Tandil
Vecinos se quejaron por los ruidos molestos en el Lago y reclamaron más controles al Municipio
“No se puede vivir así, necesitamos que el Municipio haga algo”, suplicó uno de los frentistas. Indicó que el pedido lleva más de una década por una situación que “empeora año a año”. Se respaldó en la ordenanza de ruidos molestos.
La problemática del tránsito en Tandil sigue en agenda. A la espera de avances en la creación del Observatorio Vial y mientras el Concejo Deliberante inicia el análisis de un proyecto para contar con un “picódromo”, un episodio ocurrido el fin de semana renovó el reclamo de los vecinos del Lago del Fuerte por la presencia de motos con escapes liberados y música fuerte.
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Entre el sábado por la tarde y la madrugada del domingo, la concentración de motos en el playón del Dique puso en alerta a los habitantes de las viviendas de la zona, que iniciaron un desesperado pedido avalados por la ordenanza de ruidos molestos, que limita este tipo de acciones en espacios públicos.
La referencia es a la ordenanza 8.867, sancionada en abril de 2003 en el Concejo Deliberante, que prohíbe “producir, causar o estimular ruidos molestos y vibraciones en lugares públicos o privados, cualesquiera sean sus orígenes, cuando por razones de hora o lugar, o por su calidad o grado de intensidad trasciendan a la vía pública o perturben o puedan perturbar a vecinos o causar perjuicios de cualquier naturaleza a personas que operen o manipulen las fuentes que los producen, sean éstas fijas o móviles”.
“Todos los años empeora”
“Es un problema que año a año empeora y no encontramos solución. No vemos que se tome ninguna medida”, expresó en diálogo con El Eco Multimedios uno de los vecinos, que remarcó que “no se puede vivir así” y suplicó al Municipio que “haga algo”.
Sobre el hecho ocurrido el fin de semana, describió que desde la tarde fueron testigos de un “desfile de motos con escape libre dentro del playón del Lago del Fuerte”, y que a la madrugada, alrededor de las 3, “fue terrible cómo sonaban los parlantes que tienen los autos”, que hacen “retumbar los vidrios de las casas de los vecinos que estamos en el Dique”.
En cuanto al modo de actuar, contó que suelen dar aviso al servicio de emergencias 101, y que , cuando se presenta el móvil comienza la dispersión de las personas. Sin embargo, a los pocos minutos, vuelve la concentración.
De todos modos, alertó que la Dirección de Inspección General “no atiende nunca los teléfonos”, y acusó la falta de control por parte del Municipio. “Hace años venimos pidiendo que pongan cartelería porque hay una ordenanza que no se cumple y no creo que hayan hecho alguna multa por ruidos molestos”, objetó.
El contribuyente graficó el modo en que impactan estos episodios en la calidad de vida de los vecinos, la cual se ve “alterada”, al margen de los “altercados” que se registran.
Un largo reclamo
En otro pasaje de la nota, remarcó que llevan “más de diez años” con el mismo reclamo y presentando notas ante la Municipalidad en busca de una respuesta y fueron “pocas las veces que nos han atendido”, a la vez que reconoció que “no somos el único barrio, hay otros que padecen la misma problemática y no vemos que tomen acción como para poder llegar a una solución”.
En ese sentido, aseguró que el pedido no apunta al cierre del playón de estacionamiento como medida que imita a lo que sucedió en la Diagonal Illia en el Parque Independencia. “Pero por lo menos que haya control”, ya que “afecta mucho la calidad de vida de las personas”, insistió.
En tanto, como aspecto relevante, dijo que en ese lugar donde toman el examen de manejo para obtener el carnet de conducir, “a la tarde noche es un descontrol. Todo en un mismo espacio municipal”.
“Inspección y Tránsito están en otros lados, pero no en el lugar donde se generan los ruidos”, achacó.
Renovado marco normativo
La problemática suma varias aristas. Desde la perspectiva legislativa, en Tandil hay vigente una norma sancionada en 2003, que incluso prevé sanciones para los incumplimientos de los parámetros expuestos.
Sin embargo, en abril pasado, el bloque de concejales PRO-MID presentó un proyecto de ordenanza para que el Municipio incremente los controles y endurezca las sanciones en casos de ruidos molestos.
En detalle, la propuesta apunta a prohibir la circulación de motos y vehículos con caño de escape abierto, estableciendo una escala de niveles máximos sonoros según normas IRAM, exige a los vehículos verificar condiciones para que el nivel sonoro emitido al circular no supere los límites establecidos e indica que ante el incumplimiento se retenga el vehículo infractor, se decomise el escape adulterado para su destrucción y se elabore una infracción.