Volvieron a robar en Sans Souci y comienzan a pensar en la protección integral de predio
Un nuevo hecho de inseguridad se registró en el predio de Sans Souci, donde se realiza la tradicional Expojardín. Año a año los alumnos de tercer año de paisajismo del ISFT 75 lo acondicionan para dejarlo en óptimas condiciones para la exposición pero, lamentablemente, luego algunos malvivientes se encargan de deteriorarlo. En esta oportunidad robaron cuatro luminarias y cinco arbustos.
El predio Sans Souci de Tandil, propiedad de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires que le fue concedido al Instituto Superior de Formación Técnica 75 para su funcionamiento, volvió a ser víctima del vandalismo.
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La extensa propiedad tiene una vasta historia que se funde entre el abandono y el deterioro. No obstante, desde hace ya dos décadas el ISFT 75 lo ha puesto en valor, recuperándolo y acondicionándolo. Durante la última dictadura militar, Sans Souci fue expropiado y luego, cuando retornó la democracia, el Ministerio de Educación lo abandonó. Sin embargo, en el año 2000 se creó el Instituto, que debería funcionar allí, y se formó la Asociación Cooperadora para conseguir fondos para poder poner en práctica el proyecto, debido a que no había presupuesto alguno asignado.
El Centro de Formación Técnica 75 debería funcionar ya por completo en el lugar, pero debido a cuestiones edilicias aún no se ha podido trasladar en su totalidad, por lo que se siguen dictando clases en la Escuela Normal en el turno nocturno. De todas maneras, son varias las actividades que se realizan para recuperar el espacio, como por ejemplo la Expojardín, un evento de tres días que se lleva a cabo desde 2011 y al cual concurren cerca de 20 mil visitantes cada año.
En cada edición, los alumnos de tercer año de la carrera de Paisajismo acondicionan un lugar y lo inauguran en esa fecha. Para la última se optó por mejorar la entrada, hacerla más ancha, más luminosa y con carteles más vistosos. El propio intendente Miguel Lunghi, junto a integrantes de la Cooperadora y estudiantes, cortó la cinta el 16 de noviembre de 2019.
Sin embargo, tal como suele ocurrir durante el resto del año, el predio ubicado en Aeronáutica Argentina al 2700 lamentablemente volvió a sufrir el desdén de algunos malvivientes que ingresan y ponen en riesgo las instalaciones.
En numerosas ocasiones entran grupos de personas a pie o en vehículos que ignoran los horarios de clase porque consideran que el espacio es público y la mayoría de las veces ingresan a las ruinas del palacio, desobedeciendo los carteles de prohibición que colocó la Cooperadora para advertir sobre la peligrosidad de hacerlo.
Robaron apliques de iluminación y arbustos
La entrada que se inauguró en la Expojardín 2019 lastimosamente ya no es la misma. En un trabajo de todo un año entre los alumnos y los profesores, habían colocado fotocélulas y habían cambiado toda la iluminación con la ayuda de la Usina. “Fue todo un año de trabajo con los estudiantes”, clamó María de los Ángeles Tapia, vicepresidenta de la Cooperadora y profesora del Instituto, en diálogo con El Eco de Tandil.
La sorpresa se la llevó los primeros días de enero, cuando pasó por la portada y vio que los carteles de ingreso no estaban iluminados. Se acercó y advirtió que habían robado los reflectores, habían cortado los cables y también se habían llevado los arbustos que habían colocado en el ingreso al predio.
Los ladrones se llevaron en total cuatro luminarias y cinco plantas que los alumnos de tercer año habían plantado. Más allá del daño material, lo que más indigna a la comisión de la Cooperadora es el hecho de que fue un trabajo que hicieron estudiantes durante todo un año: “La parte de iluminación la compramos con dinero de la Provincia. Lo demás lo pagó la Cooperadora. Pero lo que realmente indigna es que fue un laburo de los chicos”, indicó con angustia Tapia.
Otros hechos
Las conjeturas sobre cómo pudo haber sucedido el robo son muchas, ya que nadie observó ni advirtió ningún movimiento extraño, con lo cual se estipula que el atraco pudo haber sucedido a la noche.
Al acercarse a la comisaría para radicar la denuncia, los efectivos policiales le manifestaron a Tapia que si cerraban el portón con el candado ellos no podían ingresar para hacer la recorrida. Empero, la vicepresidenta de la Cooperadora y profesora del Instituto se preguntó: “Es una escuela, ¿cómo podés dejar el patio abierto? Entra todo el mundo. Es un gran dilema”.
Evaluó que es la propia gente del barrio la que comete estos ilícitos y recordó que en septiembre, días antes de que abriera sus puertas Expojardín, en un salón que durante la semana se dan clases y que luego se alquila como quincho rompieron un candado, entraron y se robaron una heladera.
A diferencia de lo que ocurrió el año pasado, cuando vandalizaron la parte trasera del predio, en esta oportunidad solo se registraron daños en la entrada. Igualmente, comentó Tapia que la gente sigue ingresando y poniendo en riesgo su vida ya que entran al castillo que tiene peligro de derrumbe: “Es una preocupación constante que tenemos”.
Comentó que son diferentes grupos los que acceden: por un lado los más chicos, que lo hacen para jugar y no reconocen el peligro; por otro las personas que acceden como si fuese un lugar público y van a tomar mates; y por último, el menos deseado, que son quienes van para robar.
El trabajo del año
Informó Tapia que el disparador de este año para los trabajos fue que la entrada era insegura y que los carteles no eran legibles ya que estaban deteriorados y eran chicos.
“Entonces los chicos pensaron en hacerla más espaciosa, un poco más adentro y con mejor visual. Empezaron a desarrollar la idea, cómo se podía hacer, cómo se podía ornamentar. Y quedo lindísimo para la exposición; hicieron una entrada amplia y despejada”, contó.
Ante los destrozos generados días atrás, manifestó que seguramente la consigna para este año sea ver de qué manera se puede reforestar y qué plantas conviene plantar, ya que se robaron la mitad. Aseveró igualmente que de reponer las luminarias se hará cargo la Cooperadora lo antes posible.
“Veremos si le podemos poner alguna celdita a las luces, pero lo que le pongas lo arrancan, así que tenemos que ver cómo lo hacemos”, señaló.
Desde la propia Cooperadora indicaron que “ha llegado el momento entonces de trabajar sobre la protección integral del predio y la recuperación del palacio, para lograr devolverlo a la comunidad convertido en un referente turístico y educativo como se merece Tandil y la provincia de Buenos Aires”.