Temporal de lluvias en Córdoba: el peligro de las crecidas del río Suquía resurgido por las precipitaciones
Las intensas lluvias, que aún se prevé que persistan en las próximas horas, reavivaron las advertencias de hace más de dos décadas sobre la vulnerabilidad de la ciudad ante posibles crecidas del río Suquía.
La ciudad de Córdoba se encuentra en alerta por un fuerte temporal de lluvias que comenzó en la noche del martes y continúa este miércoles, acumulando hasta 140 milímetros de precipitación en algunas zonas. Las intensas lluvias, que aún se prevé que persistan en las próximas horas, reavivaron las advertencias de hace más de dos décadas sobre la vulnerabilidad de la ciudad ante posibles crecidas del río Suquía.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailUn estudio científico realizado en 2002 por los investigadores Francisco Quintana Salvat, Osvaldo Luis Barbeito y Rubén Mario Menso, de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), ya había alertado sobre los peligros de inundaciones en la ciudad. El informe, encargado por la Municipalidad de Córdoba, reveló que en caso de una crecida extraordinaria del río Suquía, más de 400 manzanas de la ciudad, abarcando 22 barrios, podrían verse afectadas por anegamientos.
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El riesgo de una crecida excepcional
El estudio, conocido como la Carta de peligrosidad de inundación, erosión y anegamiento, advierte que, si el río Suquía experimentara una crecida excepcional, la zona central de la ciudad quedaría inundada. Este escenario podría ser causado por precipitaciones intensas en las subcuencas serranas aguas abajo del dique San Roque, combinadas con la evacuación de caudales por el vertedero del dique y por las válvulas de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec).
A pesar de que el río ha sido desviado desde su cauce natural a principios del siglo XX, el estudio subraya que, en caso de una crecida rápida y violenta, el río podría retornar a su cauce original, provocando desastres en el área central de la ciudad, que sería una de las más perjudicadas.
Un antecedente trágico
El informe destaca que este tipo de fenómenos no son una mera hipótesis. En 2000, una creciente del río Suquía, generada por lluvias intensas de 140 milímetros en menos de dos horas en La Calera y localidades cercanas, provocó una tragedia. La crecida del arroyo Cañada de Molina dejó varias víctimas fatales y numerosos daños materiales, un recordatorio de los peligros que aún acechan a la ciudad.
La falta de planificación urbana
El estudio de 2002 también señalaba que la falta de planificación urbana y territorial en la ciudad incrementaba el riesgo de desastres ante situaciones de este tipo. En el contexto de las lluvias actuales, la ciudad se enfrenta a la necesidad urgente de evaluar y mejorar las medidas de prevención ante las crecidas del Suquía, que podrían generar consecuencias devastadoras para vidas y bienes.
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