Asediados por la inseguridad, en Cerro Leones exigen respuestas de las autoridades
Aseguraron que cada vez hay más hechos delictivos y no ven patrullaje policial. “Es tierra de nadie”, expresaron y afirmaron que viven con miedo. Creen que gran parte de los ilícitos comenzaron con la toma de González Pacheco y zonas aledañas. Admitieron que ante la situación que viven, no les sorprendió el homicidio sucedido hace 15 días.
Vecinos de Cerro Leones alzaron su voz para exigir a las autoridades respuestas por el incremento de la inseguridad que viven hace ya varios meses. Creen que tiene que ver con esa situación con la toma de lotes en González Pacheco y zona aledaña, a poca distancia de La Movediza.
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Una de las vecinas que habló en representación de frentistas de la zona y que pidió preservar su identidad por temor, contó que cuando compró el lote en Cerro Leones hace aproximadamente 10 años pensó en tener una “mejor calidad de vida”, porque “era un barrio tranquilo”.
“Ahora hay una toma que ha crecido y llenó de inseguridad el barrio, la toma es la de González Pacheco. Evidentemente es reducto de delincuencia”, manifestó.
Y recordó que además entre mayo y junio se había armado una toma colectiva de unas tres hectáreas, frente al asentamiento de González Pacheco y que los ocupantes “robaron los alambrados de toda la zona”.
Además, “un conjunto de esas personas tomó una casa en esta zona, que la tuvieron que tirar abajo los vecinos para que se fueran los ocupantes, y la toma se diseminó. Desde ese momento hasta ahora sufrimos el asalto en las cabañas Las Nazarenas que fue terrible, que golpearon y amenazaron a tres personas, una de las cuales no volvió a dormir”.
Recordó que el hecho fue en mayo y que los delincuentes “golpearon a dos señoras, una de 70 años y una 90 con alzheimer, les pusieron un arma en la cabeza, al puestero lo golpearon y lo ataron, lo dejaron tirado bajo la helada, se salvaron porque se tenían que salvar. Las mujeres se mudaron y el puestero no duerme, vive despierto”.
“Tenemos miedo”
Además, contó que en la zona de Valle Sereno (frente a Cerro Leones pero del otro lado de la ruta) una vez por semana entran a una casa a robar.
En su caso puntual en los últimos tres años le robaron tres veces en su casa. “En una no sé dónde terminaron las cosas y en las otras dos culminaron adentro de la toma Pacheco, y se venden los televisores por nada, por monedas. En una estábamos vigilados porque salimos y entraron al toque, el tema es que como nosotros estamos lejos, la policía tarda mucho en llegar, y cuando llegan ya no encuentran nada”, lamentó.
El último robo que sufrió fue cinco meses atrás, cuando le sustrajeron una computadora y un televisor para lo cual rompieron dos aberturas, una con una piedra y la otra la barretearon.
“Del depósito de motos municipal se roban todo, y toda las noches hay alguna corrida o se llevan algo, los que roban motos se meten dentro de las casas. Tenemos miedo, estamos inseguros, había hechos de inseguridad antes pero no tanto como este año, ahora cada vez es peor”, sostuvo.
Y explicó que “lo primero que desaparecen son los alambrados que los usan para marcar la toma. Había unos chicos que habían puesto un almacén en esa zona y lo tuvieron que cerrar porque no les dejaban ni las garrafas, frente a la toma. Y ahí también está la gente que tiene cabañas que tiene rejas hasta en el baño, porque viven con miedo”.
“Los autos acá nadie los deja afuera porque se los rompen, se los rayan, tiran piedras. En el colegio tiran piedras, rompen vidrios, no se vive bien. Las cuestiones de inseguridad son constantes”, sostuvo.
En tanto, indicó que “todos los días roban en algún lugar, ahora robaron en la iglesia, están todo horrorizados por lo que estamos viviendo. Me contaron incluso que dentro de la toma venden los lotes”.
Tierra de nadie
“Lo del hombre que mataron a nadie le sorprendió porque después de lo de Las Nazarenas (que fue en Azucena al 2300), esperábamos cualquier cosa, porque que le hayan puesto un chumbo a una mujer de 100 años que tiene alzheimer ya te da la pauta de cómo se manejan, es terrible”, afirmó.
Asimismo, contó que “un vecino me contaba que el otro día se le cruzaron tres tipos delante del auto, no lo dejaron avanzar y los tuvo que levantar para llevarlos al centro. Me dijo que iba temblando, pensó que los limpiaban”.
“Ahora también empezamos a convivir con la gente que viene a las cavas a drogarse, a tomar, y eso genera una situación de conflicto terrible en el barrio”, agregó.
Además, aseguró que no se ve patrullaje policial por la zona y admitió que es “tierra de nadie”.
“Lo que estamos viviendo no son robos menores, cuando fue esa toma grande se manejaban con total impunidad, te robaban el alambrado y caminaban al lado tuyo con el alambrado bajo el brazo”, indicó.
Y añadió que “no les importa nada y da miedo porque si tienen esa impunidad, son capaces de hacer cualquier cosa”.