Verdad de Pedro Grullo o perogrullada
La Real Academia Española define al término “Perogrullo” en su diccionario virtual como: “personaje ficticio (sic) a quien se atribuye presentar obviedades de manera sentenciosa”.
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Verdad de Perogrullo o perogrullada es una verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla. Más en criollo, podríamos traducirla como “gastar saliva al cuete”.
Una de las perogrulladas que me resultan más geniales es la siguiente: “Nuestro horario: abrimos cuando llegamos, cerramos cuando nos vamos, y si vienes y no estamos es que no coincidimos”.
Las perogrulladas vienen desde hace siglos. Cervantes y Quevedo las tienen en sus escritos. Pero en nuestros días no dejan de estar presentes, intensificándose las perogrulladas en tiempos de Covid.
Veamos.
En cualquier programa se toman su tiempo para brindarnos cifras de la pandemia.
Según datos estadísticos emanados de organismos gubernamentales, tomando el ejemplo de lo que ocurrió el lunes 24 de agosto, había diagnosticados con Covid 359.638 argentinos, de los cuales murieron 7.564. Y ante estas abrumadoras cifras comienza la perogrullada de expresiones como “la buena noticia es que se recuperaron 263.202 pero hay contagiados lamentablemente 88.872 argentinos aún”. Lo sorprendente es que las cuentas cierran de manera certera, cual problema de alumno de quinto grado. Lástima que las cuentas de la economía no cierren de la misma manera.
Como célebres autores de la lengua hispana hoy tenemos un digno representante de las expresiones de Pedro Grullo. El actual Gobernador de Buenos Aires no escatima tiempo en su expresión oral, afirmando que es el mandatario de la provincia más habitada y compleja del país. La estupenda oratoria de Axel Kicillof tiene afirmaciones contundentes como “si me testean hoy y doy negativo puede ser que mañana se me positive”. o “el coronavirus no es una enfermedad que sea bueno contraer”. Después de tomarme un tiempo exacto al de sus disertaciones para analizar las frases, estuve a punto de enviarle un Whatsapp preguntándole si hay alguna enfermedad que sea bueno contraer. No lo hice. No tengo el número de su celular y el hecho más importante de no averiguarlo fue que me dio terror que conteste con un mensaje de audio.
Las expresiones de Perogrullo suelen convertirse en tautológicas. Y un digno representante de este tipo de vocablos es el Dr. Ginés González García. “Es un virus desconocido, difícil de manejar y con una capacidad de difusión extraordinaria. Así se muestra en el mundo”. Como hubiese dicho mi abuela, el 26 de junio al escuchar al Ministro: para muestra basta un botón.
Bajo el imperio de Coronavirus no todo es perogrullada tautológica. También tenemos cliché, como el expresado por el Dr. Duhalde. El cliché marca la falta de creatividad en los discursos y lo atemporal y atrasado que suelen ser. Resulta sorprendente que con tanta “capacidad” mental que tiene el ex presidente, se haya olvidado que asumió en un contexto económico muy similar al actual, con corralito, sin dólares el BCRA, sin el deseo de tener pesos, con desocupación y miseria y con gran emisión monetaria. Hoy hay que adicionar la diferencia cambiaria y que el Estado, más allá de su cuarentena centenial sancionada, es mucho más deficitario.
A quienes peinamos canas o nos quedamos sin pelo, no deja de sorprendernos la diferencia existente entre estos peronistas y aquellos que existían cuando el General vivía. El mensaje de la “Argentina Potencia” es la perogrullada que ha quedado olvidada.
No caben dudas que el Covid trae efectos colaterales en el decir, por lo menos de los dirigentes. Lo que estoy pensando es que también produce efectos en quienes escuchamos. Si no, no tendrían tantos puntos de rating, tantos centímetros ocupados en la prensa escrita y tantos memes en las redes sociales. Sin dudas, estamos afectados.