Una nueva letra en el abecedario postcrisis: la K
Las crisis económicas han existido siempre. Tienen diversas causas, pero es parte del proceso natural de una economía. Lo que muchas veces discutimos los economistas es qué sucede luego de una crisis.
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La crisis en forma de V es la que tiene una fuerte caída, pero se recupera rápido la actividad económica, usualmente asociadas a crisis financieras. La crisis en forma de U son más traumáticas porque cuesta trabajo salir de las mismas. Y la W tiene un pequeño recupero antes de volver a caer en una nueva crisis y, además, como las U, cuesta salir.
Nada garantiza que uno salga de las crisis y existe también la posibilidad de caer en una L, que es el escenario más indeseable. Estamos atravesando una nueva crisis mundial, muy distinta a las últimas que hemos vivido, y ya se está hablando de una nueva letra para la post crisis, la K.
Ciertamente no tiene nada que ver con analogías políticas locales, sino que surgió en los EE.UU. Se refiere a un escenario donde en la salida, los ricos se hacen más ricos (la parte de arriba de la K, salen en V), y a los pobres les cuesta más salir. En términos económicos, lo que se está viendo es que la crisis beneficia a grandes empresas, como Amazon, Google, Apple, y perjudica a pequeñas empresas que no tienen la espalda para soportar el largo período de recesión, ni la escala y recursos para encarar el cambio tecnológico que esta crisis ha acelerado.
Todos hablan del “new normal” o la nueva normalidad. Parece haber consenso que no vamos a volver a los patrones de consumo previos a la crisis, y que la virtualidad forzada que estamos viviendo tendrá secuelas, acelerará cambios, tanto en la forma de trabajar como en la de consumir.
Los mercados virtuales son más grandes, lo mismo que las empresas que los liderarán. Serán menos empresas y más grandes, una nueva era de la concentración de empresas. Seguramente no será todo virtual, por el contrario, nosotros los consumidores valoraremos mucho más la experiencia del consumidor luego del Covid. ¡Cómo vamos a disfrutar el próximo viaje, las próximas vacaciones o un simple asado con los seres queridos! Esa valoración tal vez nos lleve a un consumo distinto, menos frecuente pero de más calidad. Tal vez demandemos comercios mejor puestos, con buena atención y calidad. Para comprar barato y sin buena atención tengo la web. Por lo que no creo que el retail tradicional perezca, pero sí va a cambiar mucho.
Sin lugar a dudas tendremos un mix de consumo donde las compras virtuales incidan mucho más que pre-crisis. También es cierto que si miramos de cerca a las megas corporaciones que se vienen expandiendo a gran escala, muchas son retailers de terceros, como es el caso de Amazon, Alibaba y Mercado Libre, tres gigantes del sector. Estas empresas, si bien crecen en escala, al mismo tiempo democratizan mucho el comercio, porque permiten la entrada de pequeños proveedores, justamente los que no tienen la capacidad de desarrollar ventas online ellos mismos. Esto lleva a que por un lado estas empresas escalen, a la vez que los proveedores tienden a hacerse más chicos. Este efecto K muestra los dos lados de la moneda. Los otros casos, como Apple y Globant, están mostrando una concentración en los ganadores. Mientras que las empresas que subieron mucho como Tesla señalizan el cambio tecnológico y está desplazando a las tradicionales del sector automotriz.
La evolución del precio de las acciones en los EE.UU. reflejó esta forma de K. Las subidas estuvieron lideradas por unas pocas acciones tecnológicas, las que mostraron una fuerte corrección en los últimos días, pero que no dejan de ser pequeñas para todo lo que habían subido.
Por ejemplo, Amazon cayó casi 10% en el último mes, pero lleva un acumulado desde el inicio del año de 60%. Tesla, el fabricante de autos eléctricos, lleva un para nada despreciable 833% en un año. Apple, otra que hizo una fuerte corrección en los últimos días luce un 102% interanual, y Alibaba 50%. Entre nuestras empresas también se vio algo parecido: Mercado Libre subió 85% y Globant 90% en un año. Todo esto en dólares, obviamente, y no tiene en cuenta los pagos de dividendos, que sumaría unos dólares más a la cuenta. Son ciertamente incrementos astronómicos para un año de crisis y pandemia. En el mismo período la que supo ser nuestra empresa más grande, Tenaris, cayó 53%, e YPF, 55%. Hoy Mercado Libre equivale, en valor, ¡a casi 6 YPFs!
