Buscar el nombre de un actor, de un jugador de fútbol, el título de un libro o de una película en internet es algo así como hacerse trampa. O peor todavía: es darse por vencido.

Me creo un tipo de buena memoria, aunque en realidad no es tan así. Quizás lo mío sea una categoría especial de memoriosos: la que integran los que solo recuerdan pavadas.

En algunas reuniones solía lucirme recordando series y actores de TV, lo cual de por sí no conlleva ninguna virtud, más allá de ser dudoso centro de atención por unos tres o cuatro minutos. Ahora bien: me preguntan básicamente en qué consiste la teoría de la relatividad y quedo naufragando en una fórmula que ni siquiera puedo expresar sin titubear.

Lo dicho: una memoria de Los Ocho Escalones.

Por supuesto que ante integrantes de generaciones más jóvenes esa presumida habilidad recordativa se desvanece porque nadie puede sentirse identificado con aquello que no conoció. Hablar de Ron Ely (el actor del Tarzán de la TV) o de Nabucodonosor es más o menos igual de aburrido. En tales encuentros me llamo a prudente silencio. Más aún porque las nuevas generaciones no miran televisión sino plataformas.

Pero cuando estoy entre mis congéneres tengo un par de intervenciones bien estudiadas que inevitablemente llevan la conversación hacia esa comarca de recuerdos.

"Me hacen acordar a los Campanelli", digo distraídamente cuando tocan el tema de una familia. Y no falta quien entre: "¡Los Campanelli! ¿se acuerdan?". Y todos se acuerdan, obvio, porque es una fácil. Aunque algunos caen en la trampa de traer a la conversación “La familia Benvenuto”. Entonces me hago el enojado: “no me vengas con esa pésima remake…”. Y redoblo la apuesta: "la que me gustaba mucho era Mi Cuñado”.

-Ah, genialidad. Con Ricardo Darín y Luis Brandoni.

-No, yo decía la de Osvaldo Miranda y Ernesto Bianco.

Dos a cero.

Es mi momento. Voy manejando el hilo de la conversación, como si remontara un barrilete: le suelto carretel, lo enrollo, lo hago planear bajito, lo dejo ir. Por cada cuatro fáciles, introduzco una difícil. Veo esas sonrisas gomosas que generan los recuerdos de infancia y me siento un ganador.

Pero me ha pasado seguido, por no decir siempre, que abruptamente el barrilete se me viene a pique y no hay manera de remontarlo. Y es cuando nombro una vieja serie de guerra que, evidentemente, debo haber sido el único tipo en el mundo que la vio: "Los comandos de Garrison". Se acuerdan de Combate, de Bonanza, Valle de Pasiones, Cuero Crudo (un bodrio), de Jim West, La Isla de Gilligan, de Daktari y decenas más. Pero llegamos a "Los comandos de Garrison" y las sonrisas comienzan a desdibujarse y la conversación deriva hacia un tema de rigurosa actualidad: el acuerdo con el FMI, por ejemplo. Y otra vez me llamo a silencio. Para no enojarme aún más.

Cómo decirles que yo tenía un casco de plástico camuflado, una ametralladora que al principio hacía ruido y un día quedó muda para siempre y un cinturón donde llevaba dos granadas, un cuchillo y un walkie talkie -todo de plástico berreta- y que cada vez que daban la serie (¿los miércoles?) me loockeaba como el mismísimo teniente Garrison y salía al patio a exterminar nazis escondidos entre los malvones.

Cómo decirles que el día que vi en el cine la película "Los doce del patíbulo" casi pego un grito de alegría porque cuenta la misma historia. Cómo decirles que aquella serie no era sólo tirar tiros y bombas, sino que tenía una interesante trama de espionaje e intriga.

Tantas frustraciones al cabo de innumerables reuniones de amigos me llevaron a darme por vencido. Hace unos días la googlié y ahí estaba, para mi satisfacción (en algún momento dudé si no había sido un invento mío). En la reseña se explica que la serie duró de septiembre de 1967 a marzo de 1968. Es decir, un rotundo fracaso. Tal vez por eso no la recuerde nadie.

En épocas en que todo se monetiza, estoy pensando seriamente en hacerme especialista en recordar fracasos.

Porque al fin y al cabo, de los éxitos se acuerda cualquiera. Pero de los fracasos solo los que tenemos una tendencia casi natural.

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