Familias de tránsito
Amor en tránsito: una familia tandilense que cuida bebés con medidas de abrigo
El relato en primera persona de la familia Massari, que decidió hacerse cargo de bebés desvinculados temporalmente de sus lugares de origen. Amor y generosidad para tratar de atenuar situaciones dolorosas que requieren de medidas excepcionales para restituir los derechos de los menores. En Tandil, la ONG Portal de Belén se ocupa de buscar y acompañar a las familias de tránsito en todo el proceso, junto a los organismos estatales,.
La casa queda al norte de la Ruta 226 y es prolija y encantadora. Lucrecia recibe a todos con una sonrisa e invita a pasar. Allí vive la familia Massari: Santiago, Lucrecia, y sus hijos Martina y Matías, de 15 y 12 años, respectivamente. Una familia que en otros momentos supo agrandarse para recibir bebés cuya situación fue judicializada y necesitaron cuidados hasta que el Estado restituyó sus derechos.
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Porque hay infancias que lejos de ser idílicas están atravesadas por una profunda vulneración de derechos, que quiebra aún más el entramado social y obliga a repensar qué respuestas se les da en una sociedad adultocéntrica y fragmentada.
Para atenuar tanto dolor, el servicio de familias de tránsito ofrece acogimiento durante un máximo de seis meses a bebés, niños/as y adolescentes mientras se resuelve su situación de vulnerabilidad. En Tandil, la organización Portal de Belén se dedica desinteresadamente a buscar y acompañar a las familias de tránsito en todo el proceso, y fue la entidad a la que acudieron Lucrecia Lázaro y Santiago Massari cuando tomaron la decisión de recibir bebés en su hogar.
En conversación con El Eco de Tandil, los Massari compartieron su experiencia para animar a otros a seguir el mismo camino de generosidad y amor.
“Nos enteramos por una amiga de una amiga, ¿viste lo que son las cosas? Nos comentaron que estaba siendo familia de tránsito de una bebé y justo a la par de eso, otra amiga adopta a una bebé. Y esa bebé que adopta, había estado con una familia de tránsito. Entonces ahí nos interesamos en el tema, en realidad fui yo la primera que me interesé por el tema, y desde el desconocimiento me pregunté cómo sería. Lo conversamos con Santi, pero Santi me dijo ‘no sé si voy a poder porque es muy fuerte’”, compartió Lucrecia.
“Los prejuicios, eso también te lo planteás de movida y cuando ella me lo planteó, empezamos a averiguar, no sabíamos cómo era el programa, a dónde había que ir”, completó Santiago.
Así, les pasaron el contacto de las integrantes del Portal de Belén, quienes acudieron a su domicilio a contarles de qué se trata la iniciativa y qué requisitos hay para postularse como familia de tránsito. La Justicia exige no deber la cuota alimentaria en el caso de parejas separadas; no formar parte del listado de adoptantes; y no tener antecedentes penales. También es necesario que los hijos (si los hubiera) estén de acuerdo con recibir a un menor en su hogar. Pueden inscribirse parejas o familias monoparentales, con o sin hijos.