Por Fernando Izquierdo, de esta Redacciónfernandoizquierdo@hotmail.com<div class="raw-html-embed"><iframe width="853" height="480" src="https://www.youtube.com/embed/2Nu6H4XpeYU" title="#ULTIMOBONDI | Walter Sidotti: sus Anécdotas en Los Redondos y su Gira con Tarea Fina" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" referrerpolicy="strict-origin-when-cross-origin" allowfullscreen=""></iframe></div>A través de una obra artística que se expandió por dos décadas, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota escribió una página imborrable en la historia cultural argentina.No fue apenas una banda de rock, sino también el motor que supo movilizar y conmover multitudes hasta su último show, el del 4 de agosto de 2001 en el Chateau Carreras (hoy, estadio Mario Kempes) cordobés.El mítico grupo liderado por Indio Solari y Skay Beilinson tuvo dos apariciones en Tandil, la última en octubre de 1997, casi una década después del show ofrecido en el extinto Teatro Estrada, &nbsp;en este caso desde lo underground, y cuando aún ni se sospechaba la masividad que la banda terminaría cobrando con los años.A poco del nacimiento del grupo, Walter Sidotti se sumó para reemplazar en la batería a Juan “Piojo” Abalos. Su intervención como “Redondo” se dio desde octubre de 1986 y&nbsp; hasta el fin del viaje.<section class="noteSuggested" data-id="136986" data-title="Puede interesarte"></section>Hoy, a su manera, Sidotti contribuye para mantener vivo ese espíritu “ricotero”, formando parte de Tarea Fina, banda tributo que el domingo 20 visitará la ciudad para presentarse en el local Macanudo.Convocado por Último Bondi (Tandil FM,<a href="https://www.youtube.com/@elecostreaming"> El Eco Streaming </a>y Eco TV), Sidotti contó detalles de ese show y repasó distintas aristas de su presencia en los Redondos: “Venimos tocando en una especie de gira por distintas ciudades. Volveremos a Tandil, ya hemos estado con la banda, como también en localidades cercanas. Llevaremos canciones de todas las épocas y de los distintos discos de los Redondos. Como también hacemos algunas de la etapa solista del Indio Solari.En cuanto a esas canciones de las primeras épocas de los Redondos, es transmitir un poco esa pasión, ese calor, ese fervor que se vivía cuando tocábamos en lugares chicos”.-Una vez que se volvió mega popular, Indio Solari solía destacar que extrañaba cierta “intimidad” de esos lugares más pequeños en los que se presentaban los Redondos en sus comienzos.-Sí, también estaban buenos esos lugares, encontrábamos cierta comodidad. Los recitales para 200 mil personas son otra cosa, hay otra excitación en el ambiente, abarcan todo, gente que no ve, que se embarró…es un quilombo. En un lugar más chico tenés todo más controlado. Pero, a lo último, por su poder de convocatoria al Indio se le hacía imposible tocar en lugares chicos.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/04/sidotti_3.jpg" alt="sidotti - 1"></figure>-¿Recordás algo del 4 de octubre de 1997, cuando tocaron en Tandil?-Sí, porque llovió. Se dio una particularidad: que apenas terminamos de tocar, paró de llover. Durante el recital, fue todo barro y euforia. Recuerdo que tocamos medio incómodos por la lluvia. De cuando tocás en esas condiciones tenés recuerdos más frescos. Pasó algo similar a cuando estuvimos en Colón de Santa Fe, son situaciones especiales y entonces las recordás con mayor detalle.-Incluso el Indio mencionó lo peligroso de tocar en esas condiciones.-Sí, en esa época había más equipos vinculados a la energía eléctrica, micrófonos enchufados y demás. Hoy, también es peligroso por las luces y todo eso, pero hay muchos más elementos inalámbricos. Recuerdo, del estadio de Tandil, que no tiene tantas tribunas, no es un lugar preparado para grandes recitales.-Aquel del estadio San Martín fue un show que se dio a consecuencia de la frustrada presentación en Olavarría.-Claro, teníamos todo listo y, al final, el Intendente no nos dejó tocar, fue una cag…había un montón de pibes, se había armado una fiesta, estaba todo preparado. Fue una tristeza no poder tocar después de haber viajado y tomado contacto con todo ese público que ya estaba allí. Fue una pena que no se haya podido hacer, no sé si tuvo que ver con algo político. No sé qué pasó, era en un estadio grande, preparado, donde íbamos a tocar, no era un galponcito.-¿Cómo se dio tu llegada a los Redondos?-A principios de los ’90, tocaba en una banda que se llamaba Los Argentinos. Nos presentábamos en los primeros pubs, y conocía a “Willy” Crook, era el saxofonista que estaba casi siempre. Cuando los Redondos estaban en busca de un batero, “Willy” me recomendó. Fui, los conocí y me quedé tocando con la banda.Con “Willy” fuimos compañeros en Los Argentinos y en los Redondos. Me interesaba seguir con él porque lo quería, pero juntos duramos dos shows porque él dejó la banda para seguir en una carrera solista que terminó siendo exitosa. Fue un gran artista argentino, es un orgullo que me haya recomendado.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/04/sidotti_2.jpg" alt="sidotti - 2"></figure>-¿Qué sensaciones tuviste de la banda en aquellos primeros ensayos?-Era un ambiente muy tranquilo. Yo conocía, de cruzármelos, a la “Negra” Poli y “Skay”, había ido a algunos recitales de la banda, en épocas en las que no era tan famosa como es actualmente. También me cruzaba con Luca (Prodan) en un pub, él tocaba abajo y nosotros, con Los Argentinos, arriba. Luca solía ver nuestros shows, también tocaba en el Einstein. Después, todos ellos se hicieron más famosos. Cuando llegué a los Redondos, encontré todo más prolijo, más maduro, ya los muchachos estaban más grandes.