A 15 años de su muerte
Un "viaje al espacio profundo" de Ricardo Garijo, el artista tandilense de imaginación desbocada
Hijo de un sobreviviente del Holocausto y de una integrante de la Resistencia Francesa, Ricardo Garijo fue el autor de numerosas historietas, ilustraciones, novelas y también premiados cuentos. Quince años después de su fallecimiento, la familia mantiene intacto el legado y busca revalorizar la singular obra del dibujante y escritor.
Ricardo Garijo fue un artista. Fue dibujante. Escritor. Autor de historietas. Fue hijo, hermano, esposo, padre, amigo. Murió en 2009 y dejó una singular obra. Pero ¿quién fue Ricardo Garijo? Su biografía marca que nació por esos arrebatos del destino en esta parte del mundo el 1 de diciembre de 1953. A este terruño arribaron sus padres, Eulogio Garijo y Maruja Andrades, huyendo de la convulsionada Europa.
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Eulogio sobrevivió a la Guerra Civil Española y tuvo que exiliarse en Francia tras el triunfo del franquismo. Capturado por los nazis en territorio francés, fue enviado al campo de concentración de Mauthausen en abril de 1941. En ese infierno logró resistir hasta que el 5 de mayo de 1945 fue liberado por las tropas estadounidenses. De regreso en Francia conoció a Maruja Andrades, una andaluza que había colaborado con la Resistencia. Se casaron y tuvieron un hijo, y poco después emigraron a Argentina, instalándose en Tandil, donde nació Ricardo.
El pequeño, además de ir a la escuela primaria, asistió a la Escuela Municipal de Artes Visuales "Vicente Seritti" y a los seis años ya ganó su primer concurso de dibujos. Durante más de veinte años publicó sus trabajos de historieta e ilustración en distintos medios de su país y del exterior.
Adriana Goñi fue su compañera durante treinta años y juntos tuvieron tres hijos: Ricardo, Laura y Celeste. Los cuatro son los sucesores de los derechos de autor del artista plástico y escritor. El pasado jueves 24 de octubre, Adriana fue parte de la organización de una merienda literaria en la sede de la Asociación de Educadores Jubilados y Retirados de Tandil, que contó con la colaboración de la Sociedad de Escritores Regionales filial Tandil, en la que se homenajeó a Garijo y se recordó su trayectoria. Sin dudas, se trató de un artista muy querido y con una visión renovada, fresca, que podía ver más allá de lo común, con una imaginación desbocada que navegaba por mundos fantásticos y espacios siderales.