Balacera
La familia de Máximo Jeréz pidió justicia en Rosario
Se trata del niño de 11 años asesinado el domingo pasado en la zona norte, al quedar en medio de una balacera narco. Los familiares marcharon por el centro de la ciudad santafesina, acompañados por una multitud. Reclamaron justicia y el cese de la violencia
"No queremos más muertes", fue el lema de los manifestantes, mientras que la Fiscalía de Adrián Spelta, a cargo de la investigación del crimen del niño, comunicó ayer que cinco detenidos por el asesinato serán imputados el martes, mientras que un sexto arrestado, identificado como Brandon Rivas, fue acusado con prisión preventiva pero por otro homicidio y quedó desligado de este caso.
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De los cinco detenidos esta semana, dos serían acusados de ser los autores de la balacera a un kiosco de venta de drogas que derivó en el asesinato de Máximo, y los otros tres -una mujer de 50 años y sus hijos- por encubrimiento, al guardar en su vivienda el automóvil utilizado en el tiroteo, dijeron fuentes judiciales.
La principal hipótesis de la investigación es que quienes mataron a "Maxi" e hirieron a tres de sus primos -todos ellos niños- buscaban atacar un puesto de venta de drogas vinculado a un "transero" del barrio, Cristian "Salteño" Villazón, que está preso con una condena a 15 años por un triple homicidio, siempre según las fuentes.
La concentración para pedir justicia por el niño comenzó a las 10.30, a partir de la convocatoria realizada días atrás por el tío de la víctima, por lo que cientos de personas se reunieron hoy frente a la Municipalidad de Rosario para pedir por el esclarecimiento del crimen, mientras más de 8 mil personas ya adhirieron a una petición "Rosario sangra" lanzada en la plataforma Change.org.
Por el niño
De esta manera, la familia de Máximo Jeréz fue recibida por el intendente de la ciudad, Pablo Javkin, quien les brindó su apoyo y acompañamiento para que continuar la jornada de reclamo.
Antonia, tía de la víctima, expresó tras la reunión que se sienten "bien acompañados".
En ese marco y respaldados por la comunidad Qom de Rosario, a la cual pertenece la familia de la víctima; la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento Evita, los vecinos de Empalme Graneros iniciaron la marcha hacia la sede de Gobierno de Santa Fe, para extender su reclamo a las autoridades provinciales.
La movilización fue encabezada por familiares, vecinos, profesores y compañeros de clases y fútbol del niño, que sostuvieron al frente una bandera wiphala y otra con la leyenda: "Basta de matar a nuestros niños. Los pueblos originarios exigimos justicia por Maxi".
Al oír los reclamos, rosarinos que transitaban por la zona céntrica se sumaron a la marcha, que avanzó hasta llegar a la casa de Gobierno de Santa Fe en Rosario, situada frente a la plaza San Martín.
Durante el trayecto, la tía del niño brindó una rueda de prensa en la que explicó: "Nosotros no peleamos con nadie en este mundo, somos gente buena y lo único que pedimos es que haya justicia para Máximo".
"Estamos acá para visibilizar nuestro dolor, pero también para hablarle a todo el pueblo de Rosario porque no queremos más muertes", expresó la mujer.
Julio Jeréz, el padre de Máximo, pidió por su parte que "el barrio recupere su normalidad y la gente pueda andar tranquila por la calle y sin miedo".
Además, Antonia se refirió a las amenazas recibidas por la familia, a raíz de las represalias que tomaron vecinos de la víctima mortal, quienes finalizado el velorio del niño vaciaron y demolieron a martillazos una vivienda aledaña en la que funcionaba un búnker de drogas, cuyo dueño fue detenido y apuntado por los manifestantes como responsable de la muerte de Máximo.
"Nosotros nunca quisimos nada de esto, estamos desconsolados y la vida de toda nuestra familia queda en manos de Dios. Estamos desconsolados, esa es mi palabra", dijo Antonia luego de que en la semana se difundieran amenazas contra los manifestantes. (Télam)