EN LA CAPITAL
Unos 700 voluntarios censan a personas en situación de calle
Más de 700 voluntarios recorren hasta la medianoche del domingo 28 los 48 barrios de la Ciudad de Buenos Aires, durante distintos horarios del día, para censar a las personas adultas en situación de calle y diagnosticar los motivos de esta problemática.
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Se trata del Segundo Censo Popular de Personas en Situación de Calle (Cppsc), una iniciativa de Proyecto 7, No Tan Distintas, MP La Dignidad, Red Puentes, Asamblea Popular Plaza Dorrego y Abrigar Derechos, acompañadas por otras 40 organizaciones y organismos públicos porteños como la Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público de la Defensa y la Presidencia de la Auditoría General.
“Dividimos la ciudad en cinco zonas, cada una con un responsable, que a la vez divide la zona en nueve o diez barrios, cada uno a cargo de un coordinador. En cada barrio vamos a pasar en tres franjas horarias (mañana, tarde y noche)”, explicó a Télam Horacio Ávila, referente de Proyecto 7.
Juan Leal es coordinador de Chacarita; en 2015 llegó al Centro de Integración Monteagudo -un espacio para adultos- con una depresión profunda luego de vivir dos caños en la calle.
“Ahí me recibieron y me dieron una ayuda enorme, de a poco me fui recuperando. Y entonces, además de dormir ahí, empecé a tener algunas tareas”, contó.
A las 14 Juan esperó a los voluntarios del censo, explicó la operatoria, repartió las pecheras identificatorias y repasó algunas cuestiones técnicas antes de dividir las calles de la cuadrícula que cada uno recorrería.
Al hacer dos cuadras, sobre la calle Céspedes al 3800, los censistas que iban con Juan encontraron a la primera familia: una pareja con una hija de cuatro años y un bebé de ocho meses, quienes están en situación de calle desde hace un mes.
“Vivíamos todos en una casa familiar, pero mi hermano era reviolento así que nos fuimos cuando mi nena de cuatro años tenía meses; mi vieja después se fue también a alquilar algo chico y nosotros quedamos en calle. Durante un tiempo vivimos en hoteles con los subsidios del Gobierno, pero nos sacaron hace un mes”, cuenta M., de 22 años, al censista.
Mientras la nena juega con su muñeca y le demanda atención, M. le dice que no puede atenderla porque está hablando y que es “importante”. Es que previo al Censo, los voluntarios recorrieron las zonas explicando que iban a pasar en unos días y los motivos de esa recorrida. (Télam)