LILIANA ISABEL CARABAJAL DE SANZBERRO&nbsp;&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/03/lilianacarabajal.jpeg" alt="LilianaCarabajal"></figure>Nació en Tandil el 3 de febrero de 1963. Falleció a los 62 años, el 1 de marzo de 2025.“Fue hija de Carmen Macho y de Héctor Carabajal, y hermana de Gladys.Se casó con Walter Sanzberro, junto a quien tuvo tres hijos: Sofía, Andrés y Antonella.Participaba de la feria de la Plaza Independencia, le gustaba salir a caminar, a desayunar o merendar. No podía faltar su café, que era su pasión,&nbsp; con su forma de disfrutarlo.Le gustaba viajar, estar con sus nietos y crear sus duendes en porcelana fría, era su trabajo y le dedicaba tiempo y mucho cariño.Era muy amable y servicial, estaba siempre “al pie del cañón” con todos en lo que pudo ayudar, cuidó de sus nietos, de sus hijos y de sus padres con mucho amor, siempre.Fue una persona con mucha valentía, luchadora, le dio batalla a la vida.La extrañamos mucho y siempre estará presente en cada uno de los corazones de su entorno: familia y amigos”.&nbsp;&nbsp;MARTA BEATRIZ GÓMEZ DE DILLON&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/03/martagomez.jpg" alt="MartaGomez"></figure>“Con profundo dolor, despedimos a Marta Beatriz Gómez, quien falleció el 26 de febrero de 2025 en Tandil. Nació en Buenos Aires el 24 de julio de 1957, hija de Alonso Gómez y Marta Miguez. Hermanada con Adriana y cuñada de Gustavo.Son sus sobrinos Esteban y Pablo, su esposo Carlos Dillon, sus hijos Agustina y Facundo, su yerno Ariel y sus dos adorados nietos Felipe y Mateo.Marta realizó sus estudios en el Colegio La Providencia de Quilmes y, tras iniciar su carrera en Agronomía, encontró su verdadera vocación en la docencia, formándose como profesora de Educación Primaria, de Educación Inicial y de Ciencias Naturales. En su juventud fue catequista en Quilmes y se comprometió activamente con los movimientos sociales de la época.Vivió su niñez y juventud en Quilmes, pero siempre disfrutaba de las visitas a su familia en Gardey y Tandil. En 1989 se radicó con su familia en Tandil, y en 1992 encontró su lugar en el mundo, su hogar al pie de las sierras, donde construyó una vida llena de amor y alegría. Integró Suteba Tandil en la década del ‘90 y se desempeñó como docente en diversas instituciones: EP5, EP2, EP9, EP33, EP53, Escuela Granja y Escuela de Comercio. En 2012 se jubiló, disfrutando plenamente de sus nietos.Su legado de amor por la enseñanza y su compromiso con la comunidad quedarán por siempre en la memoria de todos quienes la conocieron.Siempre estará en nuestros corazones”.&nbsp;&nbsp;&nbsp;LUCÍA MIRABELLI&nbsp;<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/03/luciamirabelli.jpeg" alt="LuciaMirabelli"></figure>Nació el 14 de enero de 1936. Murió a los 89 años el 3 de marzo de 2025.&nbsp;Por sus familiares:“El 3 de marzo de 2025, a los 89 años, abandonó este plano de la vida nuestra querida Lucía. En esta nota reescribimos algunos recuerdos de ella, que nietos y nietas, hijos y familiares cercanos guardan en sus memorias. Por ejemplo, algunos recuerdan que la abuela siempre entregaba consejos a partir de su sabiduría: ‘Lo que sí me hizo aprender y es hasta el día de hoy que me lo acuerdo, es que me decía que siempre contara hasta cien antes de hablar… y lo aprendí´. También decía: ´Las cosas hay que hacerlas bien. Cuesta el mismo tiempo hacerlas bien que hacerlas mal, entonces hay que hacerlas bien´.Algunas de las nietas expresan lo siguiente sobre las enseñanzas transmitidas:´Me aparecen tantas cosas al recordar a la abuela…Recuerdo una niñez/adolescencia/adultez muy linda con ella... yo iba muy seguido a almorzar y pasar tardes con ellos, los escuchaba y cuando el abuelo se iba me quedaba con ella y la ayudaba con lo que estuviera haciendo, cosiendo, tejiendo (por lo general me hacía ovillar las madejas), miraba las novelas… los mates de la abuela, las tostadas con mermelada y queso blanco,.. ya se me empiezan a humedecer los ojos.... Sus miles de años tratando de enseñarme la receta de las cartellate, -es el día de hoy y no la recuerdo- pero sí su forma de enseñarme... compartí mucho tiempo con ellos y lo atesoro en lo más profundo de mi corazón´. (Melisa S.)También cuentan los relatos sobre ´el arte´ de sus pastas:´Quiero agregar esos días que nos invitaba a comer y se ponía a amasar los fideos caseros... Ponía todo arriba de la mesada con la pastalinda y arrancaba su arte... Eran los fideos de la abuela y sus salsas... Creo que nunca más voy a comer unas pastas así´ (Milagro S.)En su despedida, un representante de la Iglesia reflexionaba sobre nuestra misión en la vida. Y arrojó una conclusión contundente: nuestra tarea aquí en la tierra es ser buenas personas, tal como lo fue Lucía:´Siempre recordaremos a Lucía como una buena persona. Siempre con un mate a disposición, siempre abriendo las puertas de su casa para unir a la familia, siempre poniendo un plato de más para que alguien no pase solo una Pascua o una Navidad´. (Joaquín S.)