Murió el príncipe Federico de Luxemburgo tras una larga batalla contra la enfermedad mitocondrial POLG

El príncipe Federico de Luxemburgo, quien dedicó su vida a crear conciencia sobre la enfermedad mitocondrial POLG, falleció el 1 de marzo de 2025 en París a los 20 años, luego de una lucha prolongada contra este raro trastorno genético. Su muerte fue anunciada por su familia a través del sitio web de la Fundación POLG, la organización que Frederik fundó en 2022 con el objetivo de investigar y encontrar una cura para esta enfermedad.

En un emotivo comunicado, su padre, el príncipe Roberto de Luxemburgo, expresó: "Con gran pesar, mi esposa y yo queremos informarles del fallecimiento de nuestro hijo, el fundador y director creativo de la Fundación POLG, Frederik".

La enfermedad mitocondrial POLG es un trastorno genético que afecta las células del cuerpo, privándolas de energía, lo que causa disfunción y fallo progresivo de múltiples órganos. No tiene cura ni tratamiento conocido, lo que hizo que la lucha de Frederik fuera aún más desafiante.

A pesar de su diagnóstico a los 14 años, Frederik se mantuvo optimista y se dedicó activamente a la difusión de la enfermedad para ayudar a otros pacientes que pudieran estar atravesando lo mismo. “Me alegro de ser yo quien nació con esta enfermedad. Aunque muera por ella… y aunque mis padres no tengan tiempo para salvarme, sé que podrán salvar a otros niños”, compartió en un momento con un amigo cercano, según reveló su familia.

La familia del príncipe Frederik destacó su disciplina y coraje a lo largo de su enfermedad. "El viernes (el día antes de morir), su alarma de Duolingo y de ejercicios en italiano sonó como cualquier otro día", reveló su padre, lo que da cuenta de su fortaleza mental y compromiso con su vida cotidiana a pesar de su condición.

El fallecimiento de Frederik ocurrió un día después del Día de las Enfermedades Raras, y su historia ha conmovido a miles de personas alrededor del mundo. La Fundación POLG continuará su labor en la investigación de terapias y curas para esta rara enfermedad, tal como Frederik soñó.

El príncipe Frederik deja un legado de valentía y esperanza. Su familia, a través de su fundación, continuará su misión de mejorar la vida de aquellos afectados por enfermedades mitocondriales. “Una luz se apagó, pero quedan muchas”, concluyó el comunicado familiar.

Sobre el autor

Por El Eco de Tandil

Más de 142 años escribiendo la historia de Tandil