, y después la policía descartó que fuera un secuestro pero yo ya no tuve acceso a más nada”.
En tanto, explicó que le llegó un indicio sobre un taxi negro, modelo Chevrolet, al cual pudo subir Lorena, pero no recibió imágenes que la muestren abordando el vehículo.
Trabas y una estafa
Patricia lamentó que en seis meses, “me pusieron mil y una traba para poder hacer la denuncia. Tuve comunicación con el consulado. Hice la denuncia acá, en la Policía Federal, pero no tenían jurisdicción. Después de hacer esto mediático, acá en Argentina, el lunes a la noche me tomaron la denuncia y me dieron el Protocolo Alba para mi hermana Lorena”.
En tanto, señaló que la policía de Cancún “en ningún momento se comunicaron ni respondieron los mensajes que les mandé. Recién ahora, hay una nueva línea de investigación con la denuncia que acabo de hacer, el lunes, y se activó el Protocolo Alba, que es para que la comiencen a buscar y saber qué pasó con mi hermana”.
Precisó la denuncia quedó radicada en la fiscalía de Quintana Roo y destacó la ayuda que le brindaron ONGs de ese país, porque “sin ellos tampoco hubiese podido lograr nada”, entre las que mencionó Siempre Unidas y Madres Buscadoras, que “son que llevan muchos años y tienen acceso más fácil a la fiscalía”.
Expuso que en México “hay muchísimos desaparecidos” y explicó que “Madres Buscadoras son ellas mismas las que salen a explorar los campos con la esperanza de poder encontrar a sus hijos en alguna fosa, es súper complicado lo que hacen, pero ellas ya llevan años en esto y tienen más acceso a la fiscalía”.
Entre todo lo que intentó para dar con el paradero de Lorena, la hermana menor contrató a un abogado en México. “Le mandé un permiso, un documento notarial de un escribano, para que él me represente en México. Lo peor que puede haber hecho fue mandar el documento por correo, tardó prácticamente casi dos meses y cuando le llega el documento, ahí empiezan las excusas”, explicó.
Víctima de una estafa, contó su “desesperación de estar al otro lado del mundo y encontrarme con estos sinvergüenzas, poro profesionales, con cero ética”.
Amenazas
Patricia explicó que tras comunicarse con el consulado en México y de buscar ayuda en la Justicia argentina, “entro en desesperación y digo alguien tiene que saber algo, entonces me subo a grupos de Facebook de México de personas desaparecidas, cuerpos sin identificar, me uno a todos los grupos de México que tienen un montón de gente. Subo la foto de mi hermana, con la fecha en que desapareció, pongo los datos de ella y tuve que poner mi número de teléfono porque no tenía otra opción”.
De ese modo, quedó expuesta para burlas y hostigamientos. “Cuando pongo mi número de teléfono, ni bien hago la publicación, me empiezan a llegar llamadas, mensajes. Al principio fue desesperante, porque la primera llamada les creí que tenían a mi hermana y ya después, a medida que fuimos hablando, que no tenían pruebas, lo empecé a descartar, pero sí recibí un montón de amenazas, que iba a terminar igual que mi hermana”, lamentó.
En ese sentido, señaló que en México hay búsquedas activas de muchas personas, por lo que se aconseja no difundir teléfonos familiares. En tanto, confirmó que ahora, con la ficha del Protocolo Alba, aparece el número de la fiscalía general del estado de Quintana Roo.
El caso de Belén
“Lo que tiene que hacer la fiscalía es ponerse a buscar y ver qué pasó con mi hermana. Yo necesito una respuesta, ya llevamos seis meses de esto”, reclamó Patricia, quien en enero inició una campaña pública de búsqueda en México y el último domingo optó por pedir ayuda a través de los medios de comunicación argentinos.
“Es muy desesperante, te da mucha impotencia. Después de seis meses, si no lo hubiese hecho mediático no me tomaban la denuncia. Es una vergüenza cómo se maneja todo”, manifestó con angustia.
Tras cuestionar el paso del tiempo en una situación con la que vive, puso como ejemplo la actitud con otra argentina, María Belén Zerda, que desapareció y fue hallada en la zona de Cancún, quien a los dos días de la denuncia tuvo el alerta Alba, protocolo que inicia la búsqueda. “Mi hermana la tiene después de seis meses”, lamentó y confirmó que el caso de Belén la alentó a hacer público lo que ocurría con Lorena, porque “hay otra argentina desaparecida también”.
Sin acceso a la primera investigación, que se abrió tras la denuncia del marido de Lorena, dijo que “lo único que pido es que hagan lo que tienen que hacer” y advirtió que en los comentarios, la gente del lugar dice que “Cancún está lleno de cámaras”.
Sobre los últimos movimientos de Lorena, aclaró que “a mí me pasaron que mi hermana se subió a ese auto”, en referencia a un Chevrolet negro y deslizó que “yo a mi hermana no la veo subir a ese auto, no tengo la cámara donde la veo a Lorena subirse”.
Por último, a miles de kilómetros de distancia, Patricia expresó que “es una locura, parece que estuviera viviendo una película. No lo puedo creer”.