Una mochila en la montaña, una cima inalcanzable y el escalador tandilense que dejó su vida allí
Leonardo Rabal tenía 19 años cuando ascendió al Tupungato junto a Guillermo Vieiro, un experimentado escalador, por una ruta que nunca se había hecho. Ambos fallecieron en el lugar. Cuarenta años después, la mochila de Vieiro apareció intacta en el hielo y sus hijas la recuperaron. Leonardo era hijo de Norberto Rabal, un reconocido médico de la ciudad, y hermano de Valeria, quien compartió generosamente su historia con La Vidriera.

Para los huarpes, el pueblo originario que habitó la región de Cuyo, el tupun-catu tenía excelentes condiciones como observatorio y lo llamaron “mirador de estrellas”. De ahí deriva el nombre Tupungato que denomina al volcán ubicado en la cordillera de los Andes, en la frontera de la Argentina y Chile. Es el monte más alto al Sur del Aconcagua, décimo en altura en el país, ganando así el privilegio de ser uno de los más altos de Sudamérica: tiene una altitud de 6570 m s. n. m. Desde su cima, el cielo debe parecer más limpio y las estrellas más cercanas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailHacia allí partió el 19 de enero de 1985 una expedición conformada por Bernardo Guerrero, Mario de la Serna, Héctor de la Vega, Octavio Bunge, Guillermo Vieiro, y los tandilenses Leonardo Rabal, Gustavo Redolatti, Chino Pajes, Adrián Pico y Pedro Zabala. Días después, el cordón montañoso fue epicentro de un terremoto que dejó daños considerables en la provincia. Y no muy lejos del foco del sismo, en el Tupungato, los andinistas Guillermo Vieiro y su compañero de cordada, el tandilense Leonardo Rabal, de 19 años, fallecieron mientras hacían una ruta de alta complejidad nunca recorrida. Y que tampoco después volvió a ser realizada.