Vacaciones en la ciudad, aumentó la demanda en la construcción de piletas y alquiler de casas quintas
La mayoría optó por invertir el dinero de las vacaciones en mejoras en el hogar, construir o adquirir una piscina e incluso reservar alguna casa quinta en las afueras de la ciudad para pasar el verano. Piletas, reposeras y bicis son los imprescindibles del verano, lejos quedaron las sombrillas para la playa. También desde otras localidades buscan venir.
La pandemia del Covid-19 trajo bajo el brazo una sumatoria de nuevos hábitos, hasta para la forma de vivir las vacaciones. Un efecto muy visible de esta situación mundial tiene que ver con lo que, parece, será un verano con poca actividad turística, ya que el diagnóstico que se impone es que la pileta le va a ganar a la playa, a la sierra y al viaje a ciudades vecinas o más allá.
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La evolución del coronavirus no solo está mostrando hoy una difícil y dura realidad, sino también para los meses venideros. Fronteras cerradas, países donde la enfermedad no cede en su avance, transporte terrestre y aéreo suspendido y controvertidas medidas cambiarias, conforman un cóctel negativo para las cercanas vacaciones de verano.
Si a todo eso se le suman los exigentes protocolos para viajar que se aplicarán en la futura ‘nueva normalidad’, la salida más lógica y razonable es la que atravesarán también los tandilenses, resignar las vacaciones en destinos turísticos y disfrutarlas en casa.
Pero para que las vacaciones sin salir del hogar sean completas, lo ideal es contar con una pileta y eso ha traído aparejado un “boom” en ese rubro, sean del material que sean.
Todos quieren piscina en casa
Si bien esta es la época en que generalmente comienzan las consultas por esos frescos espejos de agua, porque los tandilenses empiezan a prepararse para el verano, Gustavo Cardinale, de la empresa constructora Markal Hormigonera, explicó que este año ya se nota un considerable aumento en la demanda.
La gente se va a quedar en la casa”, sostuvo, repitiendo eso que de a poco todos han ido asumiendo y por eso la necesidad de acondicionar su lugar. Fueron muchos los vecinos que se anticiparon a esta previsible situación y salieron en busca de las comodidades, de hecho Cardinale planteó que quizás a esta altura ya no se consiga mano de obra para embarcarse en la construcción de una piscina.
La realidad es que, el hecho de pasar más tiempo en los hogares, da espacio a observar y poder avanzar también con pequeñas reformas o mejoras pendientes. A falta de viajes y pudiendo contar con el dinero que se solía destinar a ese fin, desde la constructora observaron que muchas familias optaron por invertir en pequeñas obras de construcción en ese lugar donde tanto trato están pasando últimamente.
De acuerdo a la apreciación, el crecimiento en la demanda es en torno al 40 por ciento y el cuello de botella no está en la disponibilidad de hormigón sino en el otorgamiento de turnos del que fabrica las piscinas. Considerando que, desde principio a fin, la construcción de un ejemplar lleva aproximadamente 30 días, entre el lapso que resta para las vacaciones y la cantidad de pedidos, ya no se estaría en condiciones de absorber más solicitudes.
“Pueden hacerlo, pero para el año que viene y ante esa respuesta la gente se desanima”, indicó, ya que justamente en Tandil el verano no es muy extenso y tener una pileta terminada en febrero no tiene mucho sentido.
“Posiblemente hacia el futuro, esta sea una tendencia que vaya a quedar instaurada, nunca se sabe qué puede pasar”, planteó, admitiendo que se está ante un momento distinto. Finalmente y enfocándose puntualmente en su rubro, aseguró que se vienen “defendiendo”, ya que por no ser esenciales debieron permanecer parados durante mucho tiempo y recién hace unos dos meses que lograron la habilitación Municipal para poder volver reactivar.
Piletas, reposeras y bicis
La tendencia alcista no aplica solamente a las piscinas de material, sino que las de fibra de vidrio y de lona también están en un auge de requerimientos, así como otros elementos propicios para transitar unas buenas vacaciones en casa.
En este sentido, el gerente de ventas de Suma Hogar, Javier Ordoqui, reveló que las familias dejaron de elegir sombrillas o sillas plegables de aluminio para llevar a la playa, para invertir en reposeras más firmes e ideales para el jardín, entre otras cosas.
