A 36 horas del paro: La CGT desafía al Gobierno de Milei con un nuevo cese de actividades
Desde hace algunos meses, la conducción de la CGT, encabezada por Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estaciones de servicio) y Octavio Argüello (Camioneros), ha endurecido su postura frente al Gobierno, con el que anteriormente mantenían una relación relativamente cordial.
El próximo miércoles 9 de abril, la administración de Javier Milei enfrentará el tercer paro general contra su gestión, aunque con un impacto que, según los cálculos del Gobierno, será menor al que se anticipaba en un principio. A pesar de los esfuerzos por suavizar la situación, las tensiones entre el Ejecutivo y la CGT parecen haber llegado a un punto sin retorno, con un paro general de 36 horas que comenzará a mediodía del 9 de abril y continuará hasta el 10 de abril.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa tensión entre el Gobierno y la CGT
Desde hace algunos meses, la conducción de la CGT, encabezada por Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estaciones de servicio) y Octavio Argüello (Camioneros), ha endurecido su postura frente al Gobierno, con el que anteriormente mantenían una relación relativamente cordial. Sin embargo, esta vez la central obrera convocó al paro sin que mediara un conflicto directo con el Poder Ejecutivo, lo que ha complicado las negociaciones.
El paro general se llevará a cabo en el marco de una marcha en defensa de los jubilados, que se realizará frente al Congreso el 9 de abril, antes de continuar con la medida de fuerza el 10 de abril. La CGT no ha brindado razones puntuales para la protesta, lo que ha dificultado los intentos del Gobierno por resolver la situación.
Los intentos del Gobierno por acercar posiciones
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A raíz de la convocatoria, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intentó establecer contacto con algunos dirigentes sindicales, pero las conversaciones no lograron acercar a las partes. De hecho, los representantes de la CGT negaron cualquier tipo de diálogo con el Gobierno y, a pesar de las gestiones, la medida de fuerza se mantiene firme.
El único avance en la relación entre la administración de Milei y los gremios se dio en una reunión con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, quien el 26 de marzo dialogó con la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las cámaras empresarias del sector. Gracias a esa intervención, Cordero logró evitar que se llevara a cabo un paro de colectivos que podría haber tenido un fuerte impacto en la protesta.
El rol de los colectivos durante el paro
Uno de los puntos más sensibles del paro general era el transporte público, especialmente el servicio de colectivos. Sin embargo, gracias a la intervención del Gobierno, se dictó una conciliación obligatoria que impide a la UTA llevar adelante medidas de fuerza durante el 9 y 10 de abril. Esto garantizará, en teoría, la prestación del servicio de colectivos durante el paro.
A pesar de esta medida, se especula que la UTA podría adherir al paro general, dado que este tiene carácter nacional, pero desde el Gobierno consideran que es poco probable que lo haga, debido a la debilidad del gremio en este contexto.
El futuro de las negociaciones
Desde la Casa Rosada no descartan seguir con las negociaciones en los próximos días para tratar de encontrar una salida que evite la radicalización de la protesta. Sin embargo, la falta de un reclamo puntual por parte de la CGT hace que las autoridades sean escépticas respecto a un posible acuerdo.
Como explicó un funcionario cercano a Francos: “Nunca se sabe lo que puede llegar a pasar, pero lo cierto es que no hay un reclamo puntual. Convocaron al paro por la presión de algunos sectores, por eso es difícil negociar con alguien que no pide nada concreto”.
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