Vecinos de Tarraubella alertaron sobre una nueva toma en el terreno lindante al edificio
Propietarios de los terrenos judicializados visualizaron una situación que encendió las alarmas en el barrio. Ayer, un grupo de personas comenzó a llevar material de construcción al terreno de al lado de los departamentos que fueron tomados tiempo atrás. “Queremos que se visibilice esto para que no pase otro Movediza”, aseguraron. Anoche intervenía la policía.

Las alarmas del numeroso grupo de personas que invirtió en Tarraubella en la década del 90’ volvieron a encenderse en la jornada de ayer después de visibilizar a un grupo de personas descargando materiales de construcción en el terreno lindante a los departamentos. En diálogo con El Eco de Tandil aseguraron la presencia de hombres que iban y venían en un auto viejo, llevando planchones, palos y otros materiales como para levantar una construcción.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAyer mantuvo en vilo a quienes se presentan como los propietarios de los terrenos usurpados. “Vecinos vieron que empezaron a usurpar los terrenos”, contó a este medio uno de los involucrados. Luego detalló que llamaron a la policía y con la presencia de los oficiales, dejaron la zona, pero una vez retirada la fuerza de seguridad, siguieron llevando material de construcción.
La amenaza de extender la usurpación despierta inquietud en quienes invirtieron hace más de dos décadas y ahora aguardan una solución a un litigio legal en la cual tiene una sentencia favorable. “Queremos que se visibilice esto para que no pase otro Movediza o como con los departamentos, que cuando querés acordar tenés un montón de gente usurpando y ya no los podés sacar”, aseguraron.
Los denunciantes de este intento de toma no quisieron que se publique su identidad debido a que la relación con los actuales habitantes de Tarraubella no es la más propicia. Contaron que anteriormente, luego de publicaciones en redes sociales, intentaron amedrentarlos con insultos y hasta con piedrazos en las casas.
Respuesta política
En el extenso historial que arrastra el litigio del predio ubicado en Lavalle, entre Rosales y Darragueira, los damnificados indicaron que se han dirigidos a los políticos de todos los partidos, solicitando reuniones y pidiendo explicaciones sobre lo acontecido con sus inversiones. “Nos decían que ellos no podían hacer nada porque era algo entre privados”, relataron.
Además golpearon las puertas de Defensoría del Pueblo, donde les solicitaron realizar una medición con un agrimensor y que mandaran una nota al Municipio. “Todo es seguir gastando plata para no tener nada, entonces es como que si no nos dan una seguridad de que nos van a dar una solución, es seguir gastando plata para que después le abran la calle a otro. Nadie nos asegura nada”, indicaron.
A partir de las imágenes vistas en la jornada de ayer, en horas de la tarde informaron que se pusieron en contacto con la Secretaría de Protección Ciudadana y la respuesta les sorprendió: “Nos dijeron que ya estaban al tanto y que es una arquitecta de una organización social que está haciendo la casa esa para tratar los temas de la usurpación de los departamentos”.
Tras esa inesperada contestación, muchos aseguraron que hoy se iban a presentar en las oficinas de Protección Ciudadana para pedir explicaciones. “¿No es que era una cosa entre privados? Si va una arquitecta de una organización social a instalarse ahí es para dárselo a personas de esa organización, sino porque tiene que ir a construir. Ellos ya sabían que iban a hacer eso, que le habían dado permiso a una arquitecta de un movimiento social para que usurpe”, señalaron.
El edificio
Tarraubella surgió como un proyecto inmobiliario para alrededor de 200 familias durante los años 90. La obra se frenó y entró un litigio judicial por la titularidad de los predios con fallo favorable para las personas que habían comprado. Pese a esa sentencia, los condenados no presentaron bienes a su nombre dejando sin una respuesta a las casi dos centenares de familias damnificadas.
Con las obras frenadas, lo que se llegó a construir del edificio fue habitado por una treintena de familias. Tras extensas gestiones, la Provincia de Buenos Aires inscribió al barrio en el Registro Provincial de Villas y Asentamientos. A partir de entonces se lograron fondos para la mejora de la obra, que trajo consigo una mejora en la calidad de vida de sus habitantes.
Quienes compraron hace más de dos décadas explicaron que al estar judicializado, no es tan fácil venderlo y más donde hay tantas personas involucrada en la cuestión. “El problema es que nunca se escrituró, entonces a nosotros no nos queda nada más que hacer que esperar a que alguien lo compre. Lo que pasa es que está toda la usurpación de por medio y nadie quiere comprar”, contaron.
Con poca perspectiva de encontrar una solución pronta y recuperar lo invertido, buscan que no se extienda la usurpación al terreno colindante, el cual también está dentro de los comprados hace más de dos décadas. En ese sentido, aseguraron: “Ahí sí que lo daríamos como perdido del todo porque lo otro ya es como que lo damos por perdido. En vez de apoyar a los que habíamos pagado, apoyan a gente que usurpan. Es como que uno pierde las esperanzas”.
Por último, explicaron que el juez y los abogados les dijeron que tienen razón en su pedido pero nadie sabe cómo resolver el litigio. “El abogado nos decía que lo tienen que resolver políticamente y acá la política lo resolvió más para el lado de los usurpadores que para el nuestro”, cerraron.