Normalmente, para este tipo de comercios la temporada estival de ventas alusivas comienza en noviembre, sin embargo aseguró que los indicios registrados ya muestran “síntomas” de que la gente veraneará en sus hogares.
“En septiembre ya arrancaron las ventas, salteadas, pero mucho más anticipadas que lo normal, entonces da la pauta que se están preparando para las vacaciones”, dijo.
Tal como detalló, las reposeras de plástico grandes y las piletas de lona son los más elegidos. Entre estas últimas, aseguró que no hay un patrón único de elección, ya que el formato permite una gran diversidad en precios, marcas, tamaños y calidades. “Hay por valores que van desde los cuatro mil hasta los 140 mil pesos”, estimó.
Además, reveló que otras de las típicas demandas de la época son las bicicletas, pero que también se ha incrementado muchísimo las ventas de estos rodados, tanto que aseveró que “lo poco que entra, vuela”,
“Estamos rompiendo todos los esquemas”, consignó el vendedor, que aseguró que ya todos los insumos de verano están pedidos como para seguir abasteciendo al público.
Lejos de la playa y del propio hogar, vacaciones en quintas
Ante la incertidumbre sobre la posibilidad de trasladarse a otra ciudad durante las próximas vacaciones de verano, pero sin ganas de permanecer en su casa, muchos tandilenses optaron por invertir ese dinero que solían destinar a viajar para alquilar alguna quinta en estas sierras.
Lejos de la rutina del hogar, pero también de la playa o los sitios de veraneo, la oportunidad ideal parece estar en reservarse unos cuantos días en otra residencia, con comodidades distintas, como piletas, parrilla y amplio espacio al aire libre. Así lo confirmó Antonio Comiso, vicepresidente del Centro de Martilleros de Tandil.
“Los pedidos son permanentes y hoy nos encontramos en la dificultad de que hay muchas quintas que ya están tomadas en alquileres normales de plazo completo, entonces para estadía temporaria son muy pocas las que quedan”, señaló.
Tal como aseguró, prácticamente todos los días tienen un gran número de consultas de gente de afuera, pero también de locales, que está previendo que será muy difícil vacacionar fuera de la ciudad y busca instalarse durante enero y febrero en alguna quinta.
De esta manera, garantizó que la demanda ascendió fuertemente, ya que indicó que si bien el verano pasado se ha alquilado bastante, este año “se triplicó” debido a la pandemia por el coronavirus.
Reveló que la preocupación de la gente sobre el virus se nota, y la mayoría ha manifestado querer priorizar la tranquilidad de quedarse en la propia ciudad, antes que arriesgarse a ir a otro lado.
Asimismo, hay mucho interés por parte de turistas que quieren instalarse en Tandil y hacerlo en casas quinta, “no quieren estar en el foco de la población”. Sin embargo, advirtió que esto no solamente está ocurriendo para la estadía temporaria, sino que hay varias familias que buscan mudarse permanentemente a la ciudad y alejarse así de la Capital Federal.
Altos valores, pero gran demanda
En tiempos en que todo sube, Comiso anticipó que los valores de quintas también “son fuertes”, aunque planteó que el año pasado también eran elevados y no había tanta demanda como ahora.
Una modalidad que está siendo tendencia, es la reserva por uno o dos meses porque se juntan varias familias y no lo hacen ya de manera quincenal. “Se instalan en el lugar, dos o tres familias chicas, que no superen el núcleo de ocho o nueve personas”, contó.
Asimismo, explicó que los valores rondan una referencia de entre 60 y 80 mil pesos por mes, “y de ahí para arriba”, advirtiendo que lo normal es que se traten de lotes grandes con mucha edificación, más el cuidado de piletas, que suman al costo de la renta. “El que alquila quiere que el propietario asuma ese mantenimiento, para devolver todo en las mismas condiciones”, explicó.
A su parecer, esta es una realidad y se va a incrementar mucho más, de hecho consideró que muchos terminarán negociando con propietarios de cabañas para hacer lo mismo y lograr unas vacaciones en la ciudad.
Finalmente, respecto a las comodidades que busca la gente, aseguró que las casas con amplios jardines también son tentadoras, aunque no cuenten con piscinas. De todas maneras, certificó que muchos de los dueños de lotes grandes ya han salido a la compra o alquiler de piletas para brindar un beneficio más al cliente.
“Va a ser un verano muy duro, distinto a lo que venimos acostumbrados y va a haber que cuidarse mucho, a no confiarse”, expresó Comiso.