“Uno tiene que ir haciendo ajedrez con los pacientes”, graficó la doctora Bruggesser
Ayer se redujo aún más la disponibilidad de camas. La infectóloga reconoció la tensión que genera esta situación en el sector público y privado. Llamó a acatar las medidas de prevención, evitar las reuniones y cuidar a los adultos mayores. “Tenemos que tratar de no llegar a la situación que tengamos que elegir a qué paciente internamos o no y a qué paciente pasamos a terapia intensiva o no”, pidió. Marcó que es alto el porcentaje de internaciones entre los mayores de 60 años.
La infectóloga María Florencia Bruggesser volvió a pedir responsabilidad a la población, ante el incremento del número de camas de internación ocupadas, tanto en terapia intensiva como en sala general. “Uno tiene que hacer un ajedrez con los pacientes”, dijo al describir el movimiento que demandan los cuidados y tratamientos por la pandemia en los establecimientos sanitarios.
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“Tenemos que tratar de no llegar a la situación que tengamos que elegir a qué paciente internamos o no y a qué paciente pasamos a terapia intensiva o no. No hay que llegar a eso, entonces tenemos que tratar de bajar la curva de contagios, pero principalmente tratar de proteger a las personas que tienen más riesgos de internarse, pasar a terapia intensiva y morir, que son los que estamos internando en este momento. El porcentaje de internación es muy alto en las personas mayores de 60 años”, advirtió la directora médica de la Nueva Clínica Chacabuco.
Crecieron las
internaciones
En diálogo con Eco Noticias, la especialista evaluó que “si bien se implementó el testeo rápido para tener los resultados más rápido, tratar de identificar rápidamente a los contactos y aislarlos, estamos teniendo muchos casos positivos. Seguimos enterándonos de reuniones en las cuales se generan contagios”.
Por otra parte, informó que “si bien está bastante estable el tema de las camas, tanto en piso como en terapia, en estos últimos días han aumentado las internaciones. Tenemos una ocupación de camas en terapia que es bastante importante. Son camas limitadas y que los pacientes cuando ingresan están mucho tiempo, entonces obviamente esto nos pone en un alerta”.
Si bien hasta el martes quedaban libres tres camas de terapia intensiva y dos de intermedia, señaló que ayer ese número disminuyó. Ese dato también se vio reflejado en el parte oficial, donde se reportaron 20 camas de terapia ocupada cuando el martes había 19 pacientes.
“Son pocas”, dijo y confirmó que disminuyeron ayer “porque se han internado pacientes en terapia intensiva. El tema es que tenemos que tener en cuenta que no es sólo Covid”.
En ese sentido, marcó que si bien pasó el invierno con el pico de enfermedades respiratorias, “hay otras patologías; estos días también tuvimos accidentados, motos, bicicletas; los pacientes que tienen síndromes coronarios agudos y otras patologías que requieren terapia intensiva”.
Reconoció que la situación de las camas genera “tensión” en el sistema público y privado de salud. “Uno tiene que ir haciendo ajedrez con los pacientes. Los pacientes ingresan como sospechosos y cuando no tienen diagnóstico entran en un área. Cuando este cuadro se confirma, pasan a otra área en la cual todos los pacientes son Covid. Ese paciente que es sospechoso, inicialmente tiene que estar aislado porque no lo podemos poner ya como si fuera un Covid cuando todavía no tenemos el diagnóstico, porque corremos el riesgo de que después se contagie Covid cuando es un paciente que ingresa por otra patología. Si bien sabemos que el 90 y pico por ciento de los casos que en este momento tienen síntomas respiratorios terminan siendo Covid, hay otras patologías respiratorias”.
La prevención
va para largo
Consultada sobre el impacto de los encuentros sociales y la concientización de la población, expresó que “entiendo que la gente esté cansada. Estamos todos agotados de esta cuarentena y de esta pandemia. Encima nosotros empezamos un poco más tarde, entonces el agotamiento viene de mucho tiempo, teniendo en cuenta que hubo momentos en los que estábamos bien, sin casos, pero la realidad es que esto va a seguir durante mucho tiempo, hasta que no tengamos una vacuna que se haya demostrado que es efectiva”.
En esta línea, afirmó que “la verdad es que apelar a la inmunidad que deja esta enfermedad no es bueno. Sabemos que la inmunidad no es duradera por ahora, aunque todavía no tenemos información científicamente comprobada en ese tema, sabemos que hay recontagios. Como la mayoría de las infecciones respiratorias, no deja una inmunidad que evita que uno lo vuelva a tener: la gripe, aunque uno se vacune todos los años, al otro año la puede volver a tener”.
Al considerar esos factores, concluyó que “lo que tenemos que tener en cuenta es que debemos cuidarnos” y advirtió que “siempre se analiza” tomar medidas más restrictivas en cuanto a los colores del semáforo que regula las actividades.
“Lo que siempre pusimos en la balanza es no solamente la parte de salud, sino otras actividades que tienen que ver con la salud y además, obviamente que también impacta en lo económico, porque si las personas no pueden trabajar, no pueden pagar su impuesto, tampoco pueden comer, un montón de otras cosas que impacta”, expuso y, como ejemplo, refirió que pacientes con otras patologías crónicas, como HIV, se quedaron sin cobertura porque no trabajan, lo que hace que pasen al sistema público.
“Esto va a ser muy largo, con lo cual debemos habituarnos a la nueva normalidad”, resaltó y enumeró que implica usar el barbijo al entrar en contacto con personas que no son del grupo conviviente, hay que tratar que las recreaciones con amigos sean al aire libre, con tapabocas y distanciamiento social.
Por otro lado, hizo especial hincapié en proteger a los adultos mayores. “Si alguien del grupo familiar se contagia de Covid y es joven pero convive con personas mayores de 60 años con factores de riesgo y no tiene la posibilidad de hacer un aislamiento correcto -estar en una habitación separado, con baño privado, no compartir utensilios-, lo ideal es que se comunique con el Sistema Integrado de Salud. Nosotros tenemos lugares donde se puede hacer el aislamiento para no caer en que ‘si estamos conviviendo juntos, nos tenemos que contagiar todos’. No tiene que pasar eso. Tenemos que tratar de proteger a esa población de riesgo que son los adultos mayores y las personas que tienen factores de riesgo”.