En Chienno y Cabral
Asesinaron a sangre fría en la calle a un joven de 18 años por estar robando cables
La víctima fue identificada como Gianfranco Adaro, quien estaba manipulando cables del tendido público en Chienno y Cabral, y recibió al menos un impacto de bala. Producto de la gravedad de las heridas, murió poco después en el Hospital Santamarina. El presunto agresor es Emanuel Marino, de 38 años, que reside a pocos metros del lugar del crimen. Fue aprehendido por la Policía en la mañana de ayer, mientras circulaba con su auto por 11 de septiembre al 900 y quedó a disposición de la Justicia. Las imágenes de las cámaras particulares de la zona aportaron información relevante para avanzar con la investigación.
La ciudad amaneció ayer conmocionada por el homicidio de Gianfranco Adaro, un joven de 18 años que fue encontrado agonizando en la calle tras recibir al menos un disparo de arma de fuego.
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El macabro hallazgo se produjo en la esquina de Chienno y Cabral, a la 1.15 de la madrugada del lunes, cuando un llamado al 101 de una vecina alertó que una persona yacía en la vía pública. Al llegar, el personal de la comisaría Segunda constató que se trataba de un hombre mayor de edad quien a simple vista presentaba heridas de arma de fuego.
La víctima alcanzó a ser trasladada al Hospital Santamarina y pese a los esfuerzos de los médicos, falleció en la guardia producto de la severidad de las heridas . En ese marco, la UFI 8 de Tandil a cargo del fiscal Gustavo Morey instruyó una IPP caratulada como “Homicidio agravado por el empleo de arma de fuego”, a través de la cual se dio curso a la investigación de la muerte de Adaro.
En consecuencia, tras las primeras pesquisas llevadas a cabo en las inmediaciones del lugar, los peritos detectaron cámaras de seguridad privadas que permitieron ver los movimientos de la víctima y del agresor, identificado como Emanuel Marino, un ayudante de mecánico de 38 años que reside a escasos metros de la escena del crimen, exactamente en Chienno 271, donde el padre del señalado es un reconocido mecánico de la barriada.
De este modo, en horas de la mañana las fuerzas policiales allanaron la vivienda de la familia Marino, a pocos metros de donde apareció Adaro, sin resultados positivos. Minutos más tarde, tras un operativo cerrojo el acusado fue individualizado en 11 de Septiembre al 900 y aprehendido por el delito de homicidio, quedando a disposición de la Justicia en la Seccional Primera.
La hipótesis
La principal hipótesis se enfoca en que no había ningún nexo entre víctima y victimario ni un móvil concreto. En tal sentido, los investigadores postulan que el agresor habría observado al adolescente y a otro individuo robando cables en cercanías del domicilio.
En esas circunstancias, Marino tomó un arma de fuego y cuando los jóvenes se daban a la fuga en moto, efectuó al menos cuatro disparos de un arma calibre 22, uno de los cuales impactó contra Adaro en la nuca, provocándole la muerte poco después debido a la gravedad de la herida. En tanto, la otra persona que acompañaban al joven huyó tras la brutal balacera.
Al tomar conocimiento los uniformados del suceso y una vez arribadas distintas comisiones de dependencias policiales, llegó caminando a la escena un joven, quien dijo que arribó al ver unos destellos de presuntos disparos y el ruido precisamente de los mismos. Casualmente -dijo a los policías- era amigo del joven tendido en la calle, moribundo.
A priori, los investigadores no cuentan con testigos presenciales, pero sí las imágenes de los dispositivos de las casas particulares de la cuadra son más que elocuentes sobre cómo ocurrió el hecho y los protagonistas.
Sí como testigos de cómo Marino salió y disparó a quemarropa resultó su propia familia, que salió detrás de él de la casa y estaba cuando ejecutó al menos cuatro disparos.
Según la citada secuencia de las imágenes, dos jóvenes llegaron a la cuadra en moto. Adaro iba de acompañante, quien baja, se sube al poste del tendido eléctrico que se encuentra a unos 2 metros y medio de la casa de Marino, y extrae un pedazo del cableado, para luego volver a la moto y huir de la escena con su compañero que conducía el motovehículo.
En esos instantes, salió el vecino y sin más disparó contra la humanidad de los motociclistas que se iban del lugar, impactando uno de los disparos en la nuca de Adaro.
Entre los minutos que efectuó los disparos y arribó la policía, Marino se fue de su casa, hasta ser hallado a media mañana por la policía, en 11 de Septiembre al 900, a bordo de su auto.
Hasta el cierre de este edición, el arma no había sido hallada, por lo que se desprende que el agresor se deshizo de la pistola en ese lapso de horas entre que se fue de su casa y fue capturado.
Según se confió, hoy por la mañana, el detenido sería trasladado a la sede judicial, donde será notificado e indagado por el fiscal sobre el hecho endilgado, contando con hasta aquí la representación legal del defensor oficial Pablo Molina.