ENFOQUE
Una empresa federal de litio argentino
En la Argentina liberal libertaria que conduce Javier Milei, hay un tema de debate que asoma con fuerza: el pleno aprovechamiento de los recursos naturales y su integración a procesos de agregado de valor.
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Especialmente importante resulta el caso del litio, mineral fundamental para el avance de los sistemas de almacenamiento energético que sostienen la electromovilidad y el funcionamiento de las nuevas tecnologías en todo el mundo. Por eso su demanda es creciente y su manejo estratégico.
El Presidente Milei ya definió las prioridades en esa materia. Quiere que Argentina cambie sus marcos jurídicos para que empresas y empresarios extranjeros, en especial Elon Musk, avancen en el negocio del litio argentino. Esa es su política.
Resulta llamativa su preocupación, porque hace ya tiempo que empresas extranjeras invierten en litio en el norte argentino y algunas de ellas -norteamericanas incluidas- se encuentran en fase de producción, han comenzado a comercializar y podrían aumentar sus inversiones.
Nuestro país ocupa la cuarta posición global en el ranking de productores mundiales de litio y ya operan aquí tres proyectos en fase de producción, con empresas nacionales y extranjeras: de Estados Unidos (Livent) y de Australia (Alikem), además de una sociedad argentina en la que tienen acciones una empresa canadiense y una china.
Por otra parte, unos 35 proyectos están avanzando con inversiones pero aún sin haber iniciado la fase productiva.
Hasta el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se ha involucrado. A través de BIDInvest, ya se está financiando un proyecto de litio en Catamarca, denominado “Sal de Vida”.
Pero Milei y los libertarios prefieren no registrar esa realidad. Están embarcados en un proyecto más amplio, que supone otorgar garantías direccionadas de negocios en distintas áreas de la actividad económica y comercial argentina. No es “el mercado”, por cierto, el ordenador de esas decisiones.
En el caso del litio, lo que se decida y ejecute en los próximos dos años puede marcar el destino de ese recurso argentino, propiedad de las provincias.
Se sabe que Milei intentará ejercer presiones para abrir la cancha a los negocios que ya anunció. Ante ello, no sirve sólo oponerse sin más. Corresponde tener una respuesta seria, racional y rápida.
Varias provincias argentinas, propietarias del litio, pueden asociarse para constituir una empresa estatal. La empresa federal de litio argentino.
Por cierto, ya existe YPF Litio S.A., pero los libertarios tienen decidido hundirla.
La idea no es nueva ni original. India, Arabia Saudita, Turquía y Rusia son algunos de los países que cuentan con empresas estatales de litio.
Bolivia tiene también su empresa estatal, Yacimientos de Litio Bolivianos (YTB), creada en 2017 bajo la dependencia del Ministerio de Energía.
México cuenta con LitioMx (Litio para México), un organismo estatal creado hace dos años para la exploración y explotación del litio mexicano.
En Chile ya están en marcha los planes para que la estatal CODELCO (especializada en cobre) y la Empresa Nacional de Minería (ENAMI), expandan con más fuerza sus actividades hacia el sector del litio.
Y en nuestro país, existen y funcionan dos empresas estatales provinciales de litio: Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE), y Catamarca Minera y Energética Sociedad del Estado (CAMYEN).
Ambas podrían asociarse con EMSE, de La Rioja (Energía y Minería Sociedad del Estado), y con REMSa S.A. de Salta (Recursos Energéticos y Mineros de Salta, S.A.), de capital estatal mayoritario.
¿Para qué armar una empresa federal de litio en Argentina? Principalmente para neutralizar o ponerle límites a una política pública primaria de entrega. Así de sencillo.
La nueva empresa, en manos de las provincias pioneras, podrá:
- Definir una estrategia de integración productiva con la cadena de valor. Si no se pudiera llegar hasta la producción integral de baterías, al menos avanzar hasta empalmar con la fabricación de algunos de sus componentes.
- Decidir asociarse a capitales privados, nacionales o extranjeros, seleccionando de manera exigente en qué proyectos de inversión participar. Esto ya lo hacen algunas provincias que cuentan con empresas públicas de litio.
- Abrir su propio capital accionario al sector privado, nacional o extranjero, asegurando siempre un mínimo del 51% de participación estatal provincial.
Las provincias argentinas son las propietarias del litio. Nuestro país tiene más del 20% de las reservas de ese mineral. No se puede entregar ese potencial de desarrollo a la propuesta bruta y antigua de los liberales libertarios.
Hay una alternativa racional con sentido estratégico, moderna, eficiente y rentable, tanto en términos económicos como sociales y ambientales. La Empresa Federal de Litio Argentino.