Salud
Veterinarios cannábicos de Tandil: Tratan animales con aceites, investigan y buscan ser parte del Reprocann
Entrevista con el grupo de veterinarios cannábicos de Tandil.
Tres veterinarios de la ciudad son miembros fundadores del grupo de profesionales argentinos que implementa en distintos tipos de animales tratamientos con productos derivados del cannabis.
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Mientras mantienen su reclamo por ser incorporados al Registro de Personas Autorizadas para el cultivo de la planta (Reprocann), transmitieron que no sólo cada vez más vecinos –y familias multiespecie- consultan, sino que también lo hacen otros colegas.
“Lo usamos sobre todo en dolor, en tipos de trastornos de ansiedad, de impulsividades. Oncológicos, también en traumatología y trabajamos mucho también con dietas naturales combinadas con cannabis”, compartieron en diálogo con El Eco de Tandil.
Stella Maris Marcos, Laura Colman y Roberto Gómez formaron Cannabis Medicinal Veterinario Tandil, un espacio donde no sólo trabajan a partir de dichos tratamientos sino que también investigan –presentándose en congresos y sumando casos clínicos para acompañar el pedido de una legislación que los ampare-, y hasta forman a colegas y futuros veterinarios.
Son parte a su vez de la Mesa Intersectorial de Cannabis Medicinal de la ciudad, que cabe recordar, fue la tercera localidad del país en hacer mención a los no humanos en la ordenanza vigente y cuenta además con un consultorio público especializado en atención con cannabis a personas.
Gómez explicó que “la planta se empezó a usar en animales en el 1600, de toda la vida”, y en sus inicios se aplicó sobre todo para tratar cólicos y problemas bronquiales equina. “Hasta principios de 1900, el cannabis formaba parte de la farmacopea humana y animal”, agregó. Peo tras la caída de la Ley Seca en Estados Unidos se conformó la DEA y “comenzó el prohibicionismo y se quitó todo lo medicinal. Se la puso en una zona comparada con otras drogas mucho más pesadas”.
Tras la creación a nivel nacional del Reprocann, una puerta se abrió para los veterinarios interesados en investigar los usos de la planta en tratamientos para animales. Sin embargo los profesionales no fueron incluidos en la normativa, por lo que alrededor de 400 personas en todo el país formaron la asociación que hoy mantiene vigente el reclamo por su reconocimiento.
Sumar colegas, formar y seguir “plantados”
Los veterinarios explicaron que en animales no aplican tinturas madre porque contienen alcohol, y que administran el tratamiento a partir de aceites. En ese sentido recalcaron que la demanda del grupo es “por la planta completa”, ya que observaron que no surte el mismo efecto el uso de componentes sintéticos industrializados como los que se comercializan al público en farmacias.
“Depende de los casos es un complemento, o algo alternativo. Es otra opción más, no es la panacea tampoco, no es la solución a todos los males pero es una medicación más y hay que tomarla como tal”, plantearon.
Aclararon además que muchas personas consultan por efectos secundarios como adormecimientos, pero que eso “es algo que normalmente no pasa”. Pero también destacaron que se trata de “una terapia muy personalizada, lleva mucho tiempo, hasta la consulta misma, porque es hacerle entender al tutor de que esto es específico para ese individuo y para su paciente”.
En la misma línea sumaron que “inclusive muchas veces, por querer buscar un efecto, uno sigue subiendo la dosis y es contraproducente. En algún momento hay que resetear el sistema endocannabinoide, que todos lo tenemos, y cortar por ahí una semana de medicación y después volver a comenzar”.
Es por eso que subrayaron la importancia de las investigaciones y pruebas que realizan, incorporando cada vez más casos y recopilando experiencias. “Cada vez encontramos que se puede usar en más patologías”, indicaron, y mencionaron que expusieron en congresos especializados sobre cannabis y diabetes, mientras que también suman trabajos vinculados a la etología.
Colegas de la ciudad y otras partes del país también suelen consultarlos, en particular por casos de pacientes oncológicos o gerontes con dolor. “Ya no podés acudir a las drogas tradicionales porque ocasionan trastornos gástricos. Solicitan cannabis y notan una mejor calidad de vida para el paciente, les calma el dolor, les aumenta el apetito y descansan mejor”, pusieron como ejemplo.
Con familias multiespecie
Los veterinarios también hicieron mención a que de un tiempo a esta parte comenzaron a trabajar con el concepto de familias multiespecie, en referencia a aquellas que incorporan mascotas como parte del grupo.
“Nos pasa a los etólogos, que vamos a un lugar y vemos que el problema es el entorno. No siempre, pero muchas veces. Entonces las personas nos terminan consultando a nosotros cómo harían para poder incorporar cannabis, y uno termina derivando a médicos de humanos”.
Así, explicaron generan un vínculo profesional con los trabajadores de la salud, y que muchas de sus investigaciones pueden servir a futuro para los tratamientos con personas.