Lo veo salir del almacén con dos paquetes bajo el brazo. Uno es una bolsa de pan –parece cuarto kilo- y el otro está en un envoltorio de papel. Arriesgaría que es fiambre.

Lo de los dos paquetitos, la compra, no es un detalle menor: nadie espera encontrarse con Clint Eastwood en un almacén de barrio comprando fiambre. En realidad no es el verdadero Clint, es su doble de riesgo, pero para mí son lo mismo. Y creo que para él también.

Ya me lo he cruzado otras veces, pero en esta ocasión está vestido con un saco de entretiempo, pantalones claros, zapatos náuticos y una camisa celeste. No es ninguno de sus personajes: es el verdadero. O mejor dicho, el doble del verdadero.

-Hola, Clint, cómo le va. Hacía rato que no lo veía.

-Buenas noches, disculpe mi distracción, sinceramente no lo recuerdo, pero veo que usted me conoce. Aprovecharé para hacerle una pregunta que aquí en el shop no me supieron responder: ¿por casualidad no lo ha visto a Kelso?

-¿Kelso?

-Sí, John Kelso.

-La verdad que no. Pero el nombre me suena.

-Disculpe mi torpeza, John Kelso es el nombre de fantasía, del personaje. Estoy buscando a John.

-¿Qué John?

-Cusack, el actor.

-¡¡¡Ahí está!!!

-¿Dónde?

-No, discúlpeme, es una expresión muy argentina. Ahí está de dónde me sonaba ese nombre. John Kelso es el protagonista de Medianoche en el jardín del bien y del mal.

-El coprotagonista. Ya he tenido problemas con ese asunto con Kevin.

-¿Spacey?

-El mismo. De cualquier manera, él está teniendo problemas más importantes que yo. Como sea, ¿lo vio o no lo vio a Kelso?

-No. Dificulto encontrarlo por acá, en Villa Laza.

-¿Cómo Villa Laza? ¿Esto no es Savannah?

-Nada más lejos, Clint.

-Con razón el frío. Mire como salí vestido. Cómo puede ser que me haya extraviado tanto… Ya estoy muy mayor.

-No se preocupe; usted hace rato que está radicado en el pueblo. La última vez que lo vi andaba por Arroyo Seco, un día de lluvia, esperando a la mujer de mi vecino, con quien tuvo un romance y pensaban ir a vivir juntos.

-Ah, sí. Conozco la historia. Pero ese no era yo, era Robert Kincaid, un…

-Sí, lo conozco: un fotógrafo de la National Geographic.

-Pobre muchacho, más ganas de enamorarse que de respirar... No pega una.

-Cuénteme: ¿para qué lo anda buscando a Kelso?

-Quiero repetir algunas escenas de la película Medianoche... Le confieso: si fuera por mí, la rodaría de nuevo, pero los productores no van a querer saber nada.

-¿Pero por qué? Una gran película que no tuvo el reconocimiento que se merecía. La vi varias veces. ¿Por qué la quiere rodar de nuevo?

-Justamente, por John. El error fue del casting. Estuve viendo algunas escenas y creo que la cancherea demasiado. Era muy joven en ese entonces, John. Hoy debe andar por los 40, la edad justa del personaje.

-No, Clint. Yo le diría que más cerca de los 60.

-Ah, no. Entonces no, está por vencerse. Lo que yo necesito es un muchacho joven periodista que llega de la gran ciudad a un pueblo para cubrir un evento…

-Ya le digo que la vi varias veces, no me la cuente por favor.

-Ahora que lo pienso, este pueblo no está mal para filmar una remake ¿Cómo me dijo que se llama este lugar, Villa Laza?

-La ciudad se llama Tandil.

-Bien. ¿Hay algún millonario aquí?

-Sí, varios.

-¿Excéntrico?

-Puede ser.

-¿Homosexual?

-Bueno, Clint. No me meto en la vida ajena. Además la película es de la década del 90. Hoy las cosas son distintas respecto a las elecciones sexuales.

-¿Hay médiums en este pueblo?

-No conozco, pero alguna debe haber.

-¿Y crímenes intrigantes?

-No. No al menos durante los últimos años. Tendríamos que remontarnos a los 80, 90.

-Ah, qué interesante. ¿Tiene algo que hacer?

-La verdad que no.

-Invíteme a su casa y me cuenta de esos crímenes. Quizás surja una idea para hacer con Cusack.

-Pero me dijo que ya estaba grande para el papel.

-Cierto. ¿Periodistas jóvenes conoce?

-Sí, varios: Juan Artero, Gonzalo Rotonda, José Di Bártolo (no es un pibe pero disimula), Emanuel González Acosta… hay muchos más, si quiere le busco.

-No, con esos vamos viendo. ¿Me invita a su casa? Yo llevo la comida.

-Perdón la indiscreción: ¿qué vamos a comer?

-Sánguche de mortadela, como para ir entrando en clima de película.

-¿Cómo se va a llamar?

-Medianoche en el Tandil del bien y del mal.

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No será Savannah, pero…