RECLAMOS
Vecinos de Laprida al 2100 reclaman por el estado de las calles
"Vienen, pasan la máquina, tiran tosca y en la próxima lluvia volvemos a empezar", aseguró una vecina.
Vecinos de Laprida al 2100 reclamaron ayer por el estado de la calle, donde en los días de lluvia se hace una correntada que perjudica particularmente a quienes viven en la esquina de Corrientes.
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“Desde el lunes que no para de llover y es una situación incómoda y preocupante”, dijo Mariela a El Eco Multimedios.
La calle es de tierra, y con el correr de los años consiguieron tosca, cascotes, o bloques de hormigón pensando en que si llenaban el zanjón con un material pesado, no iba a haber correntada de agua. Sin embargo, lejos de ser una solución, todos esos elementos terminan en Laprida y Corrientes.
Pozos de 50 centímetros
En diciembre realizaron un reclamo porque "toda la calle estaba absolutamente destrozada". De hecho, un auto quedó encajado en una de las esquinas de Laprida y Corrientes. Para sacarlo, los mismos vecinos colocaron tablones para destrabarlo y sacarlo del zanjón.
Además, se suma que cuando pasa el recolector de residuos tienen que correr los autos porque si no, el camión no pasa.
Durante la conversación con este medio, Mariela contó que en ese momento no podía salir de su domicilio porque a partir de su frente tienen todos los escombros que arrastra el agua, y habló de un habitante de la zona que se compró un jeep para llegar a su domicilio mediante las veredas.
“No tenemos vereda, no tenemos cordón y no tenemos calle. Ahora hay una a mitad de cuadra que está transitable pero sabemos que cuando llueve se hacen pozos. El menor de los pozos tiene 50 centímetros de profundidad”, puntualizó.
“Si están esperando que hay un accidente, el accidente va a estar. Sea una persona caída o un camión encajado. Yo entiendo que si así son los arreglos con parches que se hacen por toda la ciudad, estén muchas cuadras con la misma situación que nosotros”, dijo la vecina.
Sin respuestas
La mujer contó que vienen haciendo los reclamos desde hace dos años ante el municipio. "Vienen, pasan la máquina, tiran tosca y en la próxima lluvia volvemos a empezar", aseguró.
"No es una solución que sea tirar tosca y nada más. El zanjón hay que rellenarlo o entubarlo", porque en el caso de la zona, "ni siquiera hay un cordón cuneta o bocas de tormenta", agregó.
Para Mariela, "es una locura hacer lo mismo siempre, desperdiciando los recursos del municipio, porque no es solamente por nosotros: si hacen siempre lo mismo no va a haber resultados diferentes. Es un emparche".
“A nosotros no nos importa el color político que se encargue de la situación. No pasa por quien sea el responsable, porque entendemos que lo empleados vienen a hacer los trabajos que les indican, pero no hay un tratamiento interdisciplinario de la situación o una solución alternativa”, sostuvo la mujer.
“Nosotros ya lo sabemos y el municipio tendría que saberlo también. Parece un chiste”, reiteró.