´Me acuerdo de que en Navidad siempre nos compraba una bombacha rosa a las nietas y, cuando éramos chicas, nos mandaba a hacer dijes con nuestras iniciales. Pero lo que más quiero recordar de la abuela es su risa, cuando te decía ‘¿Cómo andás, negrita?’, sus tallarines caseros, las cartellate navideñas, su cocina y esa comida bien tana que preparaba. Era imbatible para jugar a las cartas y a la generala, pero aún mejor para pintar cuadros hermosos. Cuánto tengo que aprender si pienso en vos… Me dejaste una enseñanza increíble´. (Kaia S.)´En mi caso, viví siempre muy lejos de Tandil, pero he tenido la posibilidad de ir muchas veces. Sobre todo cuando era más chico. Siempre recuerdo que fuimos muy bienvenidos en la casa de los abuelos. La abuela nos armaba el desayuno, mientras esperábamos que llegara el abuelo de trabajar. Jugábamos&nbsp; a algo o simplemente inspeccionábamos toda la casa, que siempre estuvo llena de antigüedades.&nbsp; Cuando estábamos en época, la abuela nos dejaba sacar uvas de la parra y ya se asomaba ese aroma a tuco recién hecho, con ingredientes que probablemente&nbsp; nunca vaya a volver a probar pero que vivirán por siempre en mis recuerdos. Te vamos a extrañar mucho abue, pero quiero que sepas que acá vamos a estar cuidando a la familia y manteniéndola unida. Descansá en paz y no te preocupes&nbsp; que siempre vamos a estar seguros de que la puerta está cerrada con llave´ (Sacha, S.)En una entrevista a una de sus nietas Lucía pudo contar los siguientes relatos de su vida:´Mi mamá se llama Carmen Paece y mi papá se llamaba Francisco Pablo Mirabelli. Mi papá vino de Italia joven. Y mi mamá era argentina, de Tandil. Mi papá vino sin los padres, los padres ya estaban acá me parece…y él vino en un barco, de soldado y eso. Lo que no sé es si él era soldado o vino escapado. No sé…Me dijo que venía en un barco. Y que era de&nbsp; Bari,&nbsp; en la parte sur de Italia. La provincia se llama Bari y él es de un pueblo que no sé cómo era, no me acuerdo.”(Lucia Mirabelli, 2019).´Nosotros éramos tres mujeres hermanas y dos varones. Fallecieron mi hermano mayor y mi hermana… Quedamos tres hermanos. Éramos cinco. Quedamos tres que son…mi hermano José el más chico, después la otra hermana que lo seguía a él y yo. Ahora quedó mi hermana que está en Juárez, el otro día casualmente vino a visitarme. Josefa Nilda…le dicen Quita. Sí, porque los chicos, los hermanitos le avisaban a mi mamá, eso es cuento de mi mamá, le avisaban ‘Mamá, mamá, llora la nena Quita´, era la nena chiquita.. Y le quedó Quita’ (Lucia Mirabelli, 2019)“Con mis hermanos nos criamos todos en Tandil…Jugábamos a todo. Nosotros vivíamos en un barrio muy lindo que de mi casa de ahora está a dos o tres cuadras. Un barrio hermoso, porque había muchos chicos jóvenes de la edad nuestra, así que éramos una barra en la que siempre salíamos juntos a todos lados. Cuando éramos jóvenes, íbamos a bailar a todos lados con ellos. Muy lindo el barrio´. (Lucia Mirabelli, 2019)En estos relatos de la vida, Lucía destacó como un momento importante el día que conoció a Blas Santisteban:´A mi marido lo conocí en Tandil, en un concurso de pesca. Fui con unos amigos, con una familia amiga que me llevó. Era un concurso para la familia, para todos y me llevaron ellos y ahí lo conocí. Y de ahí no nos separamos más´ (Lucia Mirabelli, 2019).Lo que resalta este testimonio es la nostalgia acerca de la vida compartida junto a Blas y a los amigos y amigas del barrio y de la vida:&nbsp;´Muchos años trabajé hasta que me casé. Después trabajé dos años más y después cuando vinieron los chicos ya dejé. Yo tenía 20 y él 23. Pero nosotros la pasábamos re bien, éramos una barra de amigos del barrio. Mujeres y varones del barrio. Entonces salíamos a todos lados a bailar, a todo y ellos nos acompañaban después en el salón. Ellos hacían su vida y nosotras la nuestra… y ellos bailaban con la chica que querían y después ya a la salida nos encontrábamos y nos veníamos todos para el barrio. Un grupo hermoso, era hermoso’. (Lucia Mirabelli, 2019).Quienes pudimos compartir nuestro tiempo con Lucía nos llevamos para siempre las experiencias compartidas, los mates, las charlas, las risas, los juegos de cartas y tantas otras vivencias que son eternas. Sus hijos, nietos, nietas, familiares y amigos siempre la recordaremos.¡Descansá en paz, Lucía! Esperamos que ya te hayas encontrado con Blas y tu amiga Norma. Un beso al cielo”.

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