-Llegaste entre Oktubre y Un Baión para el Ojo Idiota, en reemplazo de “Piojo” Abalos. ¿Hablaste con él para asesorarte de qué pretendía de su baterista la banda?-No, lo conocí un año después. Un tipo sensacional. Tocamos juntos en una banda que yo tenía, Comando. Él tenía la suya, que se llamaba Rameros, originaria de Ramos Mejía. A los primeros que conocí fueron “Skay” y “Semilla” (Daniel Bucciarelli, el bajista), además de que desde antes conocía a “Willy” Crook. Al “Indio” lo conocí más tarde, cuando ya habían probado otros bateros. Fue entonces que empezamos a ensayar sobre ideas y canciones que tenían preparadas y que terminaron siendo parte de Un Baión para el Ojo Idiota.-¿Qué grado de participación ofrecían Indio y Skay al resto de los músicos de la banda?-Era todo muy abierto. Skay, por momentos, pedía la búsqueda de algún ritmo en particular. Cuando llegué, la banda todavía era algo “rústica”, con guitarra, bajo y batería, además de un poco de saxo. Era un grupo bien rockero, que después se fue sofisticando, con canciones de otro clima. Hubo muchos rocanroles que no fueron grabados, que quedaron por ahí. Cuando fuimos a grabar a San Pablo, quedaron algunas canciones “colgadas”, dos de ellas finalmente se publicaron en Luz Belito (Mariposa Pontiac y Blues de la Libertad). Otras, habrá que mezclarlas si es que existe la intención de que sean publicadas oficialmente. Hay muchas canciones que la gente quiere y posiblemente queden registradas algún día.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/04/sidotti_1.jpg" alt="sidotti - 1"></figure>-¿Estaban convencidos del “quiebre” que se dio en Último Bondi a Finisterre o fue una decisión unilateral del Indio y Skay que el resto de la banda acató?-Al Indio le gustaba ese estilo de producción, desde la utilización de cosas que estaban apareciendo. Skay lo hacía todo con la guitarra porque lo que a él le gusta es tocar. Lo del Indio surgía más desde la computadora. Ya en Lobo Suelto, Cordero Atado fuimos inclinándonos un poco a esas cosas nuevas, después, con la aparición de otra tecnología, nos volcamos cada vez más.-¿Ciertas letras del “Indio” se vuelven indescifrables para el público? ¿También para el resto de la banda lo eran?-En algunas, sabíamos de qué estaba hablando, como también solía referirse a personas que no se sabía quiénes eran. No recuerdo que habláramos con él sobre esas cuestiones. Sí sé que el Indio es un gran escritor y sus letras perduraron.-¿Qué es aquello que más extrañás de los Redondos?-La pasábamos bien cuando tocábamos. Se generaba una energía muy linda con la gente. En cuanto a esto, cuando llegué a la banda no era tan así, fue habiendo una transformación.-Aquél show de Córdoba, en agosto de 2001, fue el último de los Redondos, sin que se sepa que lo sería. ¿Hubieses preferido un recital de despedida a sabiendas de que era el final y así tener la posibilidad de preparar algo especial?-Hubiese estado bueno encarar un show teniendo en cuenta que se trataba del último. Siempre y cuando, estuviese todo tranquilo. Si está todo mal entre “los dueños de la banda”, es medio feo hacer un show de ese tipo. Forzar la situación no está bueno. Que la banda se separase no tenía nada de malo, era lógico, porque artísticamente tanto el Indio como Skay estaban comenzando a ir por caminos distintos.-¿Vas a recitales del Indio y Skay?-He ido. A Skay lo vi cuando estuve en Puerto Madryn. Al Indio, en La Plata, fui con unos amigos, él nos envió las entradas para que asistamos a un palco. Sonó muy bien, con otra tecnología, otra movida, otros músicos pero con la misma gente en el público.-¿Qué te parecen Los Fundamentalistas y el proyecto de Skay?-Está bueno lo que hacen. No soy fanático de esos grupos, pero el trabajo está muy bien. También me gusta la escenografía de Los Fundamentalistas, con la tecnología que usan, en sonido e imágenes.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/04/sidotti.jpg" alt="sidotti"></figure>-¿Mantenés vínculo con los otros músicos de Los Redondos?-No nos vemos demasiado. Con Skay estuve en Puerto Madryn, charlamos un poco y tocamos un tema. Al Indio lo vi en Gualeguaychú, fuimos al recital con Sergio (Dawi) y “Semi” (Bucciarelli), un encuentro del que ya pasaron más de diez años.-¿Tenés alguna canción favorita de la banda o aquélla desde la que sentías que te lucías desde la batería?-Nunca pensé en lucirme tocando la batería. Cuando me preguntan por alguna canción como mi preferida, menciono Vencedores Vencidos. Pero es muy difícil quedarse con una. Como también es complicado hacer una lista de canciones para tocar en vivo porque quedan muchas afuera. A medida que salían más discos, eran más los temas que la gente quería escuchar. A la hora de armar la lista, era muy complicado determinar qué canciones dejábamos afuera.-¿Pasaste por otros instrumentos?-No, siempre con la batería. En mi barrio, crecí escuchando mucha música, progresiva, rock and roll, blues…todo eso que se escuchaba en los ’70. En un momento, mi amigo Dani se compró una guitarra y yo una batería. Nos pusimos a tocar directamente, a la semana ya teníamos algún tema, aprendí como autodidacta, nunca estudié.

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