Opinión
Tiempos difíciles crean hombres fuertes
Donald Trump se convirtió este lunes en el 47° presidente de los Estados Unidos y fue contundente al asegurar que con su segunda gestión comienza "la era dorada" y termina con un "declive" que hasta hoy parecía inevitable.
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El mundo está cambiando y, por lo tanto, las reglas del juego se están escribiendo sobre la marcha. Lo cierto es que en los pequeños gestos se observa la realpolitik y esta asunción nos deja algunas claves que, sin duda, marcan el camino que tomará la administración Trump y el pulso de la geopolítica.
Si bien es cierto que a este tipo de ceremonias no suelen ser invitados los líderes de otros países, es fuerte el contraste y la importancia que han generado Milei, Meloni, Abascal y Bukele, frente a la ausencia de Pedro Sánchez, Ursula von der Leyen o Keir Starmer, entre otros.
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Es incuestionable que simbólicamente se busca un alineamiento con estos líderes emergentes que, aunque presumiblemente puedan tener un menor peso específico respecto de sus pares ausentes, en este nuevo reordenamiento mundial juegan un papel fundamental porque tienen un nuevo activo: un liderazgo que trasciende fronteras.
¡Son las métricas, estúpido!
Los que sí estuvieron fueron Musk (hoy X, antes Twitter), Zuckerberg de Facebook, WhatsApp e Instagram, y Bezos de Amazon. La fusión entre líderes carismáticos, entre muchas comillas, “de derecha” y “antisistema”, que se enfrentan a una tendencia de poder globalista, sumado a los dueños principales del territorio digital, da una pista bastante elocuente de cuál es la estrategia de poder de esta nueva administración.
Un argentino pasa, en promedio, seis horas frente al teléfono celular. Sí, seis horas. Supongamos que ocho duerme, otras ocho trabaja y las otras dos las ocupa para bañarse, lavarse los dientes, limpiar su casa, hacer trámites personales, hobbies, etc. Nos damos cuenta de la importancia actual de las redes. Esta quizás sea la respuesta a la llamativa relación entre Trump y Milei, ya que representa este nuevo tipo de liderazgo que entiende perfectamente la importancia de salir a conquistar el territorio digital.
Así como el cristianismo predicaba en la misa y el marxismo en las fábricas, las redes sociales representan hoy un mercado cautivo donde el ciudadano pasa gran parte de su día. Milei, primero con sus performances antisistema y hoy con resultados, ha marcado, sin lugar a dudas, un camino a seguir, al igual que Bukele en materia de seguridad.
Además, justamente por el alcance de las redes, generan un efecto contagio a nivel global, lo que facilita la pregnancia de esta “nueva derecha” en diferentes lugares del mundo. Por citar un caso, en Francia se formó el “Parti Mileiste Français”, algo impensable que suceda con líderes presumiblemente “más influyentes” o de países “del primer mundo”. Todas esas antiguas categorías están siendo revisadas.
“No los necesitamos, ellos nos necesitan”
Afirmó Trump de manera contundente, y así se comenzó a vislumbrar la relación que tendrá con América Latina. Este frente abierto con Brasil se le suma a la tensión con México por las deportaciones masivas, los aranceles, la guerra declarada a los carteles de droga al considerarlos “grupos terroristas” y el intento de recuperar el canal de Panamá.
Este contexto le otorga aún más valor al rol de Milei en el mapa geopolítico de América Latina, no solo como un centro estratégico en donde Estados Unidos pueda apoyarse, sino también por su protagonismo mundial en la batalla cultural, expandiendo las ideas en toda la región.
Una nueva era comienza; la victoria de Trump promete redefinir no solamente el sistema político e institucional, sino el mapamundi tal como lo conocemos. Se eleva el tono de la política internacional, polarizando las posiciones a niveles de la Guerra Fría, donde todo se define entre “ellos y nosotros”. En estos tiempos literalmente de guerra, la mesura y la moderación son vistas como señales de debilidad o peor, especulación personal. Más de lo mismo.
Michael Hopf dice que "los tiempos difíciles crean hombres fuertes; los hombres fuertes crean tiempos fáciles; los tiempos fáciles crean hombres débiles; y los hombres débiles crean tiempos difíciles". Es tiempo de hombres y mujeres fuertes".