Vecinos se manifestaron en el Municipio para exponer las consecuencias de las fumigaciones y reclamar soluciones

Este jueves, vecinos congregados en la Junta vecinal por un ambiente saludable y en el MTE se movilizaron en la esquina de la Municipalidad para exponer lo que se vive en la ciudad en torno al uso indiscriminado de agrotóxicos. 

Con carteles con diferentes leyendas como “Tandil lugar fumigado”, “Paren de matarnos” y “Paren de fumigarnos”, visibilizaron una lucha que ya lleva años. En los últimos tiempos, d iversos emprendimientos productivos y huertas de la ciudad han sido afectados por derivas de productos agroquímicos tóxicos y así también se registraron fumigaciones linderas a los pueblos rurales del partido, incluso en horarios nocturnos.

En algunos casos, los daños afectaron tanto al emprendimiento familiar y autogestivo de venta de plantines, como a la misma huerta de autoconsumo que abastece de alimentos a la familia. En esta línea, uno de los eventos más destacables tomó conocimiento público hace unas semanas y sucedió en la Huerta de Elama, en Los Álamos 2224 de la ciudad. 

Un emprendimiento familiar donde Marta y Carolina, madre e hija, desde hace nueve años producen semillas y plantines de manera agroecológica. Ellas estuvieron también presentes con sus plantines afectados, para mostrarle a la ciudadanía lo que este tipo de productos genera en las plantas y la tierra. 

Una huerta perdida 

Fue en julio, cuando al comenzar las siembras de las variedades de primavera-verano notaron anormalidades en el crecimiento de su producción. Hasta la fecha perdieron más de 6 mil almácigos y plantines, que eran el sustento familiar para este periodo. 

En diálogo con este medio, Marta compartió que muchas veces las personas piensan que sus cultivos y plantas son afectados por causas naturales o porque se  hizo algo mal durante el proceso de siembra y cuidado, pero objetó que “no se dan cuenta de que muchos de los problemas que presentan las plantas son consecuencia de las fumigaciones. Nos pasa a nosotras que estamos en un área más rural pero también a la gente del MTE que está en planta urbana”.

Con respecto a lo sucedido en su huerta, la Dirección de Medioambiente de la comuna intervino a pedido de las mujeres damnificadas, a través de un expediente abierto el 20 de septiembre (21-06309-00), para elaborar un informe sobre lo ocurrido allí pero sin carácter de denuncia por no existir un destinatario. 

Esta semana, el organismo municipal a cargo de Héctor Creparaula les entregó a Marta y Carolina el informe confeccionado por un ingeniero agrónomo que, tras relevar y evaluar el lugar, llegó a la conclusión de que la producción fue atacada por un herbicida hormonal, que se desconoce cómo llegó a su huerta, si por vía aérea, terrestre o a través del agua. 

Además, Marta puntualizó que ahora es necesario que profesionales del INTA Balcarce tomen muestras para analizar  y así poder avanzar en la resolución del caso, con la intención también de motorizar la denuncia judicial correspondiente. Pero según indicó, les piden que sean ellas quienes recolecten las muestras y las lleven, una práctica que está fuera de su alcance en este momento, por eso insisten en que la institución tecnológica agropecuaria se acerque al espacio para realizar el relevamiento pertinente. 

“Perdimos nuestra fuente de ingresos y nuestro alimento, no podemos costear la toma de muestras. Queremos llegar a la conclusión de lo que está pasando, hace tres meses y medio que  luchamos por esto”, describió.