Vecinos de Cerro Leones reclaman respuestas por los trastornos que les ocasiona el depósito judicial
Viven en la zona aledaña al depósito de vehículos y están cansados de que les rompan los alambrados luego de sustraer motos de ese predio. “Yo creo que mientras funcione ese depósito ahí, a nosotros se nos acabó la tranquilidad”, lamentó José Andraca. Y consideró que “para eso, que tiren todas las motos en la rotonda y que los chicos vayan y se sirvan directamente de ahí”.
Un grupo de vecinos de Cerro Leones alzó su voz para reclamar que el Municipio busque una solución a los serios trastornos que les provoca el depósito judicial y municipal de vehículos que funciona en la zona aledaña a los campos en los que residen.
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De acuerdo al planteo de los vecinos, la vigilancia con que cuenta el predio es escasa y en ciertos horarios directamente nula. A raíz de eso, todos los días llegan personas al lugar y sustraen motos para luego pasar por los campos de la zona, rompiendo todos los alambrados que se interponen en sus caminos. Aseguran que es un permanente tránsito de motos robadas y que no hay ningún tipo de control.
Carlos Gibellini, uno de los vecinos, explicó que “hace alrededor de 3 meses que no damos abasto, todos los días rompen los alambrados, es algo tremendo”.
En ese sentido, contó que roban las motos del depósito, “cruzan por las sierras y las dejan entre las retamas, algunas las desarman y vienen al otro día a buscarlas a la noche”.
Estimó que por día sustraen un promedio de entre 6 y 8 motos, aunque algunos días pueden ser más y otros menos.
“Andamos con los caballos recorriendo todos los días, y encontramos motos en nuestros mismos predios, algunas desarmadas, otras enteras, y vamos al otro día y ya no están, así que evidentemente se las llevan”, aseguró.
“Cortan alambres a mansalva”
Por su parte, el inquilino del predio donde están los espejos de agua de las cavas de Cerro Leones, José Andraca, explicó que por lo que observó los que llevan adelante este tipo de delito son menores y encuentran el robo de motos en ese predio “muy fácil” porque “a la noche vienen, las sacan del predio, las dispersan sobre el cerro y de día las vienen a buscar. El problema es que cuando vienen a la noche lo hacen con una linterna y cortan alambres a mansalva”.
Aseguró que el depósito, que se encuentra a unos 2500 metros del predio que alquila, “no tiene seguridad, el lugar está solo y las motos están tiradas en el medio del cerro”.
Por su lado, Gibellini expuso que “por donde van pasando, van cortando; rompen alambres, tranqueras. A veces en el depósito hay una policía sola que es una chica joven, que no puede hacer nada. No es que uno culpe a la policía porque a veces tendrán las manos atadas como las tenemos nosotros”.
“Acá falla todo”
José Andraca afirmó que “indudablemente acá falla todo. El Municipio, la Policía, Tránsito, la Policía Local”.
“A veces vemos que está la patrulla de la Policía Local como custodiando, pero hacen caso omiso a lo que pasa porque salen del monte donde yo estoy, de la cantera Cerro Leones, chicos con 5 ó 6 motos sin papeles que son las que roban y no los ven. Nos incitan a que denunciemos, pero pasan los pibes con las motos robadas todos los días”, cuestionó.
Además, manifestó que “no tiene sentido llamar a la policía porque la represalia va contra la gente del campo. A nosotros lo que nos molesta es que nos rompan tanto los alambres, con todos los trastornos que eso trae”.
Sucede que en muchas oportunidades al cortar los alambrados se escapan los animales que hay en los campos o se mezclan con otros que no deberían y que justamente los alambres los separan por algún motivo, ocasionando muchos inconvenientes.
Argumentó que la situación se agravó tres meses atrás, aproximadamente, porque “cuando estuvo la compactadora como se destruía la moto, no importaba que la robaran porque la pasaba como compactada, osea que esa moto judicialmente no faltaba, estaba tirada en el cerro o andaba circulando, pero falla Tránsito porque no existe un desarmadero, las motos están andando todas”.
Y explicó que recientemente empezaron a ponerle planchones al predio del depósito, pero “ya a alrededor de 200, 300 pibes le enseñaron a robar motos. Así que cuando la seguridad baje los fines de semana, como es normal, van a reventar los planchones y van a seguir robando motos”.
“Para eso que las tiren en la rotonda y que los chicos vayan y se sirvan directamente de ahí, en vez de tenerlas en el cerro como están y nos hagan el daño que nos hacen a nosotros cortando los alambres”, lanzó.
Además, Gibellini marcó el peligro que implica que corten los alambres y los animales se vayan a calles como Basso Aguirre, que es muy transitada. “Es un problema grave”, advirtió.
“Se nos acabó la tranquilidad”
José Andraca manifestó que “yo creo que mientras funcione ese depósito ahí, a nosotros se nos acabó la tranquilidad, porque va a ser imposible en el lugar que está y del modo en que se maneja el sistema de control últimamente que eso sea controlado”.
“Esto no lo vamos a parar nunca más. Aparte va a ayudar a que los nenes aprendan a robar”, lamentó.
Y aseguró que sus animales están casi todo el tiempo en la calle porque le rompen los alambrados permanentemente.
Por último, Gibellini aseguró que “a veces dejamos las canteras abiertas a propósito, para que no corten los alambrados”.
El abigeato, otra de las problemáticas
Por otro lado, los vecinos plantearon otra problemática que los afecta considerablemente, que es el abigeato.
Carlos Gibellini explicó que desde 1927 su abuelo residía en ese mismo predio y criaban animales, pero recientemente tuvieron que venderlos a todos porque estaban cansados de los robos.
“En 12 años nos carnearon 80 animales, hasta los toros. Los demás que viven en la zona hicieron lo mismo, casi todos”, afirmó.
Por su parte, Raúl Pedrosa, quien reside en la zona del Cerro Federación, contó que “15 hilos de alambre en tres claros me cortaron. Se me perdieron los caballos, me cortan para entrar a sacar leña también”.
“Con el robo de hacienda a mí me tienen aburrido ya. Yo no la culpo a la policía porque uno de los oficiales me ayudó a encontrar los caballos, pero pasa que ahí no hay personal, con 15 policías no pueden cubrir 500 mil hectáreas, ahí por lo menos tiene que haber 50 efectivos y no los hay. Los oficiales están atados de pies y manos”, afirmó.
Gibellini agregó que “a unos vecinos les robaron 9 lechones y eran como 10 tipos”.
Inseguridad
Pedrosa sostuvo que “yo siempre lo banqué a Lunghi, lo que no me gusta es que no se preocupa por la seguridad y eso no puede ser. Los delincuentes se meten en los campos y van cortando todos los alambres. A un vecino fueron nueve tipos a robarle ovejas”.
“Además vienen armados, todos los animales que me han matado a mí, que fueron 50 animales, todos baleados”, puntualizó.
Y lamentó que “la policía agarra a los ladrones y a los tres días los suelta, falla la Justicia”.