Vecinos del Falucho I objetaron la venta de un lote pero la Cooperativa negó irregularidades
Se trata de la esquina de Barrufaldi y Gardel, donde se encuentra el tanque de agua que abastecía a la zona. El terreno fue vendido por la Cooperativa Falucho a un particular, que inició las tareas de demolición que alarmaron a los vecinos. Los frentistas se quejaron por no ser consultados, pero desde la entidad refirieron que los residentes no tienen injerencia en ese tipo de operaciones y que el predio no es un espacio verde.
Los vecinos del barrio Falucho I, que desde hace 40 años residen en el lugar, se alertaron este viernes ante movimientos de remoción de árboles y otras tareas que se comenzaron a realizar en un terreno ubicado en Barrufaldi y Gardel, donde se halla el viejo tanque de agua que dotaba de suministro a la zona.
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Una empresa privada contratada por el dueño del predio inició los trabajos de demolición del tanque y la cisterna encomendados por el propietario, quien en buena fe adquirió el pequeño predio.
El problema radica en las condiciones en las que ese espacio fue ofrecido y vendido, porque los frentistas consideran que pertenece a la Cooperativa Falucho, de la que forman parte desde hace décadas y que no podría ser puesto a disposición y vendido de manera inconsulta, como si se tratara de un inmueble privado.
Ante la presión vecinal y el pedido de explicaciones de los residentes que se aglomeraron en el lugar, el contratista detuvo los trabajos y esperará hasta el lunes para retomarlos. Ese día Ricardo Buquete, titular de la cooperativa mencionada, se reunirá con los vecinos para abordar el tema y dar las explicaciones del caso.
El enojo de los vecinos
Según le contaron los integrantes del barrio a este Diario, una situación similar se dio hace aproximadamente tres años en Serrano y Barrufaldi, una esquina que también pertenecía a la esfera barrial y fue edificada por un particular.
“Se creen que son los dueños de la ciudad y no es así. Tienen que consultar con los vecinos”, espetó con enojo un hombre que reside en el Falucho desde su construcción.
En conversación con este medio, algunas vecinas manifestaron su voluntad de reutilizar el espacio y darle una vida con el propósito de que sea aprovechado por la vecindad. Inclusive, llegaron a pensar en la posibilidad de transformarlo en una pequeña galería y en un mirador.
Por otro lado, hubo quienes refirieron la ruptura estética que provoca la aparición de casas que nada tienen que ver con el perfil del barrio y se quejaron por la remoción de dos ejemplares arbóreos.
En ese sentido, la Dirección de Espacios Verdes e Inspección General labraron un acta de infracción por “Extracción sin autorización de arbolado público”, que se resolverá en el Juzgado de Faltas, conforme a la normativa vigente.
La explicación de la Cooperativa Falucho
Consultado por El Eco de Tandil, Ricardo Buquete detalló que se enteró del choque entre los vecinos y los trabajadores que demolían el tanque porque el responsable de la empresa encargada de derribar las estructuras lo llamó por teléfono para ponerlo al corriente de la situación, pero que a la firma nunca llegó ninguna consulta ni reclamo directo.
Además, ratificó que el inmueble era propiedad de la Cooperativa Falucho, pero que los vecinos no tienen injerencia para decidir sobre los destinos y usos del mismo.
El frente de conflicto generado lo tomó por sorpresa porque, según explicó, no existe ninguna irregularidad en la operación que permitió al nuevo propietario disponer del bien.
“No entiendo el problema porque el terreno es propiedad de la cooperativa, que paga los impuestos que corresponden, y el tanque está desafectado desde hace 15 años, cuando el barrio quedó conectado al tanque del Cementerio y retiramos todos los elementos de allí. Se cerró para que no se juntara gente porque se había transformado en un eje de reunión de jóvenes que se juntaban a tomar alcohol”, expuso Buquete.
“No es un espacio verde”
Dado que la estructura de acumulación y suministro de agua allí emplazada quedó obsoleta e inutilizada, y produce un riesgo por el deterioro existente, la compañía decidió vender el terreno, como hizo con otros predios aledaños. En este punto, fue taxativo al asegurar que el pequeño macizo no es un espacio verde como suponen algunos vecinos.
“Nunca fue espacio verde y área pública, de ser así el único que lo puede desafectar es el Municipio con una ordenanza del Concejo Deliberante”, sostuvo.
El responsable de la entidad constructora señaló que tras la aprobación del plano de subdivisión del barrio, en el año 1978, quedaron terrenos libres bajo el dominio de la entidad. “Acá se puso el tanque, pero el dominio siempre fue de la cooperativa y eso nos permite disponer el inmueble. No afecta al barrio ni los vecinos ni tienen algún tipo de injerencia en esa operación”, concluyó.