Es cierto que el éxito de Mercado Libre no es reciente, ya que la empresa viene subiendo desde que salió a la bolsa, acumulando un incremento de 3.700% desde agosto de 2007. Para que se sienta absolutamente mal, si usted hubiese invertido mil dólares en agosto de 2007 en Mercado Libre, hoy tendría 38 mil dólares. ¡Y a Globant en el mismo período le fue aún mejor! Acumulando un incremento, siempre en dólares, de 4.600%.
YPF, nuestra empresa nacionalizada, cayó en igual período 84%. ¿Deberíamos acaso darle YPF a Galperín para que la maneje en lugar de criticarlo tanto? A propósito, pensarán que la caída de YPF se debe a la pandemia, o a la caída del precio del petróleo. Sí, algo de la caída se explica por esto, pero a YPF le fue peor que otras empresas similares de países de la región como Ecopetrol, la versión colombiana de YPF, que cayó en un año 40%, lo mismo que Petrobras Brasil. Parece poca la diferencia, pero no lo es, 15 puntos porcentuales peores, más de un 30% peor.
Es obvio que los árboles no crecen hasta el cielo, y estos números astronómicos asustan. Si se entra ahora, ¿es muy tarde? ¿Seguirán subiendo? ¿La corrección que estamos viendo continuará o ya tocó fondo? Algunos están hablando de burbuja en las tecnológicas como en el 2000.
A mi juicio, la analogía no tiene nada que ver. En el 2000 el mercado sobrevaloró acciones de empresas nuevas que no tenían ventas. En este caso estamos hablando de empresas con fundamentos y que vienen creciendo. La facturación de Globant pasó de 322 mil millones de dólares en 2016 a 659 mil en 2019, y las ganancias de 131 mil millones a 254 mil. Es una empresa que está creciendo. En septiembre de 2019 el valor de la compañía era de 20 veces su facturación, hoy es de 10 veces. Lejos de subir la relación del precio a facturación, se redujo, aunque es cierto que sigue siendo muy alta, lo que quiere decir que el mercado cree que las ventas de Globant seguirán creciendo. Los analistas que siguen a esta empresa creen que en 2021 esta empresa estará facturando entre 933 mil y 999 mil millones de dólares, producto de su constante crecimiento. Año a año Globant adquiere nuevas empresas y sigue su paso firme para ser un jugador de peso a nivel mundial. Hoy tiene 12.300 empleados, cuando en 2002 tenía 1.
Estas son historias de éxito de empresas argentinas para estar orgullosos. Se subieron al caballo de la globalización mundial de los servicios. Mercado Libre siendo en Latinoamérica lo que Amazon es para los EE.UU., o Alibaba es para Asia. Globant provee servicios de software a estas gigantes globales, se organiza en estudios y es una empresa muy descentralizada, lo que termina siendo como un complejo de pequeñas empresas trabajando juntas y dándole soluciones integrales a sus proveedores gigantes.
Lo que vemos es la globalización 2020. La pandemia aceleró el proceso de cambio tecnológico. En el nuevo universo empresario cada vez será más común ver empresas enormes, que superan a muchos países del mundo. Facebook tiene 2.700 millones de suscriptores mundiales mensuales, lo que representa el 35% de la población normal. Pero han surgido muchos competidores, también de un peso enormes.
Los procesos se aceleran. TikTok nació en 2016, fue la segunda App más bajada en celulares en 2019, y hoy ya supera los 800 millones de cuentas, algo que a Facebook le llevó muchísimos años.
El mundo que viene será mucho más dinámico, debemos estar preparados. ¿Y qué podemos hacer desde la Argentina en este mundo de unicornios? Cambiarlo obviamente no, no podemos ni aunque quisiéramos. ¿Deberíamos apoyar a los nuestros? China y los EE.UU. se pelean por sus unicornios, nosotros …
* Sebastián Auguste es Doctor en Economía por la Universidad de Michigan y Licenciado en Economía de la UBA. Es profesor de la Universidad Torcuato Di Tella y Director del Instituto de Economía de la UNICEN.
Licenciado en economía de la Universidad de Buenos Aires y Doctor en Economía (Ph.D.) por la Universidad de Michigan (EE.UU.). Director del Instituto de Economía de la Unicen. Profesor full-time en la UTDT y director del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) - UTDT.