Vecinos del barrio Canadá obtuvieron algunas respuestas a los reclamos expuestos en asamblea

En la noche del pasado miércoles, como se informó en El Eco de Tandil, se realizó una asamblea en el barrio Canadá, a la que fueron invitadas autoridades municipales, las cuales no se hicieron presentes, y efectivos de la comisaria Cuarta y la Jefatura Departamental. De estos últimos acudió el jefe de la Seccional , Nicolás Kopp. 

Los vecinos narraron los múltiples hechos de inseguridad que se viven en el barrio, y el poco accionar policial en pos de identificar y detener a los responsables. Explicaron que la falta de luz en la plaza del barrio, ubicada en la esquina de Güemes norte y Casacuberta, hacía del lugar un foco delictivo, en el que los delincuentes no solo podían observar varias casas para analizar los movimientos, sino que también comercializaban lo robado y también estupefacientes. 

Esta plaza aun figura como terreno baldío en los registros, ya que en su momento formaba parte de un barrio privado que se estaba construyendo, y que al fallecer el principal inversor quedó trunco. De todas formas, los vecinos no comprendían cómo el Municipio instaló juegos infantiles allí, si supuestamente la falta de luz provenía de ese problema legal. 

A su vez, contaron que, en una las calles, que tampoco contaba con luminaria, los malhechores tenían un aguantadero donde escondían parte del botín durante la noche. 

A pesar de la ausencia de las autoridades, en la mañana del miércoles, la barriada observó la llegada de trabajadores de la Usina, y más tarde descubrieron que se estaban instalando las luminarias en toda la plaza, y en la calle que habían solicitado.

La satisfaccion de los vecinos

Claudio Amestoy, vocero de la asamblea, en comunicación con El Eco de Tandil, afirmó que los vecinos esta felices de haber sido escuchados, y que continuarán extendiendo otros reclamos correspondientes a la falta de agua potable y gas en algunas zonas del barrio. 

“Estamos contentos, vimos movimiento a la mañana, y descubrimos que han colocado las luminarias que veníamos pidiendo, en la calle Güemes norte, de 1900 a 2000, y en la plaza del barrio, que está en Güemes y Casacuberta, donde insistíamos en que los delincuentes se juntaban a ver los movimientos de los vecinos, y también comercializaban estupefacientes y algunas de las cosas robadas”, contó Amestoy.

De esta manera, se espera que cesen las sospechosas acciones que observaban a diario los vecinos en la plaza, donde contaron que a veces se hacían “transacciones” a plena luz del día, con los niños jugando a escasos metros, en las atracciones infantiles del lugar.

A su vez, el vocero indicó que la policía ha patrullado con mayor frecuencia la zona, y les han manifestado la posibilidad de incorporar un nuevo móvil en los próximos días. De todas formas, el pasado viernes, a dos días de haberse realizado la asamblea, un nuevo hurto ocurrió durante la madrugada. 

“Fue en Ijurco al 1900, a eso de las cuatros y media de la mañana, le rompieron la ventanilla del auto, se le llevaron herramientas de trabajo, el estéreo, y le revolvieron la guantera”, relató.

Los vecinos observaron las cámaras de seguridad, en donde se ve que un joven que ya tienen identificado como autor de otros de los robos, pasa cerca del auto a las dos de la mañana y vuelve a las dos horas para cometer el ilícito. A pesar de que llevaron el video a la comisaria, y los efectivos identificaron al joven, no se procedió a su detención. 

“hicimos todas las denuncias, sabemos que es mayor de edad, pero es el juzgado el que no decide la detención, tiene varias causas ya, los policías lo identificó, pero si no tienen la orden no pueden detenerlo”,  explicó.

Los reclamos continúan

Por último, expresó que seguirán pregonando por la instalación de servicios de agua potable y gas, otra de las problemáticas que enfrenta un parte de importante de los vecinos que constituyen la asamblea. 

Al igual que la plaza donde lograron la instalación de luminarias, un sector del barrio aún figura como terreno baldío. Pertenecía a la constructora Canadá, e iba a ser un barrio privado, al fallecer su propietario, la obra no continuó, y quedó todo en la nada, por ende, casas sin construir, terrenos vacíos, y demás. “Cada propietario entraba a vivir en su vivienda terminada, con todos los servicios, lo cual no fue así porque muchos ingresamos sin ellos, debido a que la empresa nunca más se hizo cargo”, profundizó Amestoy.

Y agregó que “hay muchos vecinos que no tienen agua potable ni cloacas ni gas, y cuando van a tratar de tramitarlo les es imposible ya que es un barrio que no figura en obras sanitarias, es todo terreno baldío, en catastro no figura nada” finalizó.

Por estas razones, a pesar de estar agradecidos por los avances en cuanto a la inseguridad, los vecinos siguen en pie de lucha, reclamando lo mínimo e indispensable, servicios básicos para todos.