Vecinos de España al 700 se quejaron del desorden nocturno y exigieron a Lunghi más controles

Un grupo de vecinos que habitan la zona comprendida entre las calles Alem, 9 de Julio, pasaje Newbery, Garibaldi y avenida España, elevaron una nota al intendente Miguel Lunghi para solicitarle que se dispongan mayores controles nocturnos en ese sector, con el fin de aliviar un poco la vida diaria en el barrio. 

Es bien sabido que en la cuadra comprendida en avenida España entre Alem y 9 de julio, la proliferación de cervecerías y boliches convierte al área en un epicentro de la movida nocturna, actividad que se reproduce sin tregua a lo largo de la semana.  

Frente a este panorama, la nota en cuestión exhibe que se han efectuado reclamos desde 2003 con respecto a la presencia este tipo de locales que se encuentran instalados y habilitados en dicho espacio.  

No bostante, es preciso destacar que no es la primera vez que se esgrime una queja de esta índole y que, según expusieron los vecinos,  en las reuniones mantenidas a lo largo de los años con diversos funcionarios comunales hubo compromisos para realizar operativos conjuntos con la Comisaría Segunda, la Dirección de Control Urbano Vehicular y el Foro de Seguridad, sin soluciones concretas hasta la actualidad.

En este sentido, señalaron que "con el correr de los años hemos registrado y denunciado numerosos hechos en presentaciones a este Municipio, con denuncias policiales en flagrante, con denuncias en medios de prensa locales y demás actividades de contención y alerta”.

Las quejas 

En este marco, los ciudadanos puntualizaron que las personas que concurren a esos lugares, estacionan sus vehículos sobre ambas manos de circulación del pasaje Newbery, cuando ello está expresamente prohibido y se obstaculiza el tránsito por esa vía, en tanto les resulta imposible guardar o retirar sus vehículos de los garages.

Asimismo, describieron que “esta situación ha provocado la imposibilidad de la llegada, ante una urgencia, de una ambulancia hasta el domicilio requerido para brindar una asistencia necesaria”.

Además, observaron que desde jueves hasta los domingos inclusive, se producen hechos de violencia (peleas, insultos, corridas, arrojamiento de piedras y botellas) durante el horario nocturno de 23 a 7.  

En consonancia ante estas situaciones que se replican todos los fines de semana, los vecinos de la zona advirtieron “rotura de canteros, jardines exteriores, veredas con baldosas levantadas que luego son arrojadas entre los vándalos o hacia las viviendas, la deposición de orina y materia fecal en la puerta de nuestros domicilios, vidrios de botellas de cerveza y vino, esparcidos por toda la calle y veredas que pueden provocar, además, posibles lesiones, ya que es paso de niños a las escuelas con sus padres, además de personas adultas mayores, algunas con dificultades de traslado”. 

Pero los problemas no terminan ahí, porque también hicieron foco en que hay noches en las que se interrumpe  el tránsito vehicular sobre España, para convertir la avenida en un espacio bailable a cielo abierto “con exceso de volumen en la música y gritos en horas de la madrugada”. 

Por último, en su descargo, los vecinos pusieron énfasis en los ruidos molestos provocados por los elevados decibeles musicales y las motos con escape libre que circulan por allí.